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Pinito del Oro, eterno resplandor, áurea levedad

La he visto de cerca, y es la sobriedad, con una parsimoniosa cadencia de ballet en sus manos; viste con la sencillez de la elegancia innata, y mira con distancia, como solo saben hacerlo las damas del éter. Es hermosa, atemporal, con apariencia de pantera negra que se sabe dominadora de su territorio aunque no mueva un solo centímetro de su piel. Posee lo que los ingleses llaman un toque de distinción, pero se percibe que es humana, que hay cosas que pueden agredirla, que es tan vulnerable como cualquier otro animal de tierra. Siente, ama, ríe, llora, duda y teme como cualquier mujer, y se llama Cristina María del Pino Segura. La veo salir a la pista entre las lonas de la carpa. Oigo a un maestro de ceremonias que dice palabras que la enaltecen mientras redoblan los timbales del ¡más difícil todavía! Me cruzo con ella, todavía es humana, veo la duda en su rostro y el miedo en sus ojos. Es elegante, distinguida, pero sigo percibiendo un halo de vulnerabilidad, una prevención gatuna que la pone a la defensiva porque sigue siendo una mujer.

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Sira color de acuarela

sira11.jpgComo diría el poeta Miguel Hernández, en Gran Canaria, su isla y la mía, se me ha muerto como del rayo mi amiga la gran artista Sira Ascanio. Fue siempre una mujer singular, que vibraba escuchando Piensa en mí cantada por Luz Casal, metiéndose en las abstracciones de Kandinsky, que coleccionaba copas de cristal y amigos, que sufría por este país machadiano de charanga y pandereta, que en otra vida de ficción fue Ginebra en Camelot o decía que tal vez un pez o un delfín (yo creo que una sirena), esa mujer se ha ido dejando un rastro de luz que se le escapaba en todo lo que hacía. Por cronología, por postulados estéticos y por contenidos vitales, debiera figurar en la generación del setenta, pero entonces la vida personal la absorbía, asunto crónico por desgracia en las mujeres. Continuar leyendo «Sira color de acuarela»

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Siempre Fachico

(Estas palabras fueron escritas para el homenaje que se le rindió al fotógrafo y amigo en la I Bienal de Fotografía de Santa Lucía el día 28 de abril).

Francisco Rojas Fariña fue una de las personas más generosas y entrañables que he conocido. Pero hoy hablo de él porque recibe un homenaje que pocos como él merecen. Porque su trabajo como fotógrafo es insoslayable, pero también tengo que hacer valer su amor a esta tierra, demostrada por su incansable trabajo para que se expandiera por el mundo la imagen que generó un sector económico fundamental para el presente y el futuro de estas islas. Si Canarias es hoy gran potencia mundial del turismo, se debe a la iniciativa, la imaginación, el esfuerzo y el talento de unas pocas personas que pusieron a funcionar la maquinaria. Una de esas personas sin las cuales nada habría sido igual fue nuestro Francisco Rojas Fariña, Fachico.

45rt7hh.JPGFue un pionero de la fotografía en Canarias. Autodidacta, porque no podía ser de otra manera, se ganó el respeto en los diversos campos de la fotografía, incluso como reportero ocasional, aunque no era esa la vía que más le gustaba. Su nombre va unido a la eclosión turística y a la promoción en el exterior de Canarias, pues en el extranjero supieron de Lanzarote por un audiovisual que llevó a Estados Unidos y Canadá de la mano de César Manrique. Continuar leyendo «Siempre Fachico»