Blad Runner: la que nos espera
En los próximos meses nos llegará todo tipo de mensajes, nos venderán motos de todas clases y a estas alturas ya no creo en grandes palabras salidas de la boca de quienes luego las mancillan apenas tocan poder. Creo, por supuesto en esos grandes conceptos, pero cuando escucho a despilfarradores hablar de austeridad, a corruptos invocar la transparencia y a ineptos pregonar la eficacia, me entra la risa. Ya verán: unos dirán que hay que acabar con la autonomías porque desangran España, otros que hay que profundizar y llegarán al federalismo e incluso a la independencia en sus discursos, todos clamarán que la culpa es de los otros, pero ya yo no sé quienes son los otros, y llegado a este punto me acuerdo de la frase atribuida a Pío Cabanillas: «yo no sé si soy de los nuestros». El colmo del absurdo, Faemino y Cansado en su apogeo, Groucho Marx en su mejor momento, Cantinflas en plenitud. Bla, bla, bla, y todos se limitan a ser diligentes en la oposición y paquidermos en el poder.
Y esto va a durar hasta el 20-N y más allá, como en Blade Runner: «Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Urbanizar Tindayas radiactivas más allá de Orión. He visto diputados, senadores y ministrables brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäuser…»