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¿De aquí o de fuera?

Aunque nos pese, la actividad cultural canaria está marcada por las administraciones públicas, sean cabildo, gobierno o ayuntamiento. Siempre son los políticos los que deciden qué y cómo hacer las cosas, de manera que finalmente a la hora de ejecutar una trayectoria cultural quienes en verdad crean cultura simplemente son comparsas que muchas veces ni siquiera bailan. ffrrfr.JPGY siempre acuden a los mismos nombres, qua ya suenan a tópicos de tanto marearlos: cuando no nos atiborran con Galdós acuden a Oscar Domínguez, Martín Chirino o Manolo Millares. Es decir, los que han sido certificados por Madrid, París o Nueva York son los que valen. Es como una velada invitación para que quienes quieran hacer algo salgan pitando de aquí, que luego, si les parece, les pondrán una calle o la harán una exposición retrospectiva. No se trata de si lo que se hace vale o no vale, sino de que haya salido o sea un «pringao» que vive en Canarias. La última muestra la hemos visto en el reciente Festival de cine, en el que actrices canarias mediocres (incluso alguna malísima) son invitadas y recibidas con rango de capitán general, y les aseguro que por aquí las hay muy buenas, pero no cuentan, viven en Canarias. Para los políticos, la cultura canaria fetén es la que se hace en Madrid, París o Londres. Es lo que hay.

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Europa

Dicen que los motivos económicos están en el fondo de muchas rupturas de pareja, incluso cuando no es uns situación desesperada. Tal vez por eso Sartre y Simone de Beauvoir viván en casas separadas. El recibo de la luz y la discusión sobre el color de la cortina queman mucho. Pues en Europa pasa algo parecido, lo que en lugar d euna pareja es una comuna. Desetabiliza tanto la crisis griega o irlandesa como la ultradecha finlandesa o el ordeno y mando de Alemania. eerrop.JPGHay quien se empeña en soñar en unos Estados Unidos de Europa, como espejo de Norteamérica, porque la extensión territorial es similar. Pero hay un problema, en USA se habla una lengua común, aunque se hable también español en los estados del Sur, francés en Louisiana y chino, griego, italiano o cualquier otra lengua en los pequeños territorios y ambientes de estas etnias. Pero está el inglés, que se habla en todas partes. El liderazgo norteamericano es personal, pero en Europa, aconstumbrada durante siglos a los distintos estados, está primero la nacionalidad del lider que su valía. Los franceses no soportarían a un alemán, los almenes a un inglés y los ingleses a un francés. Nadie a un italiano. Por eso han a un belga de presidente, para seguir mandando los mismo. Europa tiene todavía un largo camino por recorrer.

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Las tradiciones

rrrDSC04828[1].jpgEn este país, en el que buena parte de la población dice que el Estado debe ser laico, la Semana Santa es una de las vacaciones clásicas. No he visto que haya movimientos para suprimir estas fiestas en el calendario laboral, y resulta contradictorio puesto que tanto estas vacaciones como la Navidad y las fiestas de los santos patronos y la mil vírgenes que pueblan España son las que rigen no sólo el calendario laboral, sino la guía de las tradiciones de muchas comunidades. Aparte de la significación religiosa que puedan tener para los creyentes, estas fiestas, como otras muchas, son el referente de asuntos culturales y artísticos (es inmenso el arte que hay en las iglesias) y de tradiciones seculares que han ido conformando unas sociedades europeas en las que sin duda el cristianismo es una de sus columnas culturales. También es cierto, que con motivo de esta o aquella festividad, hay costumbres que podríamos ir desterrando, porque por mucha tradición que haya es una salvajada martirizar un toro en una vega de Valladolid, realizar encierros y espectáculos con toros en los que suele haber accidentes mortales o lanzar cabras desde los campanarios. La religión es una cosa, la tradición otra y la cultura otra, aunque, como ocurre en Semana Santa, se dan la mano.