Archivos mensuales - Mes: mayo 2013

Los ingleses esperaron durante años a que Ricardo Corazón de León volviese de Las Cruzadas para poner orden en su reino amenazado por su hermano Juan Sin Tierra; los alemanes esperaron también el regreso desde Tierra Santa de Federico Barbarroja, y a ambos se les imaginaba galopando un hermoso caballo blanco. Los portugueses, para no ser menos, esperaron la vuelta del rey Don Sebastián, pero este, al contrario que los dos anteriores, nunca volvió. Por supuesto, también lo esperaban a lomos de un albo y brioso corcel (hay que darle un poco de retórica al asunto). Ingleses, alemanes y portugueses ponían su fe en el regreso de un salvador de la patria, amenazada entonces por diversos peligros. Tanto creían los portugueses en el jinete salvador, que lo esperaron durante más de trescientos años, mucho más tiempo de lo que alcanza la vida de una persona, pero como estas cosas tienen que ver con la magia, nunca perdieron la esperanza.
Hay regiones de Brasil (entonces era portugués) donde aun hoy esperan a Don Sebastián. Esto ha dado lugar al sebastianismo, y después de oír a Aznar proclamar su disponibilidad para volver si su país lo requiriera (no sé como los países requieren a alguien), por lo visto solo falta que se disponga de un lustroso caballo blanco para que el jinete insomne y entregado a la salvación patria vuelva para liderarnos. Que haya gente que crea que la salvación de un país está en manos de un solo hombre es fanatismo, pero si ese mismo hombre cree que él es la única solución, entonces estamos hablando de otra cosa, y no digo la palabra porque mi madre me decía que calladito soy clavado a Gary Cooper.

Gila decía que los niños son unos «locos bajitos», definición que dio lugar a una canción de Serrat. A los niños se les ha tratado de definir de muchas formas, pero la psicología evolutiva ha demostrado que, desde luego, no son hombres en pequeño, como se dijo durante siglos.Los niños ven el mundo en contrapicado, porque como son pequeños lo ven todo más grande, y podemos contar cómo un lugar o una persona que recordábamos haber visto de niños y nos parecía enorme (sobre todo en la altura) nos sorprende por su pequeñez, porque de adultos lo vemos desde otra perspectiva. Lo curioso no es cómo ven los adultos a los niños, sino cómo expresan ellos lo que les parece el mundo de los mayores. Hay un libro que se edita y reedita periódicamente en distintas versiones (por países) en América Latina, en el que se recogen las definiciones más curiosas que salen de la percepción característica de los niños. Son curiosas las definiciones que hacen de Niño: 1) Humano feliz. 2) Damnificado de la violencia. 3) Amigo que tiene el pelo cortito, no toma ron y se acuesta más temprano. Veamos otras definiciones:
Adulto: Persona que en toda cosa que habla primero ella.
Violencia: Parte mala de la paz.
Agua: Transparencia que se puede tomar.
Campesino: No tiene casa, ni plata. Solamente sus hijos.
Dios: Amor con pelo largo y poderes.
Oscuridad: Es como la frescura de la noche.
Soledad: Tristeza que le da a uno a veces.
Sombra: Movimientos de cada persona en la oscuridad.
Guerra: Gente que se mata por un pedazo de tierra o de paz.
Sexo: Una persona que se besa encima de la otra.
Pero de todo, lo que más me ha impresionado es lo que dicen de un templo religioso. Un niño dijo: «La iglesia es el lugar a donde uno va a perdonar a Dios».
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