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La Carta de mi Amigo

Hace dos días recibí unas líneas de un amigo, comentándome cómo le estaba tratando la vida, y me transmitía, con sincero desasosiego, como estaban transcurriendo las cosas en su país. Mi amigo es una persona normal, un tipo tranquilo, con familia, mujer y dos hijos, y al igual que muchos, intenta, pretende, salir adelante a base de esfuerzo e ilusión.

Pero ahora el hombre está sinceramente preocupado, porque las circunstancias no ayudan. Uno de los problemas principales, es que en medio de una coyuntura económica y social relativamente adversa, el gobierno de su país ha perdido el norte, no plantea soluciones, y se ha convertido en una barrera para el crecimiento y pacifico desarrollo de sus ciudadanos. Los dirigentes de su nación están inmersos en diferentes cruzadas ideológicas, con una absoluta desconexión de la realidad, y en una criminal obsesión por permanecer en el poder, pactando con agrupaciones políticas minoritarias, que terminan dominando todo el escenario parlamentario. De hecho, son una imparable máquina generadora de leyes, a golpe de decreto, para regularlo absolutamente todo. Además, la ecuación siempre es la misma, las leyes, en su mayoría verdaderamente grotescas e incomprensibles, se aplican con un rigor draconiano a los ciudadanos, pero siempre existe una doble vara de medir, si se trata de las cada día más grandes redes clientelares de la élite gobernante.

La obsesión ideológica de este gobierno, del país donde intenta sobrevivir mi viejo amigo, es controlar minuciosamente todos los aspectos de tu vida, por íntimos y personales que sean. No importa si afectan a tus hábitos de alimentación, de salud, de cómo relacionarte o incluso la forma de hablar. El descaro de sus numerosísimos ministros y directores generales es tal, que no hay ninguna duda, sobre que les tratan como si fueran tontos, porque saben que son tontos. Mi amigo, me acompañó diversas y numerosas muestras de la forma de escribir y comunicarse, y me pareció una cosa verdaderamente aberrante. Si lo ves desde fuera, con sosiego y tranquilidad, es que te mueve a la risa más sincera, por la cantidad de tonterías que te obligan a utilizar en la comunicación diaria. Parece ser, como si fuera una comunidad de perturbados, de gente ofendida por todo y por nada, que continuamente mide sus palabras, para finalmente no comunicar. Incluso obligan a utilizar toda esa parafernalia en sus comunicaciones oficiales, en una iconografía tan asfixiante, como sencillamente ridícula.

Es muy notable, el contraste entre la preparación media de sus gobernantes, y sus obsesiones por regular absolutamente todo. Con líderes de una dilatada experiencia profesional, con gobernantes de una exquisita y enorme preparación académica e intelectual resultaría igualmente aberrante, pero cuando el bagaje de la gran mayoría de sus líderes resulta sencillamente inexistente, por no decir patético, te das cuenta que en circunstancias normales, nadie contrataría a ninguno de estos iluminados, ni para gestionar el más pequeño quiosco de venta de pipas. Pues por lo que me comenta mi colega, estos indocumentados gestionan infantilmente millones y millones en recursos de todo tipo, que literalmente dilapidan y tiran a la cuneta. Además, por lo que me comenta el pobre, tienen tal déficit público y deuda externa en su país, que los créditos aumentan anualmente de forma exponencial, así que no solo gestionan mal, sino que viven de prestado.

Y por lo que veo, es verdad lo que me indica, de que tratan a sus paisanos como si “la miga les llegara al cerebro”. Les prescriben la comida que tienen que comprar, los juguetes que son adecuados, los vehículos que pueden adquirir, a qué hora tienen que poner la lavadora, si es bueno o no llevar corbata o sujetador, cuales son los colores adecuados para una vida resiliente…Le pregunto si nadie hace nada para impedir tanto desbarajuste, pero me explica que su gobierno soborna y utiliza a los medios de comunicación para ejercer una continua propaganda, ridiculizar a sus tibios opositores, y sobre todo, dividir y enfrentar a la sociedad, que fruto de tanto desarraigo, cada día se bipolariza más. Su alocado gobierno, incluso recurre a revivir episodios históricos, trastocándolos impunemente, transcurridos hace más de 80 años, para generar odios y rencores absolutamente superados por anteriores generaciones. Una astuta reinvención del pasado, para manipular un dudoso futuro.

Es tal la presión que diariamente ejercen, que el personal va asumiendo las actitudes y costumbres más disparatadas, por lógico miedo a la cancelación. Si se te ocurre expresar opiniones diferentes a la narrativa oficial puedes ser criminalizado institucionalmente, a buen seguro ridiculizado por los innumerables medios en nómina de la élite. Al final, terminan estando calladitos, hasta en un almuerzo familiar, o una cena con amigos, para no ser considerado un ser asocial, alguien diferente.

Donde actúan con más saña, en paralelo a doblegar a todos los poderes del estado, sobre todo el legislativo y el judicial, es con la educación. Saben que la formación es el futuro de su país. En las escuelas y colegios adoctrinan a sus hijos con ideologías diametralmente contrarias a los valores de sus padres, sin que puedan hacer nada para impedir semejantes atropellos. Ya no es solo la progresiva bajada de nivel de su sistema educativo. Camuflan el desastre, bajando los objetivos, y pauperizando el nivel. Lo importante es que seas un consumidor obediente, y votes donde nosotros te aleccionemos. Mientras menos espíritu crítico mucho mejor, que así pueden comulgar con las ruedas de molino, de una absurda entelequia internacional, un inconsistente desbarajuste que todos los politiquillos admiran como si fuera un libro sagrado, de una agenda 2030 o no sé qué número o fecha…La bajada de nivel es tal, que los chavales ya no saben ni el género que tienen, inmersos en una marea cuyo objetivo es convertirlos en débiles esclavos, obsesionados por ajenas locuras y narrativas de peligrosos cretinos endiosados.

Por si acaso les falla el lavado de cerebro, la compra de voluntades, mi amigo me indica que su gobierno, liderado por un verdadero sátrapa, un psicópata que miente más que habla, subyuga a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado para que estén al servicio del Gran Timonel, y no de la ciudadanía, cuyo único derecho es pagar impuestos cada día más injustos. Te dicen que es para educación y sanidad, pero después los presupuestos indican que la verdad, y la estrategia, son otras. Me pareció impresionante, cuando me escribió que incluso anularon durante meses, de forma inconstitucional, el funcionamiento del parlamento, careciendo de las más mínimas garantías. Incluso los más altos tribunales de su país han fallado en varias ocasiones contra ese gobierno, determinando que actuaron en fraude de ley, que se instituyeron como auténticos dictadores, y no hay repercusiones de ningún tipo, ni la más mínima renuncia o dimisión. Saben que pueden hacer lo que quieran.

Mi amigo está apenado, no sabe qué hacer. Las muestras de esta arbitraria locura a la que están sometidos en su país es verdaderamente tremenda. Además, desde afuera, desde el exterior, se percibe todo mucho más esperpéntico y disparatado. Lo malo, y en eso también coincidimos, es que les están arrebatando el futuro. Menos mal que en España, nada de esto puede ocurrir…

Luis Nantón Díaz

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Baraka

He tenido la fortuna de visitar diferentes países donde impera el islam, tanto árabes, como turcos o persas. Fundamentalmente en las regiones árabes, se utiliza un término complejo, pero altamente simbólico, que es baraka. Muchos viajeros coinciden en que el término se interpreta de forma errónea por los occidentales, quienes suelen asemejarlo a la suerte o a la buena ventura. Otros lo asemejan más a la providencia

Acabo de regresar de Marruecos y hablando con los lugareños me gusta indagar sobre el término. Para la mayoría corresponde con una especie de bendición que afecta a diversos ámbitos de la vida y que cuenta con múltiples planos. Casi todos hacen referencia a una especie de protección. La baraka es la suerte divina , la protección que el cielo derrama sobre los elegidos, y cada día que pasa me agrada y convence más esta acepción.

Han sido unas jornadas muy especiales, verdaderamente singulares. Sobre todo por los integrantes de un reducido grupo de amigos, con natural sintonia.  Salimos de  Marrakech, atravesando el Atlas para llegar al Ksar Ait Ben Haddou con su milenaria historia y sus rutas comerciales. Atravesamos el Valle del Dades, el rio que serpentea entre acantilados de color terracota, ocre y rojo.

Visitamos las Gargantas del Todra, verdadera meca de la escalada por sus imponentes paredes de granito de hasta 500 metros de altura. Recuperándonos de una estimulante vía ferrata, continuamos camino hasta Erfoud y Merzouga, dos emblemáticas poblaciones, ya a las puertas del desierto.  Erg Chebbi tiene una longitud de 28 km y 5 km de ancho y sus dunas que llegan a alcanzar más de 150 m de altura.  

Realmente no quiero escribir sobre una ruta turística, sino sobre sensaciones. Cuando tienes la fortuna de cambiar impresiones con personas que han permanecido al margen de la modernidad y el globalismo, percibes como éramos nosotros mismos hace unas décadas, más auténticos, más humanos, más luchadores, más vivos… Mido mis palabras, claro que valoro el progreso y la prosperidad, pero no todo vale y hay que ser consciente de que todo tiene un precio. Son muchos los artículos y reflexiones que habría que verter, para ponderar algo esta cuestión. Quizá no nos defina tanto aquello a lo que decimos sí sino a aquello a lo que decimos no y en esa elección descansa el propósito fundamental de toda una vida.

Tras un nuevo y especial amanecer seguimos ruta bordeando las dunas de Erg Chebii , asimilando inauditos parajes, y pasando por diferentes campamentos nómadas. Para darnos un merecido descanso visitamos la ciudad de Rissani, famosa entre otras cosas por su tradicional mercado. Ladeamos el Palmeral del Valle del Draa, el río más largo de Marruecos que en sus 1.100 Kilómetros regala verdor y vida a cientos de huertas y árboles frutales. Un verdadero vergel en medio de la inmensidad de la nada. 

Como guinda de un viaje tan especial, salimos de Ouarzazate, con destino a Marrakech, atravesando el puerto de montaña de Tizi Tichka. Una dosis de “Marras” con su bulliciosa plaza Jma Elfna y su frenético zoco, es una buena forma de recuperar la conciencia más profana, para un tranquilo retorno a casa al día siguiente.

Lo verdaderamente trascendente de esta experiencia es su promotor, una persona muy conocida de esta casa, tanto por sus éxitos, sus aventuras, su humanidad, y sobre todo por su candorosa humildad. Hablo del montañero Javi Cruz que en este caso ha contado con la irremplazable colaboración de un profesional en la materia como es Alfredo Quevedo, soporte logístico fundamental, y gran amigo.

Este hombre, este hermano,  tiene baraka y la transmite a los que le rodean en armonía. Gracias a grandes hombres como él aprendo, aunque mal y tarde, que la humildad es saberse pequeño, insignificante, reconocerse perdido, y acercarse al otro como a un maestro. Con la edad, y sé que hay personas que no me van a creer, estoy aprendiendo a escuchar y para ello Hay que entender y confiar. Opinar menos, callar más, retornar al mérito, respetar al que sabe más, apagar el móvil y no encender la tele… relajarse un poco, ponerse en manos de algo superior y disfrutar con la envolvente belleza de amaneceres como los de estos últimos días.

Espero que Javi no se enfade conmigo por intentar recuperar su mensaje de despedida, cuando un grupo tan entrañable se decía hasta luego, con un mensaje tan emotivo como este: “Particularmente, estoy hecho de trocitos de cada persona que me ha permitido compartir ratitos por cualquier rincón de este hermoso mundo. Soy lo que soy, una especie de puzzle, en la que ustedes han puesto una pieza más. Una pieza tan importante como cualquier otra. Un puzzle que no tiene final pero que se va construyendo de sabiduría ajena. Por tanto, no me queda más que decirles «Sukran». Gracias de verdad por los momentos tan intensos que me permitieron vivir desde mi querida y caótica Marrakech…esa ciudad mágica de la que antes de irme, siempre quiero volver. Las anaranjadas arenas del Sáhara, mis grandes paredes del Todra, los interminables palmerales y las cálidas noches del sur…no hubiesen sido lo mismo sin cada uno de ustedes. Confío en volver, aunque sea con la frente marchita como decía Gardel, a tener momentos de vida junto a ustedes…”

Yo también tengo baraka. Me considero un hombre afortunado. No busco algo tan inalcanzable como la felicidad, pero si creo en la plenitud. Entiendo por plenitud esa satisfactoria sensación de estar en el camino. Posiblemente no vaya a llegar, pero cada día me acerco. El hecho de tener un destino, un objetivo vital, por intimo que sea, es una verdadera joya, un preciado tesoro. Pues por eso tengo baraka, por mi familia, por mis amigos, porque adoro las cosas que hago e intento aprender de mis innumerables errores. Soy un hombre venturoso que intenta tener cada día un poco más de conciencia de uno mismo, y lo que verdaderamente nos rodea.

Gracias a tanta buena gente que te encuentras en el camino.

Luis Nantón Díaz

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Alexander Dugin

Sobre 1990 vivía en Madrid,  inmerso e ilusionado en diferentes frentes, activo en lo político y cultural, siendo joven y sintiéndome realmente vivo. Aspirar a cambiar el mundo, por poco que fuera, era una aspiración natural. Después, como apuntaba la siempre intuitiva Mafalda, es el mundo quien le cambia a uno, pero posiblemente en la misma aspiración, esta lo que te da la vida. Además, una cosa es que madures, y otra bien diferente,  que te domestiquen.

Mi mejor amigo en Madrid era ruso, nacido en Moldavia, e hijo de una niña de la guerra civil, una más de los cientos de chavales que la republica traslado a la Unión Soviética en su día. Mi amigo poseía una mente tan genial, como desquiciada, posiblemente por su profunda alma de artista. En muchas ocasiones me pasaba traducciones de un joven intelectual ruso que apostaba firmemente por una tercera posición, considerando a Rusia, en las circunstancias de cambio que sufría, una verdadera tierra de promisión. Este autor se llamaba Alexander Dugin.

Los contactos aumentaron su frecuencia, elevando exponencialmente el interés en la idea euroasiática que Dugin defendía de forma apasionada. Sustentaba sus planteamientos en solidos autores, y en una creciente experiencia en geopolítica. Nos acompaño la fortuna y conseguimos involucrar a una editorial española para que editara uno de sus libros ARCTOGAIA. Tras esto, y gracias al contacto que manteníamos con el genial Sánchez Drago, Televisión Española le invito a participar en un programa televisivo en Madrid. Esta naciente aventura, este lanzamiento español, permitió un conocimiento directo con Alexander Dugin, y el inicio de una fructífera amistad.

Alexander es un filosofo en su cosmovisión más tradicional. Es una reconversión de la nueva derecha francesa, posiblemente una ultima revelación de la revolución conservadora alemana, pero tiene mucho de si mismo. Dugin es Dugin, es extraordinariamente original y rompe muchos esquemas. Hablar de tradición en pleno siglo XXI es ser un rebelde. Hablar de aristocracia, del culto a lo bello y elevado es realmente perturbador, así como su demoledora critica a la devaluada democracia moderna.

El sedicioso Dugin apuesta por su “4ª teoría política” para convertirse en la ideología dominante en Eurasia, mediante una alianza geopolítica entre Rusia y Europa, en un frente común frente a la globalización. Por eso considera que no existe la democracia en la actualidad. El mal está, sobre todo, en nosotros mismos. Ponemos demasiada esperanza y confianza en una avasalladora tecnología, que tiene su punto álgido con la ciega confianza de nuestras sociedades en las redes sociales.

A principios de los años 90, se atisbo claramente que Rusia podía ser el motor de muchas cosas. Entre 1991 y 1993 las transformaciones fueron duras, y pude presenciarlas directamente en Moscú y San Petersburgo. Aprendí las consecuencias de un cambio de sistema, de un socialismo soviético ya a medio gas, hacia una sociedad capitalista, que arraso la economía, empobreció a gran parte de la población, y dejo sin recursos y sin ahorros a millones de ancianos. La anarquía generada por la necesaria extinción de la URSS promovió el reparto de un desfasado pero inmenso botín, entre unas oligarquías que recordaban a la desamortización de Mendizábal. Todo este polvorín, estallo en el invierno de 1993, con el asalto al parlamento ruso y el golpe de estado que le dio el poder a Boris Yeltsin. Con estos enfrentamientos termino mi directa experiencia en Rusia, tras nueve días de incierto toque de queda, que casi le cuestan la vida a Alexander Dugin.

¡Son tantos los cambios! Todo se acelera, es un signo de esta etapa, de este fin de ciclo. Las élites financieras mundiales, han determinado la demolición controlada del  sistema iniciado en 1945, y su sustitución por un sistema de tecno-comunismo mundial, auspiciado por el globalismo, y su agenda 2030. No tendremos nada, pero seremos felices. Entre los delirios de magnates como Soros, Schwab o Gates nos proponen el hormiguero humano de una futura “mente-colmena” planetaria, del metaverso, la resiliencia y un enfermizo igualitarismo salpimentado con crisis climática.

En los últimos años se ha hablado algo de Alexander Dugin. No por el conocimiento directo de su extensa obra, por la difusión de sus conferencias por todo el mundo, sino por una interesada puesta en escena, como asesor del presidente ruso Putin. Como un nuevo Rasputín del siglo XXI, su perfil ha sido magnificado grotescamente por los espejos deformantes de la prensa occidental. Personalmente estoy seguro de que Dugin carece de poder político y de acceso a los círculos de gobierno. El caso es que la prensa europea y americana ha convertido al padre de la geopolítica contemporánea en una suerte de profeta del Kremlin, lo cual resulta esperpéntico para quien conozca un poco la situación. La única influencia que ejerce Dugin es de tipo intelectual, debido sobre todo a un manual académico, sus “Fundamentos de la geopolítica”.

El pasado sábado 20 de agosto, mientras celebrábamos la boda de mi único hijo, en Canarias,  asesinaban mediante una bomba lapa,  a la hija de mi amigo Alexander Dugin en Moscú. No deja de ser un azar lleno de sentido lo que ha sucedido. En un extremo, la boda de un hijo. Al otro el asesinato de una hija. Dos caras de una misma moneda y la moneda es Nos.

Hace años que perdí el contacto con Dugín, pero nunca podré olvidar las innumerables reuniones de aquellos dos años en Rusia. Unos actos públicos para miles de asistentes, en teatros donde durante horas hablábamos gente tan variopinta y diversa como Dugin, Ilia Glazunov, Guenadi Ziuganov, Limonov….

Como ocurre cuando quieres utilizar tu libertad, la de verdad, debes procurarte tu personal y autentica visión. Fruto de tu estudio, de tu experiencia personal. Quieres saber que defiende Dugin pues escucha sus entrevistas y conferencias, repasa su generosa obra, pero no te quedes con el maniqueo retrato que está ofreciendo la prensa occidental, triste herramienta del pensamiento único.

Darya Dúgina,  la hija del amigo que conocí hace tres décadas,  ha sido asesinada de una forma especialmente cobarde, que nos recuerda a los asesinatos de ETA. Sirvan estas líneas para expresar mi cariño, mis condolencias, mi apoyo a Alexander  Dugin, pensador al que admiramos, no solo por su indiscutible talla intelectual, sino por su desprendida lucha por un ideal.

Luis Nantón Díaz