Dilo tú primero, coronel, dilo tú primero
Últimamente hay que andarse con cuidado, porque cada cual tiene su propia idea de la actualidad política y se va haciendo norma que por lo visto hay que compartirla sí o sí. Y empieza a pasarnos como al campesino mexicano, cogido en medio de la revolución. Sirva de reflejo de lo que ya está pasando a diestro y siniestro (literalmente):
El campesino viajaba de Durango a Mazatlán y se cruzó con unos jinetes que le preguntaron:
-¿De quién sos tú, manito?
-De Zapata, ¡Viva la revolución!
Y le dieron dos puñetazos..
Siguió caminando y se cruzó con otros jinetes que le preguntaron:
-¿Y tú de quién sos, manito?
-De Pancho Villa, ¡Viva la revolución!
Y le dieron tres patadas en la espinilla.
Siguió caminando y se cruzó con unos tipos que venían en un coche americano que le preguntaron:
-¿Te han pegado porque eres de Victoriano Huerta?
-No, les dije que era de De Carranza.
-¿Y eres de Carranza?
-Sí. ¡Viva la revolución!
Y ya estos le dieron una paliza por unanimidad.
Maltrecho, el campesino por fin llegó a Mazatlán, y se le echó encima un coronel revolucionario con dos pistolones a las caderas, que le apuntaba con un rifle.
-¿Andas herido manito? ¿De quién sos? -le preguntó.
Y el campesino, después de mirarlo varias veces, contestó:
–Dilo tú primero, coronel, dilo tú primero.