Sé que no puede esperarse gran sensibilidad cultural de los políticos, incluso entiendo -aunque no comparto- la idea de que la cultura es cosa menor, eso que dicen el chocolate del loro. Lo que nunca pensé es que un político como el diputado regional Sigfrid Soria dijera que ladramos quienes discrepamos de su «luminosa» proposición parlamentaria para dedicar el Día de la Letras Canarias 2012 al científico Blas Cabrera. Y si dice que ladro, indirectamente me está llamado perro. Pero no me ofende, porque, según algunos historiadores, de los perros le viene el nombre a Canarias, y en la Plaza Mayor de mi ciudad hay ocho canes verdes que cuentan con todas mis simpatías, sobre todo uno que se llama Faycán. Pero claro, no espero tampoco que entienda el valor literario y crítico del perro insobornable que surgió de la pluma de Víctor Doreste.
Proponer a Blas Cabrera para homenajearlo el Día de las Letras Canarias es como decir que en 500 años de literatura escrita en Canarias no hay figuras a las que homenajear y rescatar para la memoria colectiva. Y sólo hablo de los muertos, porque un argumento demagógico y descalificador es tratar de decir que lo que quiere quien levanta la voz es que ese día se le dedique a él. Y en cierto modo es así, porque al recordar a un creador literario se homenajea a la literatura en su conjunto. Ninguno de los que se ha opuesto públicamente pretende eso, lo que se pide es un poco de respeto para el trabajo literario que en esta tierra se hace furtivamente, porque no hay otra manera.
Decir que Sagan, Hawking o Asimov han vendido más que todos los escritores canarios juntos define a quien lo dice. Pero a nadie se le ha ocurrido siquiera presentar a estos grandes divulgadores científicos al Premio Nobel de Literatura. Si hablamos del Día de las Letras Canarias, hay que decir que esta celebración nació pensando en la creación literaria, y literatura no es todo lo que se publica encuadernado. Hay libros magníficos de cientos de materias, sea vulcanología, oceanografía, piscicultura y hasta de cocina. La literatura tiene que ver con la creación y lo es aunque no esté en libros, porque hay excelentes creaciones literarias en revistas, suplementos y periódicos diarios. Larra es el paradigma.
El error del Parlamento es tan clamoroso que causa pereza discutirlo, salta a la vista. Cuando argumentan que ha sido por unanimidad, en lugar de reforzar el acuerdo hacen que nos preguntemos cómo es posible que no haya una sola de sus Señorías que discrepe. ¿O es que lo votaron sin leerlo? Unos callan y otros tiran por la calle de en medio defendiendo lo indefendible. Y la otra pregunta que nos hace temblar: ¿Todo lo deciden así en el Parlamento, a vuelapluma y date prisa porque tengo que coger un avión? ¿En manos de quien estamos?
Obama acaba de decir que Estados Unidos va a subir el presupuesto en Educación y Cultura. En plena crisis, el Presidente propone la formación como factor determinante para seguir en puestos de liderazgo. En Canarias, por el contrario, se reducen o congelan partidas presupuestarias de dichas áreas, y los ayuntamientos y cabildos hacen lo propio con sus servicios educativos de apoyo; algunos incluso desaparecen. Por lo tanto, que el señor Sigfrid Soria nos llame indirectamente perros a quienes discrepamos más que insultarnos retrata a quien lo dice, con argumentos mercantilistas que nada tienen que ver con la excelencia literaria. Ah, y más respeto para los perros, que están en el escudo de Canarias.
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(Este trabajo fue publicado en el suplemento cultural Pleamar de la edición impresa de Canarias7 el pasado miércoles)