Publicado el

Discusiones de borrachos

Estereotipos son ideas sobre algo y que se aceptan comunmente sin discutir, como la ley de la gravedad, especialmente los que se refieren a colectividades: cubanos bailones, italianos elegantes, escoceses tacaños, homosexuales sensibles, búlgaros violentos… Luego puede resultar que no siempre es así y a menudo sean las excepciones más numerosas que la regla. Es un estereotipo que los rusos se ponen ciegos de vodka, discuten a gritos y luego tiran las copas vacías dejándolo todo perdido de cristales mientras cantan «Siberia, patria querida», por ejemplo. Hace unos días se reforzaba el tópico en una publicación madrileña, que informaba que en una de estas discusiones uno de los participantes llevó su pasión demasiado lejos y disparó sobre su contendiente, que por fortuna no murió. También eso responde a otro estereotipo, el de que los rusos son excesivos en casi todo, y más si están borrachos.
Hasta ahí nada que llamase especialmente mi atención, pero leo que los rusos ebrios suelen discutir sobre filosofía, historia, poesía, cine o música. Por aquí las copas inducen a atrincherarse en discusiones políticas, futbolísticas o aledañas al ombliguismo (o somos los peores o los mejores en algo). La verdad es que sorprendería mucho entrar a un barucho y encontrar a dos parroquianos discutiendo a voz en grito sobre la manipulación de la semántica en las traducciones de Píndaro o sobre la esencia conceptual de La crítica de la razón pura, del filósofo prusiano Immanuel Kant, como hacían los borrachos rusos de la información.
zzzkant.JPGEsto lleva a hacerse preguntas como sobre qué discuten los borrachos peruanos, suecos o neozelandeses. Ya sabemos que en Irán o Arabia Saudí no pasa esto por dos razones obvias, porque allí hay pensamiento único y porque los musulmanes no toman alcohol. Desde este punto de vista, es muy refrescante que podamos discutir sin censura sobre asuntos tan profundos como la amante de un diputado o los atributos del Tritón de La Laja (¿o era el laja del Tritón? otro debate libre).

Publicado el

Nacer entre sábanas de seda

La verdad puede eclipsarse pero no extinguirse. Así que no me mienta, tarde o temprano se sabrá que no es usted un Brunetti auténtico. Se apellida usted Brunetti, sí, pero ¿es acaso de los Brunetti importadores? ¿De los Brunetti farmacéuticos? ¿ Del Brunetti canónigo? ¿De los banqueros?
-No.zzzsabana.JPG
-¿Nooo? ¡Entonces usted no es un Brunetti! Al menos no es un Brunetti con legitimidad. Es que hay Brunettis arrieros, estibadores, costureras, gente baja.
-Sepa usted que yo soy magistrado de la Audiencia.
-Sí, pero su padre fue panadero. No es usted uno de los nuestros, carece de sangre hidalda. Por lo tanto debo rechazar y rechazo su solicitud para ser miembro
del Club de los Próceres. Por cierto, ¿tiene hijos?
-Sí, un varón.
-Magnífico, dígale que puede pasar para hacerse socio.
-No creo que lo acepten. Además, regenta un bar de copas.
-Da igual a qué se dedique, por sus venas corre sangre de próceres.
-Vamos a ver: ¿Yo no puedo ser socio de su club y mi hijo sí?
-Eso es, usted es hijo de un panadero, pero él es hijo de un magistrado de la Audiencia. Así son las cosas.
-Extraña regla.
-Es que en el club no nos fiamos de quien no haya nacido entre sábanas de seda.

Publicado el

Pues sí, la culpa es de ustedes


He leído en algún periódico de gente de orden que cuando en España algo no es justo, es incorrecto o simplemente va mal, la gente de izquierdas echa la culpa al rancio pensamiento carpetovetónico, a la Iglesia Católica, a la CIA, al Gobierno norteamericano infiltrado en distintos organismos, a Aznar, a la COPE y a los ricos. Y a Franco, no se olviden. He hecho memoria y es verdad, siempre acaban en uno de esos puntos. Llevo días reflexionando sobre esto y me he dicho que tal vez hay que ser más ecuánimes, que se ha de tener un pensamiento más riguroso, que las causas de los males pueden ser muy diversas, en cuyo caso habría que cambiar el disco.
zzzcastillo-pt[1].JPGAsí que he pasado revista a los males colectivos más comunes, sopesando datos y detalles, y resulta que no es que la gente de izquierdas tenga una fijación, es que siempre, al final de la cadena están los mismos. Pues mira, sí, la culpa de todo lo malo que sucede en España la tienen el pensamiento medieval que va al galope, la Iglesia Católica, la CIA, el Gobierno norteamericano, Aznar, la COPE y los ricos. Y Franco también, que desmanteló este país durante 39 años y sigue ahí, atrincherado y reencarnado en otros que funcionan como zombis fascistas. Es más, no es que la culpa de lo malo la tenga siempre alguno de estos elementos, es que todos tienen la culpa de todo, porque juegan en equipo. Así que no es una fijación, es la constatación de una realidad.