El ébola da la medida de lo que somos

No estoy soprendido, porque por desgracia vemos cada día el cinismo de los poderosos. Con la crisis de la epidemia de ébola en varios países de Africa Occidental ha vuelto a suceder. Sería casi hipócrita echarse las manos a la cabeza, porque no es nuevo. Pero sí da mucha tristeza. Los medios de comunicación, los gobiernos y hasta las organizaciones internacionales como la ONU y la OMS han puesto a funcionar rápidamente sus protocolos. zzzzFuerttttt.JPG¿Para actuar en ayuda de los países que sufren ese azote? No. En las reuniones de emergencia se toman decisiones sobre el control de los aeropuertos y las mercancías, el rescate de ciudadanos de los países desarrollados o incluso se habla del cierre de las fronteras de Sierra Leona. La repatriación de dos misioneros españoles se ha convertdio en la noticia-espectáculo del día, con un lujazo de detalles sobre el hospital madrileño en el que los cuidarán, entrevistas con familiares y reportajes sobre la transformación del avión en un recinto aislado. Todo muy bien y por supuesto muy necesario, pero ni una sola palabra de qué se va a hacer con los miles de ciudadanos de estos países africanos que mueren como moscas. El propio misionero español decía por teléfono que en Liberia estaba desatendido y prácticamente condenado a muerte. Se me ocurre que los grandes estados, con una ínfima parte de los millones que se gastan en bombardear, sitiar y saquear países muy lejanos, podrían montar un dispositivo de emergencia para dar a estas personas los mismos cuidados que van a recibir los evacuados a España y Estados Unidos. Ya han rebasado la frontera de la hipocresía y están claramente en territorio del cinismo, y parecen gritar: «vamos a salvar a los nuestros y los africanos que se las entiendan con el ébola». O sea una condena a muerte casi segura.

2 opiniones en “El ébola da la medida de lo que somos”

  1. Leyéndolo parece como si no se estuviera haciendo nada en los países que está sufriendo el Ébola ahora mismo, y eso no es cierto. Ese dispositivo de emergencia del que habla existe y está en marcha desde hace meses, y cada vez con más recursos. Los CDC de Estados Unidos, la Unión Europea y varios países africanos han donado cientos de miles de euros y han enviado a la zona numerosos medios humanos y técnicos, sin contar los cientos de especialistas que MSF, Cruz Roja y otras ONGs tienen sobre el terreno o los que están formando ahora mismo para enviar en los próximos meses.

  2. Yo creo que Enrique tiene razón, ya se estaba luchando contra el ébola, ya había preocupación en los organismos internacionales y se estaba actuando; pero también supongo que el esfuerzo de la lucha sería mejorable y que estaría en función de la evolución del problema, los gobiernos son muy cicateros con lo que pasa en el culo del mundo. Ahora se estará haciendo más, ahora que el monstruo ha destrozado la primera línea del frente sanitario y ha sembrado el caos en Liberia y Sierra Leona, ahora que es un peligro más cercano.
    Lo de traer al sacerdote y a la monja creo que ha sido un acto de propaganda patriotera, cosa muy típica de los gobiernos embusteros y manipuladores. No me parece mal que lo hayan traído, muy al contrario, pero de haber sido un acto sinceramente humanitario creo que no habrían dejado atrás a las otras compañeras enfermas, supongo que en el avión también habría habido sitio para ellas, si se hubiese querido, a pesar del miserable incoveniente burocrático: que no fueran españolas. Hoy, sábado, murió una de ellas, Chantal Pascaline; el pasado lunes la escuché en una entrevista radiofónica, estaba débil, con fiebre, esperando a que le confirmaran la enfermedad, muy desanimada y pidiendo que la sacaran de allí. Tristemente no hubo oídos para sus súplicas, y allí quedó, una más, con los desheredados de la Tierra, sirviendo a su fe, y también, una más, junto a los héroes que dignifican a este pobre mundo infectado de cinismo y miseria moral. Descanse en paz.

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