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Mover la pelvis

zMegan_cuerpos[1].jpgYa sabemos para qué se han montado las megaempresas de la comunicación. Es evidente que para retransmitir fútbol y para cotillear sobre los personajillos sin oficio ni beneficio que pululan por la prensa del corazón. Eso es lo que produce audiencias y por lo tanto dinero, y nos dicen machaconamente que eso es lo que el público quiere, pero no es así, porque el día que se empeñen en que veamos en hora punta un documental sobre la cría de gusanos de seda, pues a lo mejor lo vemos. Así que este furor televisivo del fútbol y el cotilleo es inducido, y produce por lo visto mucho dinero, que pagamos todos, porque proviene de la publicidad y esta se incluye en el precio de las cosas. Aunque usted no vea los programas del corazón o los partidos de fútbol, cada vez que compra un yogourt o una camisa, indirectamente está contribuyendo a mantener la orgía de pasta indecente que cobran unos y otros. Y como son fuente de un gran negocio mediático, se pagan cifras astronómicas por un futbolista, y se le mantiene el ritmo de la estupidez a las dos docenas de belillos y mentecatos que se casan, se divorcian, se lían y se deslían. De manera que el futuro está en mover bien la pelvis, bien sea en una cancha o en una cama. La universidad, para los desgraciados sin visión.

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Amanece

zzamaneciendo-playa-mar[1].jpgCada día nos levantamos con la idea de que es un día más, un fastidio, tenemos que ir a trabajar y aguantar hasta que volvamos a casa. Pero no es así, cada día es un regalo, algo con lo que no contábamos (o no debiéramos) y que sin embargo está en nuestras manos para que lo usemos. José Luis Cuerda hizo hace unos años la película más fantástica y curiosa del cine español en varias décadas; me refiero a Amanece, que no es poco, que pasa por ser un disparate. Y resulta que no, que aunque es muy divertida, es una película muy seria, hasta el punto de que el sol acaba saliendo por el oeste, cosa bastante irregular y contra natura, pero sale, que es lo importante, y en esa escena se resume toda una filosofía de vida, el famoso carpe diem de los latinos, vive el momento, porque mañana lo mismo el Sol no sale por ninguno de los puntos cardinales; y aunque salga por el oeste, amanece, que no es poco.

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Propósitos

zzzFoto0544.JPGSiempre fue una manida tradición en los medios hablar de los propósitos personales para el nuevo año, pero esta vez, cuando están cayendo chuzos de punta, es comprensible que casi no se atrevan a hablarle a la gente de proyectos de mejora: reintentar por enésima vez estudiar inglés, dejar de fumar, comer más sano, aguantar en el gimnasio más allá del primer mes… Durante estas fiestas a la gente incluso le daba cierto reparo pronunciar una felicitación, y habrán observado que se dice menos «felicidades» y se usan más expresiones como «que todo vaya mejor» o «que tengas un buen año». No ha habido consigna, sino una reacción del inconsciente colectivo, que va con pies de plomo porque cada hora que pasa viene otra racha nueva del viento del desánimo. Creo que quienes dirigen este país debieran decir a la gente cuál es el proyecto, qué se persigue, cómo ha de colaborar cada uno, y juntos tratar de salir adelante como colectividad. Pero no dicen nada, cortan aquí, ajustan allá, atemorizan acullá, y así no hay manera de crear esperanza y ponerse las pilas para salir del bache. Si se supiera cuál es la dirección, habría más ilusión, pero con la sensación de que todo se hace o se deshace para nada es más complicado. Claro, es que la mayoría de los dirigentes no han llegado a plantearse esto porque siguen cobrando salarios altísimos, y me temo que mientras puedan raspar esos salarios del presupuesto les dará igual lo que nos pase a los demás e incluso lo que le pase al país. Ojalá me equivoque y cambien el chip, hace falta. Ya saben, les deseo el mejor año posible.