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El Cónclave

-Ya me he enterado, doña Asunción, de que los cardenales electores se reunirán en Cónclave el martes para elegir al nuevo papa.
-Vamos a ver, don Virgilio, y que sea en bien de La Iglesia, aunque eso a usted debiera interesarle poco, porque se pasa la vida despotricando de los católicos.
-No se confunda, señora mía, yo respeto todas las creencias y defiendo que haya libertad de credos, con quien suelo meterme es con la jerarquía eclesiástica, con el gobierno de La Iglesia.
-Pero ese no debe ser asunto suyo, si se pasa la vida proclamando a los cuatro vientos que la Iglesia Católica tiene poco que ver con la relación del ser humano con la transcendencia, que es un entidad humana como el Real Madrid o el Barça.
zz1096967085[1].jpg-Más que eso, porque los equipos de fútbol poco influyen en la sociedad, La Iglesia es como una multinacional muy poderosa.
-Pero se ocupa solo de cosas espirituales, así que usted a lo suyo y deje los cónclaves, los papas y La Iglesia para los católicos.
-Estoy dispuesto a no decir una sola palabra contra la Jeraquía eclesiástica el día que La Iglesia deje de intervenir en asuntos civiles como la educación, la investigación científica, el papel igualitario de la mujer en la sociedad, la política en general y en muchas leyes en las que está siempre metiendo la nariz, como el matrimonio entre personas del mismo sexo, o…
-Pare, pare, que la homosexualidad es contra natura.
-Eso dígaselo a quienes han sido víctimas de pederastia por parte de clérigos.
-Ya Benedicto XVI ha pedido perdón.
-Claro, y poco caso le han hecho, porque no han entregado a la justicia civil a los pederastas. Mire, doña Asunción, este es un tema muy sangrante, porque Juan XXIII, cuando durante su pontificado se denunciaron algunos casos de pederastia, decretó excomunión…
-¿Lo ve? Como debe ser.
-Sí, pero determinó que se excomulgaría a quien airease ese asunto; es decir, ordenó silencio cómplice, echó tierra y así durante medio siglo. Y a ese es al que ustedes llaman «El Papa Bueno».
-Esos son calumnias.
-No, son hechos documentados. Así que ya ve usted por qué sí que me interesa lo que ocurre en La Iglesia, porque siguen incidiendo en las sociedades civiles de muchos países que le bailan el agua al Vaticano como cuando los papas ponía y quitaban reyes en Europa.
-A lo mejor sale ahora un papa que introduce cambios.
-No creo que ninguno se atreva a dar un giro, ya habrán tenido cuidado al hacerlos primero obispos y luego cardenales; son de la misma cuerda, los matices son insignificantes… Por cierto, ¿ha visto El Padrino III?
-Claro que sí, pero no veo qué tiene que ver con esto una película sobre la mafia. Está usted disparatando, don Virgilio.
-Cójala en el videoclub y véala otra vez; luego hablamos, doña Asunción.

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Bárcenas y los euromillones


zzz26170082_n[1].jpgLa secuencia del proceso contra Bárcenas es muy parecido a la quiniela primitiva, la bonoloto y, en este caso, por lo del dinero en Suiza, a la del euromillón. Primero eran diez millones, luego se convirtieron en veintidós, ahora va por treinta y ocho y no podemos estar seguros de que el bote no siga acumulándose. En cada paso, en cada declaración, en cada exclusiva mediática aparecen nuevos millones y la cifra se va hinchando como la del sorteo del gordo de la primitiva. De vez en cuando, en la lotería real, hay un elegido de la fortuna y se lleva toda la recaudación de semanas e incluso meses, y vuelta a empezar, poniendo botes uno encima de otro; en el caso Bárcenas, uno tiene miedo de que un papel a destiempo, cualquier actuación que contraviene una ley de la que ya nadie se acordaba o un error estúpido hagan que ese dinero se volatilice y todo quede en nada, y así ni bote ni premio, ni millones. Con lo de Urdangarín ocurre algo parecido, e incluso con la trama Gürtel, van y vienen cifras, cobros ilegales, facturas extrañas y al final puede ocurrir que sea la palabra de uno contra la de otro, y nadie cobrará el premio (en este caso el castigo) porque no está claro que el boleto sea correcto. Y en este momento de crisis económica, resulta que vivimos la fanfarria indecente de esa lotería corrupta que no sabemos si finalmente se cobrará.

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¿Transparencia para quién?

zzhumphrf-karsh6[1].jpgHoy hablaré solo de un hecho que es en sí mismo un declaración de principios de esto que quieren vendernos por democracia (*): en el borrador de la ley de Transparencia económica enviado por el Gobierno al Parlamento, quedan fuera de esa ley la Casa Real, los partidos políticos, los sindicatos y el Banco de España. Si algunos de los focos de corruppción más evidente quedan fuera, ¿para qué la ley? Se cumple otra vez la sentencia de El Gatopardo de Lampedusa «cambiar algo para que todo siga igual». Es como si se hiciera una ley de Tráfico que no se ocupase de los turismos particulares, las vehículos de pasajeros y los camiones. Solo se aplicaría a las motos y a los peatones. Eso es cinismo, y no el humo del cigarro de Bogart en El sueño eterno. Está claro, España es diferente.

NOTA IMPORTANTE:

Para que no se me malinterprete, la alternativa a la democracia es la dictadura, que es corrupta en su propio origen. Por lo tanto, mis críticas a esta democracia son precisamente porque entiendo que es con transparencia como se contruye una verdadera convivencia democrática, y quienes tienen la obligación de velar por ella están dilapidándola.
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(Aunque no tiene que ver con lo que hablo -o sí-, propongo el enlace con este post del blog de Miky Ayala en Canarias7).