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Política cultural en tiempos de crisis (2 de 2)

En Canarias, al menos la friolera de más de 70 millones de euros (pongamos ahora 30) se gastan con la mejor voluntad pero sin un norte fijo, y eso sin contar con las aportaciones que en forma de sponsorisación hacen firmas comerciales y empresas. Si está cada vez más claro que el futuro de Canarias es el turismo de calidad, tendríamos que diferenciarnos de la desnuda oferta de sol y playa de nuestros competidores más cercanos, que tienen unos costes mucho más bajos y por lo tanto una competitividad tremenda. Canarias tiene que diferenciarse para estar en el mapa mundial de muchas cosas, y si hablamos de gastar esos 80 millones anuales en eventos muy atractivos, muchos se escandalizarían.
zcccFoto0274.JPGY a ello podemos unir lo que se gasta en eventos deportivos también sin una línea determinada. Canarias puede celebrar tres o cuatro eventos anuales de gran envergadura, que atraería la atención de los medios internacionales sin tener que citarlos expresamente. Un torneo de ajedrez, de tenis o de golf, un festival de música de un género concreto como el latino, coronado con primeras figuras mundiales en cada materia, y eso sería suficientemente atractivo para que Canarias figurase en los noticiarios del mundo por el peso de quienes participan. Y no habría que gastar más, sino racionalizar lo que ya se gasta.
Para ello tendría que haber un organismo transversal entre instituciones para determinar líneas maestras de actuación en cada área, y de ese modo Canarias sería un foco de atención y a la vez nuestra cultura tendría un cauce para salir del aislamiento en que se encuentra, por mucho que digan los teóricos que el centro está ahora en la periferia. El centro está dónde está, y no está en Canarias porque aquí nadie se lo ha propuesto y todo se reduce a ir subvencionando actos que se pierden en el olvido y que no sirven ni al pueblo ni a los creadores.
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NOTA IMPORTANTE:

Hoy se celebra la ceremonia de entrega de los Goya de la Academia del cine español. Tenemos a nominaciones canarias categorías; Andrés Santana y Mateo Gil con su película Blackthorm son candidatos esta noche.
Pero también hay otros nominados canarios, concretamente Jorge Pérez Quintero, Borja Jiménez Mérida y Patricio Martín Díaz, autores de la canción Nuestra playa eres tú, que opta al Goya a la mejor canción original y que forma parte de la película Maktub, que tan buena acogida está teniendo. Suerte a todos esta noche y siempre.

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Política cultural para tiempos de crisis (1 de 2)

Cuando llegan tiempos de crisis, donde primero se cierra el grifo es en el área de cultura, y nadie se rasga las vestiduras porque generalmente se entiende que la cultura es un lujo del que se puede prescindir. Y esto habría que mirarlo con detenimiento, porque hay diversos aspectos que habría que analizar. En primer lugar, habría que establecer lo que cada una de las instituciones públicas que inciden en el área entiende por cultura (casi un centenar en Canarias entre ayuntamientos, cabildos, gobiernos de Canarias y Central), además de entidades privadas que se mueven cerca de este campo. Porque en los presupuestos de cultura entran desde las fiestas tradicionales, con sus fuegos artificiales y bandas de música, hasta la cultura más elitista, desde la música clásica a la poesía, sin olvidar que en medio hay un gran espacio ocupado por manifestaciones multitudinarias como la música «pop».
zbbbFoto0275.JPGLa cuestión es saber cuánto se gasta -con cifras presupuestadas- en Canarias en estos eventos. Si sumamos todo lo antes enumerado, podríamos rebasar los 150 millones de euros, unos 25.000 millones de pesetas (con los recortes quedaría en la mitad, pero sigue siendo mucho dinero), para que se entienda bien. Es evidente que la mitad de esta cantidad va para esas fiestas básicas y tradicionales que en ningún modo pueden faltar porque forman parte esencial de la idiosincrasia de nuestra gente: romerías, procesiones marineras, festivales folclóricos, fiestas singulares como los carnavales, La Rama, el Charco y otras fechas que están grabadas a fuego en la tradición del pueblo canario. La otra mitad de esos 150 millones se dispersa en multitud de actividades sean de música, literatura, artes plásticas, danza, teatro o cualquier otra manifestación cultural, que a menudo se duplica y aun se triplica y que en cada institución se hace según su criterio. Está claro que todos tienen derecho a definir sus políticas culturales, pero el caso es que no suele haber una línea, sino que se va rellenando el calendario a salto de mata, publicando aquí, exponiendo allá, subvencionando una actuación musical acullá.
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(Sigue mañana para no cansarles, que es fin de semana)

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A la Historia por el cotilleo

Tengo un gran respeto por las personas que se dedican a la investigación histórica, porque supongo que su nivel técnico les permite llegar muy lejos y su prudencia no ir más allá de donde pueden documentar. Pero ya sabemos que al final hay que montar el puzle, recrear un momento, y de alguna manera eso es una interpretación, pues a menudo con los mismo datos dos historiadores llegan a conclusiones distintas.
zzcolonb.JPGEstelle Irizarry es una historiadora norteamericana (lo sé porque ayer ocupó una esquina en los medios) que a raíz de la lectura de una carta de Colón a la Isabel la Católica llega a la conclusión de que la Reina y el Almirante han sido amantes y hasta ha escrito un libro sobre el asunto. La profesora entiende que se trata de una carta de amor porque contiene frases como «Las llaves de mi voluntad yo se las di en Barcelona» o «Yo soy de continuo pensando en su descanso». Nada que oponer, que para eso la señora Irizarry es miembro correspondiente de la Academia de la Historia (como para fiarte de esta academia después de decretar que Franco no era totalitario). Vale, la Reina tuvo un amorío con Colón, también se dice que tuvo otro con el Gran Capitán (y eso que la llamaban La Católica), y que su marido -El Católico- arrasaba como el cierzo del Moncayo, y parece ser que también tuvo muchos líos, uno de ellos con Beatriz de Bobadilla, que luego por eso sería condesa de La Gomera (esa es otra historia). Pero eso es una especulación que nos viene muy bien a los novelistas, y bien es sabido la voracidad de todo tipo de los personajes poderosos. Cualquiera con dos dedos de frente habría deducido algo así, porque si no, de qué iba la Reina a apoyar a un desconocido en una aventura que según la lógica de aquel tiempo era como subvencionar hoy un viaje tripulado fuera del Sistema Solar. Que Cleopatra, Salomón y Luis XIV tenían amantes, que Catalina de Rusia era insaciable y que Enrique VIII estaba enfermo es más que sabido; de manera que construir la Historia con cotilleos basados en frases que pueden significar cualquier cosa mejor que nos lo dejen a los novelistas.