Hay un sector de la sociedad de una voracidad insaciable. Es el que se corresponde con el llamado Tea Party norteamericano y que en España ya se muestra en público como grupo con el nombre genérico. Viene a ser el negativo del movimiento 15-M, y en su ideario -bien aireado en tertulias de algunas televisiones monotemáticas, pequeñas pero peligrosas- ataca frontalmente el estado social, y predica la demolición de los sindicatos, los partidos políticos o los convenios colectivos. Para esta gente, el PP es un esclavo de la izquierda, y el peligro consiste en que no se presenta como ultraderecha, sino como una entidad sin ideología que reivindica el poder para la sociedad civil, siempre y cuando esa sociedad sean ellos. Como incluso preparan una enmienda a la totalidad de la Constitución, está claro que lo quieren todo; es decir, quieren arrasar con todo lo de los demás porque ya ellos están muy bien posicionados. Este discurso es muy peligroso en tiempos difíciles, porque es la antesala del totalitarismo que dice combatir. El problema es que los partidos democráticos no le están dando importancia, y de esta manera el monstruo puede crecer, porque una población angustiada por la crisis es más proclive a escuchar cantos de sirena.
3 opiniones en “Discursos peligrosos”
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Mi ideario empieza por la abolición de la Constitución de 1978; la declaración de la República Federal; la abolición del Tribunal Constitucional; elección directa de los tres poderes; elección parlamentaria del Jefe del Estado, que jamás será jefe de las Fuerzas Armadas; supresión del Senado, las Diputaciones y Cabildos; supresión de los municipios de menos de 10.000 habitantes, salvo los casos evidentes; anulación de la «Ley Michavila»; supresión de los convenios sectoriales; anulación de las ayudas a los sindicatos, partidos políticos, religión de cualquier confesión, todo tipo de actividades que no sean la sanidad y la enseñanza (no la cultura).
Nada de dietas, sueldos marcados por Ley, coches sólo para actos oficiales, nada de tarjetas o teléfonos móviles. Potenciar la investigación, la policía, el endurecimiento de la Ley para que haya justicia y no defensa de los delincuentes.
Ayuda a los discapacitados, parados, enfermos, y lo demás que cada cual se lo pague.
Supongo que por eso soy un facha redomado. Yo no veo las televisiones a las que te refieres, de hecho no veo ninguna. Y por eso, quizá, no soy un borrego adoctrinado.
Yo suscribiría lo que dices al ¿80%? Lo de la no defensa de los delincuentes me parece fuerte, porque hay que establecer primero que lo son. Yo sí veo esas y otras televisiones, alguien que como yo hace un blog de estas acaracterísticas tiene que saber de qué van los otros. Mera información.
La noche del 13 al 14 de abril de 1931 se hizo una declaración elemental que daba cuerpo jurídico a la República naciente. Siempre me impresionó que se añadieran dos párrafos (uno contra la Iglesia, otro contra el Ejército) que nada tenían que ver con aquella declaración formal de intenciones. Supongo que todos tenemos ese rejo que nos sitúa como seres humanos que somos. Yo también hago -muy modestamente- toda una declaración y al final añado un par de elementos de mi cosecha.
Uno, que está más que claro que el sistema judicial español está superado, y si no, ya verás tú lo que irá pasando en cuanto el Fiscal General del Estado sea del PP y se empiece a castigar a los ahora protegidos del PSOE. Ya hablaremos. No es que me refiera al chorizo, al ladrón, al asesino, no. Y tú sabes lo que digo.
Dos, hombre, si nos ponemos, todo el mundo sabe a qué se dedican las televisiones esas radicales, esas que llaman «extrema derecha» al PP y las otras, que han llamado «sodomita» a un homosexual. Otra cosa es verlas.
Me quedo hoy con la reflexión en «Facebook» de un amigo mío:
Qué clase de mundo es este donde todos están esperando un teléfono en vez de esperar una llamada.
Saludos.