Tranquilos, ya el Papa está aquí

zxxxxDSCN3677.JPGQue nadie se preocupe, todo está bajo control, ha venido el Obispo de Roma en persona en ayuda de España. Monseñor Cañizares ya lo dijo la semana pasada: «El problema no es la crisis, el problema es que hemos dado la espalda a Dios». Si esto es así, yo creo que al señor cardenal se le ha trastabillado la frase, porque lo que más bien parece es que es Dios quien nos ha dado la espalda a nosotros. Pero ya ha venido el Romano Pontífice a poner remedio. Por si no estuvieran enconados los ánimos, más leña al fuego, aquí lo que prima es el maximalismo, atrincherados unos y otros. No estoy seguro de si el Papa viene a despedir a Zapatero o a hacerle la campaña a Mariano Rajoy. Todo se aprovechará, y es tan importante su visita que el Rey interrumpe sus vacaciones mallorquinas para besarle el anillo.

3 opiniones en “Tranquilos, ya el Papa está aquí”

  1. No estoy de acuerdo con ese comentario. No me parece que se pueda enjuiciar al papa por su sonrisa, ni a la Iglesia porque excomulgue a madres abortistas. En todo caso, su pompa, pero no por sus creencias.
    Sí, a un católico le puede parecer (y es legítimo) que la sociedad ha dado la espalda a Dios y eso es la raíz del mal.
    Pero muchas veces se nos va la mano, y hay mucha, muchísima gente que viven su fe con honradez y para bien de los demás, que con actitudes como esa son insultadas.
    No, no estoy de acuerdo.

  2. Pues yo, Emilio, qué quieres que te diga. Con tanto buen rollito, tantas hermanas con el hábito portando guitarras y banderas, tantos besos en la mejillas entre los voluntarios que han venido desde todo el mundo, muac, muac, tanto pregónsobre la Buena Nueva, el amor y la fraternidad y la fe y la esperanza, estoy pensando en revisar seriamente mis creencias personales y puede que me haga católico.
    Lo dicho. Voy a tener que replantearme seriamente eso de llegar virgen al matrimonio -aunque no encuentre pareja hasta los cincuenta-; una vez que lo consiga -casarme, claro-, tener todos los hijos que Dios quiera sin utilizar métodos anticonceptivos, aunque la crisis amenace con dejarme la cuenta corriente en números rojos por los siglos de los siglos -que ya se sabe, los hijos vienen con un pan bajo el brazo-; quitarle el saludo a todos mis amigos homosexuales y no dejarles pasar al umbral de mi casa -no vaya a ser que se me pegue alguna «desviación» o «enfermedad»; exigir al gobierno que le dé a la religión a la que pertenezco un subsidio vitalicio para poder continuar la labor evangélica y llevar junto a mis hermanos el mensaje de Dios a todas partes; no dejar que las mujeres que lo deseen puedan abortar, a ver qué se han creído ellas para disponer de su vida como se les antoje: si se quedan embarazadas, que carguen con su responsabilidad y su felonía; imponer la clase de religión a todos los jóvenes que últimamente andan un poco descarriados con tanta libertad sexual y tanta revolución feminista; prohibir el uso del condón en África, puesto que la moral sexual basada en la abstinencia y las relaciones matrimoniales cuyo fin es la procreación debe ser llevada a rajatabla aunque tenga tan alto coste en vidas humanas -al fin y al cabo, si nos hubiesen hecho caso, no estarían todos muriéndose de sida-; poder limpiar mis pecados -que no son muchos ni importantes, pero algo hay- gracias al sacramento de la confesión para poder conciliar mi conciencia por las noches antes de ir a dormir; y, por último, considerar a pies juntillas que esta moral ancestral que no ha cambiado en tantos siglos -por algo será- no sólo es válida para mí sino para todos los demás aunque no defiendan los mismos valores que yo.
    Así podré morir tranquilo. ¿Acaso no vale todo esto el consuelo de la vida eterna?
    Saludos.

  3. No sé si un cristiano vive o no con honradez, creo que todas las personas debemos vivir así, de una forma honrada, aunque el mundo esté mal repartido, y haya hambre . guerras, y gente que lo pasa muy mal para sobrevivir, pero eso se le presupone a los que se dicen que perteneces a una religión, donde habita gente de la teoría de la liberación y con amnistia Internacional.
    Pero nunca la llegada de un Papa había suscitado tanta polémica ni enfrentamientos. Quizás la crispación que se vive mos lleva a eso. Nunca se hacían cuentas de lo que costaba estas visitas. El Papa daba su bendición iba a algún lugar y ya está. La visita más comentada y aireada fue la de Juan Pablo II a Cuba, eso lo capitalizaría muy bien Fidel, porque a EE.UU no le quedaba otra que retransmitirla, cada uno habló de cosas diferentes y Fidel le regaló algo al Papa. En realidad yo veia a dos hombres que luchaban por sus ideales. Y me dió pena. de ambos.
    Hoy creo que iba al Escorial, no sé por qué , no es solo un recinto sagrado fue el palacio de Felipe II y ahí se entierran todos los Reyes de España y las infantas.
    De todas maneras el Escorial bien vale ser visitado.
    He ido varias veces, una de ellas fue el dia anterior a que fuera al T.O.P , se que mi padre quiso pasar el dia allí le gusta mucho y a mi siempre me explico cada rincón de El Escorial.
    Y sigo pensando por qué esta vez la gente indignada o no protestamos por un dinero que siempre se le ha pagado a la Iglesia y nadie se inmutaba, la respuesta está en el viento-

Responder a Rubén Benítez Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.

En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.