Lo primero son las personas
En estas hora tan duras para Gran Canaria, solo hay dos asuntos prioritarios: aunar esfuerzos para detener el fuego y cuidar de las personas que se han visto afectadas. Por fortuna, la solidaridad está siendo enorme, pero la angustia y la incertidumbre de las personas desalojadas es un dolor añadido, porque dejarlo todo atrás sin saber qué va a pasar es un drama siempre, y lo es más cuando hay entre las personas desplazadas enfermos, ancianos y niños que no aciertan a entender qué está pasando. Por ello, todo lo demás se vuelve secundario, y ya habrá tiempo de analizarlo para que una desgracia de estas dimensiones no vuelva a repetirse.
