1×05 La tranquilidad (2022 revisited)

Estuve dando bandazos durante un año más, preguntándome a todas horas si ella seguiría teniendo el pelo rojo y flotando sobre las preocupaciones de los demás. Finalmente, volví a casa a finales de una tarde gris. Reencuentros y dos presentaciones después, durante un paseo, observé a una pareja en la avenida marítima; abrazados, riendo de murmullos compartidos y pateando charcos despreocupadamente. Metí las manos en los bolsillos de la cazadora y regresé, confundido y triste.

La agitación no tardó en afluir. Entré en mi cuarto y sobre un folio infestado de antiguos garabatos, dibujé una línea cronológica que abarcaba los últimos veinte años. Seguidamente tracé una raya transversal, indicando el punto exacto donde todo comenzó a resultar complicado y no muy real. ¿Qué ocurría justo antes de ese instante? ¿Cuáles eran los mecanismos que comenzaban a despertar? ¿Cuál era la verdadera naturaleza de aquellas prescindibles sensaciones? Lo primero que pensé era que, tal vez, la rueda comenzó a girar drásticamente al abandonar hábitos saludables como el deporte o la meditación. Más tarde, pensé que el canal saturó por suponer que las cosas pueden llegar a solucionarse solas. Da igual. En consecuencia, como no podía ser de otra forma, descarrilaría calle abajo. ¿Olvidé que nada importa demasiado? Tal vez, tal vez. La verdad es que no obtuve hipótesis claras que me permitiesen aplicar alguna de las medidas recomendadas por un grupo determinado de personas, así que probé con algo nuevo: alejarme de todo. Ningún mensaje fue respondido y ninguna llamada descolgada. Semana tras semana, reduje mi vida social hasta lo inapreciable. Al final, acabé por abrazar el silencio y, al igual que ocurriría años después con el amigo Fargas, enmudecí en un profundo bienestar. Krzysztof Penderecki, György Ligeti, Aram Khachaturian, Iannis Xenakis y Morton Feldman movían la batuta en madrugadas de cafeína mientras sonreía a cientos de hojas en blanco… La tranquilidad. Muchas amistades respetaron mi decisión frente a una inmensa minoría que no reparó en mostrarse condescendiente o reacia con burlas y diferentes capas de desprecio. ¿Fue difícil? Bueno… Después del último portazo, decidí compartir y dedicar cualquier minuto con las personas que respetan y apoyan mi manera de respirar. Desde ese día, de eso se trata. Hoy, uno de enero, observo desde la distancia esa anual euforia, diría que incluso desesperación, por convertir el arranque del año en una especie de odisea positiva. Sin duda es un propósito fantástico; pero recordemos que, en caso de complicarse Las Cosas durante la travesía, siempre podremos retomar el rumbo en algo tan simple como es una línea sobre un papel. Feliz año. Buena suerte.

6 opiniones en “1×05 La tranquilidad (2022 revisited)”

  1. Texto bello, profundo, realista y alentador. Con lápiz y papel en mano, me dispongo a trazar m propiai línea y ver qué cuenta…, ya luego buscaré todos esos nombres en Google Gracias Octavio y buena suerte.

  2. Excelente relato:crítico, mordaz, real, reflexivo y personal. Me siento, además, identificada totalmente con el texto, pero en mi caso, con más dosis de cobardía.

  3. He aquí la raiz.
    Tu devenir nos guiará,entretendrá y nos hará más felices y mejores personas.No se me ocurre forma más estimulante de emoezar el año.

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