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DIARIO DE CUARENTENA. Jornada 16: Rostros nítidos (30/03/2020).

 

Enfilamos el tercer lunes de la cuarentena, y surge la pregunta de por qué se llama así, si no se especifican los días de duración. Esa distancia de cuarenta días es una tradición muy antigua; en La Biblia, el Diluvio dura cuarenta días, y los israelitas vagaron cuarenta años por el desierto, como si el número 40 tuviera algún significado); en los ambientes populares se tenían cuarenta días de especial cuidado con las mujeres después del parto. Incluso guardaron aislamiento los astronautas que viajaron a La Luna, por si podrían trasladar algún elemento biológico dañino, y lo llamaron cuarentena aunque no recuerdo cuántos días duraba. La palabra viene de los cuarenta días que hacían esperar fondeados frente a los puertos a los barcos en algunas epidemias medievales. Ahora se habla de cuarentena para los contagiados asintomáticos, pero en realidad son catorce días.

Ayer nos dieron una de cal y otra de arena. Las redes sociales y los medios han insistido en la necesidad de que los países de la UE tengan una misma posición, después de que se evidenciaran claramente las diferencias entre los estados de moral luterana y calvinista y los de la costa mediterránea. Lo que sorprende y entristece es que dirigentes políticos de países como Brasil den prioridad a la economía sobre la vida, ya hasta expresan públicamente que el virus solo atacará con dureza a las personas mayores. Y en Estados Unidos, Trump sigue a lo suyo. La verdad es que esta gente da escalofríos.

Por la tarde, con el adelanto de hora, los aplausos se realizaron cuando todavía había plena luz del día, y los rostros de las personas del edificio de enfrente se podían ver con toda nitidez. Hasta el sábado, se esbozaban en una penumbra que se acentuaba por el contraluz de la iluminación de sus casas. Ayer pude ver la expresión de sus rostros, y eso es alentador. Con el nuevo horario, la calle ya no recuerda a esa hora los fotogramas de La ventana indiscreta, es simplemente una calle en la que la gente se asoma a las ventanas. Por la noche sí que vuelve a su imagen cinematográfica, pero tampoco hay que volverse cotillas, que una cosa es entenderse con el vecindario y otra muy distinta fisgonear. Así que, echando mano otra vez de la esperanza, continuemos porque así tiene que ser. Buena semana.

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DIARIO DE CUARENTENA. Jornada 15: Vitamina D (29/03/2020).

 

Acaba de entrar el horario de verano, ese que nos descentraba durante una semana y que ahora no sé cómo va a afectarnos, aunque una psicóloga decía en la radio que precisamente por el confinamiento los efectos serán mayores, por lo que deberemos ir rodando los horarios paulatinamente. Esta es la única ventaja que tenemos, que nosotros marcamos los horarios. Y hablaba del horario de verano aunque es primavera, estos días ha llovido y no hemos podido disfrutar de la ansiada lluvia, pero también hay ratitos de sol que, según la orientación de los pisos, puede entrar por la ventana de los urbanitas. Hay quien tiene terraza y por el contrario habrá viviendas en las que no entra el sol. Pero si tenemos esa rendija, ese sol que entra es oro puro, porque el cuerpo lo necesita. Ahora que todos oímos campanas sobre cualquier asunto, sabemos la importancia que tiene el sol para sintetizar la vitamina D. Esos minutos en los que entra por nuestra ventana debemos recibirlo como se merece.

Desde que empezó esta cuarentena, he evitado hacer juicios de valor sobre actuaciones, decisiones y responsabilidades. Para enjuiciar con criterio, hay que tener información fidedigna, y con la que llega por lo medios y la catarata de las redes sociales resulta imposible separar el grano de la paja. Ante un asunto de estas dimensiones, que tiene ocupadas a las personas que más saben y a las que más pueden, lo mejor es esperar y tratar de seguir adelante sin perder los nervios. Llegado el momento, cuando se sepan todos los detalles y las motivaciones de cada uno de los pasos que se han dado, deberán hacerse las valoraciones, y si ha habido responsabilidades más allá de los errores humanos, que caiga quien deba, sea tirio o troyano. Esto no quiere decir que no entienda el enfado y la crítica, que precisamente la libertad de expresión debe ampararlos, pero yo prefiero pensar que todos los que han tenido y tienen que tomar decisiones lo hacen con los asesoramientos científicos necesarios y de buena fe.

Así que, me dispongo a pasar un domingo lo más apacible que pueda, y a ver si aprovecho unas recetas de cocina que me envió un amigo para tratar de hacer algo distinto, aunque seguramente faltará algún ingrediente, pero como decía mi madre, en tiempos de guerra no se oye misa; degustaremos la supuesta exquisitez aunque le falte esa especia que le da el punto mágico. El caso es seguir adelante y sobre todo no se olviden de pillar unos minutos de sol si tienen esa posibilidad. Buen domingo.

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DIARIO DE CUARENTENA. Jornada 14: Tenerle miedo al miedo (28/03/2020).

 

Decía el poeta popular argentino Buenaventura Luna en sus Sentencias del Tata Viejo:

“…Ha de saber el mortal

con ocasión de un enredo

no tenerle miedo al miedo

que más miedo le va a dar…”

El miedo es probablemente el arma más poderosa que existe. No tengo la preparación ni la información para pontificar sobre las decisiones que se están tomando, pero sí que me llama la atención la facilidad con la que hemos renunciado a muchos de nuestros derechos fundamentales, y para ello no se han necesitado medidas de fuerza, ha bastado simplemente el miedo. Luego está el debate de si son adecuadas las medidas, si se quedan cortas o si se han pasado. Ponen los ejemplos de países asiáticos fuera de China, como Corea del Sur, Japón o Singapur, que están remontando esta crisis sin parar la economía pero sí con un control absoluto y digitalizado de los contagios. En ese sentido, está claro que estos países van por delante. Por lo tanto, al miedo añadimos la confusión, y la luz que vemos es la insistencia de los responsables en decir que esto pasará. Es un mantra que nos repetimos para conjurar el miedo.

Lo que más pesa y más miedo da es que está muriendo gente, y parece una especie de mensaje tranquilizador cuando dicen que la mayoría de los fallecimientos corresponden a personas de edad avanzada o con patologías previas. Posiblemente sirva de respiro a la mayoría, pero me parece de una crueldad tremenda. Es una obviedad que las personas mayores son más frágiles porque tienen un organismo cansado, así como aquellas más jóvenes que tienen algún padecimiento grave o crónico. Por lo tanto, son más sensibles a cualquier situación que entrañe riesgo, aunque solo sea ponerse en corriente entre ventanas. Ya se sabe, no hace falta repetirlo una y otra vez.

Han muerto personas célebres o muy populares, y aunque solo sea por unos segundos se pone atención a su partida, pero también mueren centenares de personas anónimas, que solo son números en el parte diario de bajas. De esas personas me acuerdo constantemente, porque la mayor parte fueron madres, padres, abuelas o ciudadanos que arrimaron el hombro para construir esta sociedad que esperamos volver a disfrutar. Tienen familiares que ni siquiera han podido despedirse como mandan nuestras costumbres culturales, y ya dicen los psicólogos que ese será una secuela añadida para quienes han tenido que llorarlos a distancia. Esas personas desaparecidas en tropel merecen un gran homenaje, porque cada una de ellas tiene un valor infinito; su gran mérito ha sido el de hacer lo que era correcto, con el único objetivo de una vida digna para su gente. Esa memoria será una de las cosas importantes que tendremos que hacer en cuanto sea posible.

Buen sábado. No tengan miedo, pero sigan cuidándose, por favor.