Horarios ilógicos

La UE ha aprobado el aumento de los horarios laborales por encima de las 48 horas semanales, lo que significa en la práctica dejar al arbitrio de los empleadores el horario de sus asalariados. Es un regreso a aquellos trabajos «de sol a sol», que creíamos del pasado, seguramente porque es un retorno al látigo.


esclavos.jpgComo nada se dice de los salarios, muchos podrían entender que se ha de trabajar más por el mismo precio, ya que, al subir el tope de horas permitidas, ya no son extras y por lo tanto no se cobran. Cuando vi la noticia creí estar asistiendo a un documental del canal Historia. Las conquistas sociales se están diluyendo en aras de no sé qué nueva doctrina que sólo beneficia a unos pocos.
Por otra parte, tampoco se entiende ese empeño en aumentar las horas de trabajo cuando el paro aumenta en toda la UE. Si hasta ahora resultaba difícil conciliar la vida laboral con la familiar (olvídense de la social) ahora es un imposible. Para mí que nuestros dirigentes políticos y empresariales se han vuelto locos, lo que propugnan va contra la lógica más elemental. Con salarios bajos no hay dinero para comprar y ahora encima tampoco hay tiempo, ¿a quién y cuando les van a vender? El liberalismo ciego y esclavista acabará por bloquear el sistema, que no es una maravilla, pero es el que hay. Como decía hace unos días un comentarista en este blog, yo también tengo la impresión que de el mundo que conocí se está desintegrando. Por ineptitud.

2 opiniones en “Horarios ilógicos”

  1. Mi suegro es franquista y vota PP; mi concuña tiene un negocio y vota PSOE; mi prima es maestra y vota NC; Jiménez Losantos renueva por la COPE y Marianico será presidente pepero; algunos obispos ya se están dando cuenta de que dentro de tres años, Losantos los mandará al limbo; la «Iglesia pobre» le paga casi once millones al año (díiiicen)… Todo al revés, ¿verdad?
    Yo también. No he ido a votar, estoy leyendo «El paraíso de los nudos» (A. Millares Sall); releo la obra completa de P. Guerra… ¿No deberían detenerme por decir estas cosas en público?
    Tengo por ahí una antología de Tomás Morales. Amenazo.

  2. A veces uno tiene la sensación de que está soñando, de que volvemos al siglo XIX: cada vez los trabajadores perdiendo más y más derechos, mientras los capitalistas, los bancos, concentran más y más las riquezas nacionales. Los trabajadores perdiendo capacidad adquisitiva mientras tienen que trabajar como esclavos para vivir.
    Si los empleadores ya tienen la potestad del casi libre despido y van a tener el de imponer los horarios que les dé la gana, también, de hecho, van a disfrutar de imponer el salario y todos los logros sociales alcanzados después de tantas luchas, pacíficas y violentas, pueden desaparecer o aguarse. ¿La más absoluta miseria para los trabajadores otra vez? Y eso, como antes, traerá desencanto, desesperación, luchas, violencia, inestabilidad… Las masas van a despertar de los ensueños de opios futboleros, televisivos y consumistas. Y los despertarán las ambiciones sin límites de los ignorantes y locos tiburones que lo quieren acaparar todo, todo.
    Han conseguido que entre las masas, los pecesitos, domine el individualismo, para los tiburones hacer mejor de las suyas. ¿Recordarán por qué Marx lanzó aquello de «!proletarios del mundo: únanse !»? El capitalismo salvaje, decimonónico, se los recordará; él «resucitará» a Marx, a Bakunin… LA HISTORIA SUELE REPETIRSE. EL HOMBRE TROPIEZA UNA, DOS TRES, MUCHAS VECES EN LA MISMA PIEDRA.

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