La foto de Saúl Santos
Esta fotografía encabeza esta madrugada del 2 de agosto la portada de la edición digital de Canarias7. Aparte de su espectacularidad y su belleza plástica, es una fotografía que plasma todo el dramatismo de los momentos que vive La Palma, una isla que en la zona de Fuencaliente tiene una histórica y terrible relación con el fuego, sea el de sus montes ardiendo o de sus volcanes arrancando el fuego desde el centro de La Tierra.
Para quienes amamos el patrimonio natural de una de las islas más bellas del mundo, lo que está ocurriendo es una gran tragedia, aunque acabe ahora mismo, y ojalá haya acabado cuando estas líneas lleguen a otros ojos. Pero más allá de esta importante consideración, es lo humano lo que más conmueve. Hay que pensar en lo terrible que es el fuego rodeando las viviendas, los cultivos, los lugares de trabajo. Me temo que estas serán unas imágenes que quedarán grabadas como símbolo del desastre en todos los que las viven directamente. Es como una guerra, un bombardeo destructivo e irracional.
Y aunque tiempo habrá de reflexionar, no entiendo por qué cualquiera puede comprar un volador o un petardo en unas islas que con el calor arden como yesca. La pirotecnia debiera estar sólo en manos de profesionales y con unas medidas de seguridad muy rigurosas. Y aunque sea una frase hecha, no se juega con fuego, nos va en ello la vida. Esta foto, en su esplendidez narrativa, debiera convertirse en un pasquín de aviso para siempre.