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Hoy no tengo nada que celebrar

zv444.JPGWinston Smith, el protagonista de la novela de Orwell 1984, empieza a escribir su diaro el día 4 de abril. Los mismo que se celebran aniversarios de la tarde fundamental que se narra el El Ulises de Joyce, también podríamos celebrar este día de ficción orwelliano, que nos atañe mucho más, por las nuevas tecnologías y el control del Gran Hermano, que las provincianas costumbres de unos pacatos habitantes de Dublín. Y es que, como les pasa a los periodista deportivos con las estadística (tantos, goles, tantos rebotes o el más joven en conseguir un trofeo), cada día nos inundan con celebraciones que a veces son muy forzadas. Hoy, 4 de abril, podríamos celebrar la fecha de nacimiento de Caracalla, un emperador romano de principios del siglo III, aunque poco habría que celebrar porque era el paradigma del tirano obesivo, sangunario, loco y arbitrario, o sea, una joya. Pero ya es habitual que en los telediarios nos pongan una cuña audiovisual sobre cualquier cosa que cumpla siglos, años o meses. Ya hemos visto con qué insistencia se ha celebrado el 20 aniversario de la película El Padrino, supongo que para vender otra tanda de copias, y en este mes nos apabullarán con el centenario del hundimiento del Titánic, al que me sumo este fin de semana con la publicación en este espacio de un relato sobre el asunto que forma parte de mis Crónicas del salitre. Pero, en realidad, la mayor parte de las veces la cosa es muy forzada, y les aseguro que precisamente el cuatro de abril no tiene buen lugar en mi memoria personal, por lo tanto estimo que hoy no tengo nada que celebrar.

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Este recado no necesita alforjas


zzzyyFoto0188.JPGTenemos nuevo gobierno, porque por lo visto el anterior era una calamidad, y lo único que ha hecho en tres meses es reducir los derechos de los trabajadores y anunciar un presupuesto esquelético. De paso, proclama que la Reforma Laboral no creará empleo de inmediato. Y la pregunta es evidente: si con todo eso dicen que la economía española se reducirá un 1,7% en 2012 y que habrá 630.000 parados más, lo que nos lleva a la locura de seis millones, para qué demonios lo hacen. Si ya saben que no va a funcionar, habrá que probar otra cosa. Se repite una y otra vez que hay que ajustar, y que estos ajustes por lo visto van a gustar mucho en Europa, cosa que es creíble porque cuanto más se desvalorice la economía española será más barata para que entren a adueñarse de ella las grandes multinacionales, casi todas ellas, ¡ay! alemanas. No es a Europa a quien tienen que gustar los presupuestos, y se miente porque un ahorro de 15% reducirá el consumo de los empleados públicos, generará paro porque habrá menos inversiones públicas y se recaudará menos porque habrá menos movimiento. Y es mentira, además, que España esté plagada de funcionarios, que son por lo visto los que han arruinado al país, pero todo el mundo quiere un colegio para sus hijos, un médico de guardia en el ambulatorio, un servicio de correos, una comisaría que lo proteja y unos bomberos que acudan cuando hay fuego. Los números -que se ocultan- cantan: en España una de cada diez personas que trabajan lo hacen en servicios públicos (el 10%), mientras que en la intocable Alemania o en la mítica Suecia la relación es de 1-4 (el 25%), de ahí que las prestaciones sean de la calidad que son en esos países. En definitiva, para este recado no se necesitaba alforja.

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La energía me confunde

-Debería estar contento, don Virgilio, los amos del mundo están reunidos en Corea para hablar de la reducción de armas nucleares.
-Lo que deberían es eliminarlas del todo, doña Asunción.
-Hombre, no se ganó Zamora en una hora, antes había más. El otro día dijeron en la radio que han ido reduciendo los arsenales.
-Da lo mismo, siguen quedando ojivas nucleares para reventar el planeta 300 veces.
-No señor, la gente exagera, dijeron que si estallaran a la vez sólo habría potencia para destruir el planera dos veces.
-¡Ah, sí! menudo consuelo, doña Asunción.
-Y, hablando de otra cosa, no lo vi en la manifestación contra las prospecciones petrolíferas.
-Es que con lo de las energías me lío, ya le dije el otro día que el hidrocarburo me confunde.
-O sea, que está a favor de que saquen petróleo.
-Hombre, es que algunos de los que llaman a manifestarse en contra (no todos, eso es verdad) son los mismos que andan emperretados tratando de poner la gasificadora.
-Ya sabe cómo va por aquí la cosa política, don Virgilio.
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-Y no sé a qué viene tanto gas y tanto petróleo, cuando aquí tenemos sol, viento, corrientes marinas, biomasa… Canarias es un paraíso para las energía renovables, y eso es lo que habría que impulsar, y ser cada vez menos dependientes de las energía fósiles. canarias es el único lugar de España en que las energía renovable no son deficitarias, no necesitan subvención.
-Como haya negocio, un día de estos intentarán colocarnos una central nuclear.
-No se extrañe, doña Asunción, porque algún negocio querrán hacer con las ojivas nucleares que se les van pasando de fecha.
-Ya lo creo, ya hacemos papas arrugadas con papas cultivadas en Chipre… Así que usted pasa de lo del petróleo.
-No es eso, es que me da pereza discutir algo que es tan evidente como que La Tierra tiene dos polos.
-Que dicen que pueden cambiar de sitio si la tormenta solar esa se pasa de rosca.
-Esa es otra, doña Asunción, esa es otra.