No ceder al pánico

Después de tantos comunicados contradictorios, ha hablado la Organización Médica Colegial, que es una entidad científica que se rige sólo por criterios científicos. Y ha dicho que esto de la gripe A es la epidemia del miedo, lo que confirma lo que muchos de nosotros hemos escuchado de voces de amigos y conocidos que trabajan en el campo de la Sanidad.
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(Detrás de los celajes el cielo siempre está azul)

Pero este organismo ha ido más lejos, y ha puesto el dedo en la llaga de uno de los argumentos que se han barajado en estos meses: la posible manipulación de informaciones guiada por intereses económicos. Como dice una amiga mía, lo más terrible de este asunto es que morirse de gripe tiene muy poco glamour, aunque menos estilo tiene morir de disentería. Bromas aparte, estamos ante una situación que merece cuidado, pero no pánico. Las vacunas no son la panacea, lo ha dicho la ministra de Sanidad, y precisamente la de la gripe A ni siquiera sabemos si es efectiva, porque ahora mismo se está probando.
Lo más recomendable, creo yo, es cumplir hasta donde se pueda las medidas higiénicas que conocemos, y digo hasta donde se pueda porque no veo la manera de que, por ejemplo, niños de escuelas infantiles puedan ser controlados hasta ese punto. Lo dicho, precaución, prudencia y no ceder ante el pánico que puede llegar a bloquear el sistema sanitario y entonces nos moriremos de otra cosa por imposibilidad de asistencia.

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