Majestuoso Valle de Tasarte

Tasarte, Tasartico e Inagua, en los “caminos” del incendio forestal

El incendio de este fin de semana vuelve a activar todas las alarmas en estos remotos valles de la Gran Canaria más aisladas. Hasta la construcción de la carretera en el año 1954, la actual GC-200 que une Mogán con La Aldea de San Nicolás, la población de Tasarte y Tasartico ha vivido la dureza de la cotidiana subsistencia. El apego a su tierra es infinito. Están rodeados por puntiagudas montañas, zona de escasa pluviometría y altas temperaturas, sobrevivieron a la riada de agua del año 2009. Todo esto les convierten en unos singulares “héroes”, emulando a los antiguos guayres que bautizaron su recóndita naturaleza.

Tasarte y Tasartico: al otro lado de las montañas

Tras las cumbres de Hornos e Inagua, se encuentra el Valle de Tasarte. Configura una cuenca hidrográfica de más de 12 km de longitud con una superficie aproximada de 30,90 km2. Su punto más alto es el Cañadón de Tasarte, a casi 1.322 metros de altitud s.n.m., entre las Montaña de Inagua, de Los Hornos y de Ojeda. Su desembocadura directamente en la mar (Playa de Tasarte).

La Montaña de Lobas (Aslobas, Adlobas o Asloas) una señorial elevación, que con su esplendorosa forma piramidal corta el aire hasta los 998 metros de altitud donde confluyen sus vértices, une los Valles de Tasarte y Tasartico. Es el fruto de las diferentes coladas basálticas más antiguas de Gran Canaria (14,5 millones de años antes del presente). Allí se encontró el tubo volcánico, probablemente uno de las más antiguos del planeta, hasta ahora se han recorrido los 35 metros del tubo principal y el hallazgo de restos óseos de otros animales, algunos ya extinguidos como la rata gigante de Gran Canaria, además de fósiles vegetales y trozos de cerámica, abren un amplio abanico a la investigación científica en los campos de la biología, la botánica, la geología y de la historia.

Estos agrestes parajes de extraordinario valor se encuentran protegidos con la figura de Parque Rural del Nublo, así como, están dentro de la Reserva de la Biosfera, enmarcados en una unidad del relieve denominada “Barrancos y Cuchillos del Suroeste”, un espacio localizado en el exterior de la Caldera de Tejeda.

De origen amazighe

Los topónimos canarios Tasarte y Tasartico, siguen en continuo debate e investigación. Tasarte es el nombre común de un pez epipelágico, abundante en los mares canarios-saharianos. El Orcynopsis unicolor fue catalogado en 1817. Pero, Tasarte, también es el nombre de un personaje histórico del mundo aborigen:  un guayre (jefe indígena).

Lo que no cabe duda que los topónimos Tasarte y Tasartico, podrían derivarse o relacionarse con algunos vocablos bereberes como tasarut, tasart, tasersart, tazart…, con lo que estaríamos hablando de lugares con significación a fortaleza montañosa, a cerradas y gargantas, a caideros y cascadas, a valles de higueras. Un debate abierto.

Su patrimonio caminero, histórico y natural.

Lo más evidente es que los antiguos caminos reales y sendas pinocheras de Inagua (o Linagua), eran las salidas habituales para los tasarteros. Aquellas antiguas vías pedestre que se recorrían para ir a buscar un futuro diferente. Hoy esos Andenes y caminos están siendo horadados por las llamas de un voraz incendio forestal que avanza quemando los pocos árboles y matorrales de alto valor ecológico.

Y es que todo el Valle es una delicia para los amantes del senderismo. Su infinidad de barranquillos, cárcavas, montañas y degolladas, forman un auténtico laberinto de caminos que, permiten, paso a paso, descubrir la rica etnografía: antiguos hornos de teja, hornos de pan, las viviendas más antiguas, algunas de ellas de piedra con más de tres siglos de antigüedad; sus bellos palmerales endémicos, una rica biodiversidad; así como, la vida subacuática de unas playas salvajes y de leyenda.

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