Con que es solo un partido de fútbol…
Me he quedado de piedra al ver en la edición digital de Canarias7 que se ha ido «como del rayo» Paco Cabrera, la cara amable de la heladería de enfrente del antiguo cine Capitol. Era un hombre comprometido con su isla, conocedor de Gran Canaria y sus problemas como pocos, y especialmente sensibilizado con el medio ambiente y la sostenibilidad. Tenía también su vertiente periodística, atento siempre a la respiración de nuestra sociedad y daba cobijo en su establecimiento a una animada tertulia vespertina. Era él quien horneaba mi pan de cada cena, y no podía dejar pasar este post sin recordarlo, porque estoy seguro de que es una cara familiar para mucha gente. Se va otro que nos hacía falta ahora. Descanse en paz.
Según veo en los medios, hoy va a tener lugar en Madrid una jornada de duro debate sobre la estructura del Estado español. Por lo visto llegan miles de personas de Euskadi y Cataluña. El acto central va consistir en una gran pitada al himno nacional español cuando llegue a la concentración el Rey o en su defecto el Príncipe de Asturias (que no sé por qué la Jefatura del Estado participa en el acto). Va a celebrarse en el estadio Vicente Calderón, que ha cedido el Atlético de Madrid para el evento, y mientras estos dos grupos tratan de hacer un ruido tan brutal que sobrepase en decibelios los altavoces del recinto, otros grupos que abogan por el centralismo se manifestarán en la calle. Es interesante considerar la decisión de la Delegación del Gobierno de Madrid al permitir dicha manifestación el mismo día y en las horas previas al acto del estadio. Algunos medios vascos y catalanes reclaman libertad de expresión y otros, casi todos de Madrid, abogan por que no haya pitos cuando suene el himno, asunto bastante incongruente porque si se trata de ir a pitar el himno lo normal es que se pite. Otra cosa sería que fuesen a escucharlo, pero no parece esa la idea.
Lo que más me sorprende es que por lo visto los vascos y catalanes que acuden, además de ondear ikurriñas y senyeras, llevarán bufandas bicolores, unos rojiblancas y otros azulgranas. Y es que me dicen que ando algo confundido con tantas implicaciones nacionalistas y tanto oportunismo político, porque lo que en principio hay en el estadio Vicente Calderón es
¿Qué otra cosa iba a ser si no?