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Al filo de la navaja

xxxjFoto0172.JPGParece que en La Península les gusta vivir en el filo de la navaja. Por si no hubiera razones suficientes con la crisis económica, cada cual lleva el agua a su molino y tira de la manta buscando un puñado de votos para las inminentes elecciones generales. El único que calla es quien debería hablar, Mariano Rajoy, que sabe que tiene las elecciones ganadas y no quiere meter la pata, por eso sólo dice generalidades, frases hechas y discursos que son envoltura de la nada en papel de celofán. Desde el punto de vista electoral es una medida inteligente, pero ocultar demasiado las cartas puede hacerle perder terreno, no siempre se gana con los suplentes, a veces hay que sacar el equipo titular. Mientras tanto, los demás no pierden ocasión de echar leña al fuego; que si la rebelión catalana en torno a la inmersión lingüística, que si Bildu juega a las medias palabras para ganarle espacio al PNV, que si ahora Zapatero hace caso a Rubalcaba y reinstaura el impuesto sobre el patrimonio, que si González Pons dice, que si Esperanza Aguirre hace… En Canarias es donde parece que todos han quedado mudos. A estas alturas, no sabemos casi nada de posibles candidatos, ni de cómo van a confeccionar las listas los nacionalistas re-unidos, nada. Es como si las elecciones fuesen solo en La Península, porque si los de allá se pasan los de aquí no llegan. Y aunque confíen mucho en la potencia de la publicidad electoral, el conocimiento público de los líderes no se improvisa, sobre todo si a dos meses de las urnas no tenemos ni idea de quienes van a ser.

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Un niño mordió a un perro

Decía un viejo axioma perodístico que la verdadera noticia no es que un perro muerda a un niño, sino que un niño muerda a un perro. La noticia de portada era siempre algo extraordinario, o al menos muy importante. Ahora se ha perdido la vitola, y es normal que sea gran noticia la convocatoria de unas elecciones generales, aunque ya se sepa de antemano, pero es algo importante. Cuando se celebra un partido de fútbol se buscan declaraciones de los jugadores, pero, digan lo que digan, el resultado es inamovible. zzzzrasputi.JPGTodo se ha vuelto mediático, y la verdad es que el discurso de Casillas, Nadal, Contador, Gasol o Alonso después de una victoria o una derrota suele ser una nadería, cuando no una estupidez. Su valor está en lo que hacen, no en lo que dicen. Es ridículo que sea noticia de portada en todas parte que Nadal se queje porque lo hacen jugar con la pista mojada en Nueva York.
El colmo es tratamiento informativo que se da al tiempo meteorológico. Hemos visto muchas veces abrir un telediario veraniego con una imagen de un termómetro a 40º en Sevilla o invernal de -5º en Teruel. Eso no es noticia, es el perro que muerde al niño, porque de toda la vida en Sevilla en agosto hace mucho calor y en Teruel en invierno mucho frío. Es la normalidad, no es noticia. Lo más terrible es que hay cadenas de televisión que acumulan grandes audiencias dándole vueltas a la noria (no va con segundas, o sí) con la maldad de cómic de una mujer cuya aportación es que es misma (al menos eso dice), o culebrones varios que tienen enganchada a mucha gente, y no acierto a entender qué atractivo tienen. Y como se ha perdido el baremo, el día que se descubra la vacuna contra el cáncer a lo mejor ni lo ponen porque toda la parrilla estará ocupada por la hija de una examante de un actor de segunda que ha discutido con un novio nuevo que se ha echado. La gran exclusiva es que la vecina del tercero va a hacer unas declaraciones sobre el novio de la chica en hora de máxima audiencia.

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Esto es Jauja…de momento

Nunca me han gustado los tremedismos y por ello siempre he tratado de evitar ese camino, porque pienso que el ser humano tiene capacidad y recursos para enderezar lo torcido. Andando el tiempo, veo que como teoría está bien, pero me he ido encontrando con una cantidad enorme de personas que no ven más allá de sus narices, y lo más grave es que a menudo ocupan cargos de responsabilidad, sea pública o privada, zrzz76tfgFoto0077.JPGpues no olvidemos que lo privado tiene casi siempre un destino público, y cuando suele decirse que lo público es sagrado también se debería aclarar que público es casi todo, porque un restaurante que sirve comida en mal estado, un médico que no hace bien su trabajo o un periódico que hace demagogia están fallando en lo que hacen, que es un servicio público. Y sin querer ser tremendista, veo que quienes tienen la responsabilidad, la capacidad y el poder están en otra dimensión, se olvidan de la fragilidad del planeta Tierra, acaparan riquezas sin necesitarlas y están llevando al mundo al caos y la destrucción. ¿Puede pararse? Claro que sí, pero -Saramago dixit- cuando se está en un hoyo lo primero que hay que hacer es no seguir cavando. Pero ellos siguen en lo mismo, su película, bien para mantener el poder o para alcanzarlo Y el poder es precisamente un instrumento para cambiar la sociedad, no para seguir la inercia que nos está aniquilando en todos los campos. No quiero ser apocalíptico, y precisamente por eso advierto que a esta velocidad nos las vamos a pegar. Todos, los que conducen también, aunque ellos piensen que su posición es inmutable. Ya he dicho muchas veces que la historia es caprichosa, y lo que no cambia en décadas puede cambiar en días.