Envidia española pata negra
Supongo que ya saben que el restaurante Bulli de Ferrán Adriá, después de haber sido durante cinco años el número uno del mundo, ha pasado al número dos (y eso que va a estar dos años cerrado). Pero lo que más me ha llamado la atención es cómo los grandes medios nacionales, fueran radio, televisión o periódicos digitales, dieron la noticia con una celeridad y unos titulares tremendos: «Adriá cae del trono», «El Bulli ya no es el mejor del mundo», «Acabó el reinado de Adriá…» Se urgía la noticia como si se estuviera deseando. No vale que haya puesto el nombre de la gastronomía española en el mundo, ni que haya reinado durante cinco años, ni que siga siendo de la élite (es el número 2). Nada de eso vale, parece que estaban esperando su caída, que no ha sido tal, pero así la cantan. Este país es increíble, envidia pura intravenosa, pues pasa siempre, ya que cuando Penélope no ganó el Oscar hace un par de meses (estaba nominada con otras cuatro grandes actrices) aplaudieron, y volvieron a sacar la tontería de que si Sara Montiel, que si ya se lo tenía muy creído… Y de Sara Montiel y sus fastuosas «actuaciones», en el cine americano ya les hablaré otro día, porque eso sí que fue un «bluff».