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Portugal, un país admirable

En estos días se habla mucho de Portugal por el eniversario del 25 de abril de 1974, cuando se produjo la Revolución de los Claveles que acabó con la dictadura que asolaba ese país desde 1926. En España, siempre se ha mirado a Portugal por encima dle hombro, cayendo en el mismo agravio que achacamos a Francia con respecto a nosotros. ztzs+claveles+1974[1].JPGPero Portugal, un gran país que también fue un poderoso imperio, puede darnos muchas lecciones en casi todo. Para empezar, aquella dictadura salazarista fue derribada por lo militares sin disparar un solo tiro, que si los comparamos con nuestro ejército se nos cae la cara de vergüenza, puesto que aquí era quien sostenía la dictadura. Luego construyeron una democracia, y aunque hoy Portugal sea un país rescatado (sufrió también el engaño y el espejismo de una UE igualitaria, y un euro que finalmente es un marco alemán disfrazado), tiene conciencia de su situación, un paro del 16% frente al 27% español y el 34% canario, y unas instituciones que actúan frente a la voracidad bancaria o contra los ajustes abusivos. El Tribunal Constitucional portugués echó abajo los últimos ajustes del Gobierno por inhumanos, y lo hizo en pocos meses. Aquí, si es que alguna vez nuestro TC llega a pronunciarse sobre los recursos presentados, será en ocho o diez años, lo que indica que la justicia portuguesa es mucho más ágil que la española. Y ahora están en la calle. De manera que, en lugar de menorpreciar a Portugal debiéramos mirarlo como estímulo y, sobre todo, unirnos con él y con todo el sur para acabar con esta dictadura económica. Así que Portugal es mucho más que la memoria romántica de un fusil con un clavel en la bocacha del cañón (*).
(*) No sé si el dato es cierto, pero entonces se dijo que los soldados salieron a la calle con las armas descargadas, no llevaban una sola bala encima.

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Un traidor y mil valientes

zzzFoto0589.JPGEn la hermosa canción Adagio a mi país, el cantautor uruguayo Alfredo Zitarrosa escribió una sentencia demoledora: «Dice mi padre que un solo traidor vale por mil valientes». Busco en la actualidad y no encuentro a los mil valientes por ninguna parte, más bien diría que hay mil traidores, y los valientes están fuera de combate. Y es razonable que quien ha sido aplastado por un sistema de una crueldad infinita esté inerme, porque carece de capacidad de respuesta. Ellos, los traidores, tienen en sus manos todos los mecanismos del poder, desde las leyes al dinero, y se dejan manejar como marionetas en un juego virtual que está fuera de la realidad y solo está encaminado a mantener sus privilegios y los de sus amos, los dueños del mundo. Europa, el FMI y el BCE culpan a los gandules del sur, el gobierno central se queja de lo inflexible que es Bruselas y culpa a las autonomías por su derroche, y Paulino se queja de las restricciones estatales, reparte mal lo poco que hay y encima culpa también a los inmigrantes que nos quitan los puestos de trabajo. En resumidas cuentas, si un solo traidor vale por mil valientes, qué nos espera cuando los traidores se cuentan por miles. Lo más irónico es que los hemos elegido nosotros, pero no por ello dejan de ser traidores.

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El Papa

zzzbarca pedro.JPGYa se fue Ratzinger (?), ya eligieron un nuevo pontífice (hacedor de puentes) y se han sucedido las secuencias propias del evento: anuncio sorpresivo, muestras de la campechanidad del nuevo sucesor de Pedro, que no solo no lleva sandalias, sino que calza zapatos negros (el papa siempre los llevó rojos), y todavía sigue usando los muy raídos que traía de Buenos Aires y no ha estrenado los que le regalaron sus allegados en Argentina para que acudiera al cónclave vestidido de limpio. Su anillo es de plata y sus palabras de amigo. Es cercano, es hablador, es argentino y parece una mezcla de Juan Pablo I, todo sonrisas, y la humanidad cercana al pobre que dicen tenía Juan XXIII. Ya está, elección, ruedas de prensa, misa de inauguración y se acabó la fiesta; ahora viene el trabajo, donde el papa Francisco tiene que dar la medida de sus intenciones no con gestos (que desde luego son importantes) sino con hechos. Puede ser que haya un gran cambio, por otra parte poco probable con el lastre de la curia, o por el contrario es posible que todos esos gestos sean mera imagen y que finalmente nada se mueva. Francisco tiene ante sí la oportunidad de marcar un antes y un después o de diluirse en una gran decepción. Será conservador y seguramente inflexible en los dogmas, pero eso es La Iglesia, si cambiara mucho sería otra cosa. Lo verdaderamente importante es que sea Jefe de una comunidad religiosa, y deje el ordenamiento de las vidas ciudadanas para las leyes civiles, sobre todo si provienen de poderes democráticos. Si fuese así, sería un gran papa.