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Estanflación

La crisis económica que a todas luces estamos sufriendo estaba larvada desde la década anterior, por mucho que los grandes medios, siempre bien motivados a golpe de subvención, intenten disimularlo con Putin o el cambio climático.  Ya en 2018 los innumerables indicios de desaceleración económica resultaban evidentes, por mucho que ahora intenten vendernos la moto de que es algo que acaba de aparecer, algo fortuito, que nada tiene que ver con la ausencia de cordura de unos gobiernos totalitarios obsesionados con su agenda 2030.

Pese a que en EE.UU ya habían adoptado, desde hace meses, medidas similares, en la zona euro la autoridad monetaria responde con dureza ante el empeoramiento de la inflación, que supera más de cuatro veces su objetivo. Los tipos de interés se sitúan ya en el 1,25% tras dos incrementos consecutivos. El consejo de gobierno del BCE, con sede en Frankfort, actúa tarde, pero con aparente energía subiendo los tipos de interés en 75 puntos básicos, en el mayor encarecimiento del precio del dinero de su historia. Dinero que llevan años imprimiendo a espuertas, sin medida ni límite.

Con la crisis sanitaria y sus proyecciones totalitarias el problema se aplazó, pero continuaba incrementándose, con el efecto multiplicador del desastre generado por esta clase política. Si ya le daban a la “maquinita del dinero” con unas políticas monetarias de ciencia – ficción, con la dictadura sanitaria que implantaron, regaron de dinero inexistente, carente de respaldo económico. El BCE sí ha causado este caos por imprimir billetes de la nada y tener los tipos durante 12 años entre el 1% y el 0%, todo ello ha generado endeudamiento, inflación y consecuentemente contracción económica, es decir, estanflación. Es una pauta que se repite cíclicamente, pero los multiplicadores van aumentando exponencialmente. Todo este galimatías de cifras aburre, pero se traduce en el alza de precios cuando vamos al mercado, en aumentos muy importantes de nuestra hipoteca y que ya se hace insufrible cargar combustible. A nivel empresarial me ahorro comentarios…

El  precio de los suministros energéticos a finales del 2021 ya estaba disparado y nuestro gobierno continuaba prometiéndonos que pagaríamos lo mismo que el año anterior, que no nos preocupáramos, mientras recaudaba cifras nunca vistas con los impuestos derivados de esos mismos suministros. Pese a todo lo que está ocurriendo, seguimos sin valorar la independencia energética de una nación. Se sospecha, además, que no será la última, puesto que el organismo monetario pretende bajar la inflación en el 2% a medio plazo.

Al parecer, la finalidad de esas medidas es luchar contra la inflación desbocada. El problema es que, en ocasiones anteriores, siempre que se han utilizado este tipo de “soluciones”, la economía ha entrado en recesión. Esta regla se cumple siempre. Personalmente en el día a día, no observo grandes diferencias entre recesión y  estanflación, sobre todo porque uno termina angustiado por la presión que soportamos en todos los frentes, pese a que nos quieran anestesiados. Apuntan a que el BCE no causará una recesión por subir tipos, dado que la contracción económica es por la inflación desbocada y la deuda descomunal. Intentan agobiarnos limitando los consumos, que ya están mermados porque no podemos pagarlos, o por si nos quitamos la corbata, el principal problema está en gobiernos como el español, con una deuda externa desbocada y una política de gasto público de verdaderos psicópatas. Estoy convencido de que su Sanchidad se siente seguro, porque finalmente el BCE no va a continuar con sus incrementos de tipos y volverá a inyectar dinero gratis e inexistente, para que podamos seguir hundiendo la economía, mientras pintamos semáforos inclusivos.

Este pasado mes de agosto ha registrado un IPC récord en el 9,1%, por lo que no se puede hablar de que las medidas aplicadas hasta la fecha por el equipo de Lagarde hayan obtenido resultados . Por eso, intentan desviar tanto la atención hacia los orígenes del problema. Nos abruman con la crisis climática y el conflicto ucraniano, para que pensemos que esta situación se ha generado este 2022, que es algo nuevo y que ellos no tienen ninguna responsabilidad. 

La guerra en Ucrania se vio favorecida por la trampa auspiciada por EE.UU desde 2005-2014 de radicalizar a Rusia con el paño rojo de la OTAN, empujándola a cometer lo irreparable en Ucrania para aislarla definitivamente de Europa y reforzar la dominación estadounidense del continente. Resulta incomprensible que la obsesión del equipo demócrata de USA por contener la estabilización de Rusia ha hecho que el Sr. Biden desprecie la amenaza de China, la nación de mayor potencial del planeta desde hace años. Es jocoso, que los medios nos vendan a una rusia desgastada y aislada, mientras son muchísimos más los países que apoyan el entorno BRICS , siendo la ciudadanía europea la que se está pauperizando de forma alarmante y creciente.

Ninguna simpatía por el teatral presidente Zelensky, pero tengo mucha empatía y afinidad con y por los ucranianos, que están sufriendo esta terrible situación por las calamitosas orientaciones de su gobierno. Este conflicto es una guerra de Estados Unidos contra Rusia. Por tanto, la cuestión es intentar dilucidar los orígenes, la guerra civil que asolaba el Donbass y sobre todo a quién beneficia este caos.

Pero a lo que ahora nos ocupa, posiblemente el BCE recortará el crecimiento de la economía para este año por debajo del 3% y de un 2% como tope para el año próximo. Tener en cuenta que el cuadro macro de la inflación de este ejercicio superará el 7%. La autoridad monetaria va a utilizar la liquidez que “imprime” para seguir comprando deuda de los Estados miembros. De aquí a que finalice el año, los analistas consideran que un 30% de los fondos disponibles irán a parar a Italia, el 15% a España y otro 10% a partes iguales entre Grecia y nuestros vecinos portugueses.

El empobrecimiento de las clases medias es un hecho evidente, progresivo y constante. Según un informe de la OCDE: “la clase media española pierde peso y cae a niveles de los años noventa”. Atendiendo a los datos de renta neta media anual en España se considera clase media a aquellas personas que obtienen entre 9.201 (75% de la renta media) y 24.538 (200% de la renta media) euros netos anuales. En definitiva, todo esto aumenta la pérdida de poder de ciudadanos y naciones en favor de las corporaciones globales. Son los mercados los que tienen sentido de Estado, como constantemente nos recuerda el globalista George Soros. Tal pérdida de independencia gubernamental promueve un debilitamiento de la soberanía popular y de la democracia respecto de los tres poderes: ejecutivo, legislativo e incluso judicial. Día a día lo estamos sufriendo. Por eso hay que pensar en el mañana.

Luis Nantón Díaz

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Democracia defectuosa

Es una verdadera pena, pero los de la blanca Albión no comprenden a España. Es una lástima, pero los ingleses no entienden las cosas “chulísimas” que hace el gobierno de su Sanchidad, que es casi como hablar de su graciosa majestad. El singular índice global de democracia correspondiente al ejercicio 2021 publicado por la revista británica “The Economist” posiciona a nuestro país, por primera vez, en el grupo de naciones que han sufrido un deterioro democrático y descienden en el ranking hasta situarse entre los países calificados como «democracias defectuosas”. No es de extrañar en un sitio donde el tribunal Constitucional, la más alta instancia judicial de la nación, condena reiteradamente al gobierno por vulnerar gravemente su carta magna, por liquidar derechos y libertades, por actuar como auténticos sátrapas orientales, y no pasa nada. Bueno, si pasa, ya nuestra voraz clase política se ha dado cuenta de que pueden actuar como quieran, que los tribunales fallaran dos años más tarde, y si te vi ni me acuerdo. Ya saben que tienen patente de corso.

Al final la nueva política que nos vendieron era como la vieja, pero con bozales chinos. Estábamos tan cansados de hablar de una eterna transición, que duro más que el régimen anterior, que las masas exigían más movimiento. Los campos infernales están llenos de rezos y plegarias atendidas y así vinieron las redes, los esperpénticos debates en ‘prime time’ y los políticos guapetes, jóvenes y sobre todo sin sustancia. Nos transformaron en consumidores, de ciudadanos pasamos a meros votantes, a códigos en los listados de la Agencia Tributaria. Pero como no era suficiente, nos inocularon un miedo, un miedo atroz a todo.

“The economist” atribuye principalmente la hispánica devaluación a una mayor debilidad en el parámetro que hace referencia a la independencia de la Justicia, un deterioro provocado por las presiones políticas a la hora de renovar el Consejo General del Poder Judicial, el órgano de gobierno de la Justicia encargado de garantizar su independencia.  Los especialistas evalúan la calidad democrática en base a cinco vectores fundamentales, de los cuales, el único que mantiene una nota respetable es el que mide el proceso electoral y pluralismo, con casi un 10. Se ve que aquí, la existencia de unos medios periodísticos, tanto prensa como televisión, absolutamente dependientes de las subvenciones del gobierno central y comunidades autónomas, no enturbia para nada la libertad de pensamiento, que permite procesos electorales libres e independientes. 

En relación con libertades civiles también obtenemos una valoración más baja, con un 8,24, pero ahora mencionemos varios ejemplos de escandalosos suspensos: En relación con el funcionamiento del estado, y de la administración en general, obtenemos un 7,14. El informe habla de una preocupante supremacía del ejecutivo, sobre el legislativo. Se destaca específicamente la perdida de independencia judicial de España en tela de juicio desde que Sánchez colocara como fiscal general del Estado a la ex ministra de Justicia de su Gobierno, Dolores Delgado. Un nombramiento realizado meses después de finiquitar de un plumazo la división de poderes del Estado al afirmar que la Fiscalía depende del Gobierno. Con lo que le gusta contar historias al gran timonel, hay veces que es rotundamente claro y sincero. A ello, se añade, de acuerdo con el análisis que se incluye en el Índice, los problemas derivados de la «fragmentación parlamentaria», la «letanía de escándalos políticos» y el «radicalismo nacionalista» sobre todo tras el fracasado golpe de estado en Cataluña. Todo ello, concluye, constituyen «riesgos para la gobernanza». Que forma tan aséptica de definir a una incipiente república bananera.

El grupo de países considerados «democracias plenas» se ha reducido a 12 por la salida de este de España, que se desplaza ocupando el puesto 24 y en el que sólo incluye a los países europeos, el 14. Entre los análisis europeos, destaca junto con Italia la perdida de confianza en las estructuras políticas, y un hartazgo indefinible frente al creciente y crónico problema de la corrupción. La nota que ahora se atribuye a la democracia española es un 7,94 frente al 8,12 que recibía en el índice anterior. Y todos estos análisis, se cuidan mucho de comentar clara y rotundamente, la deriva totalitaria que esta enfermando a la mayor parte de los gobiernos occidentales. Con la excusa sanitaria, con inexistentes comités de expertos, se han adoptado multitud de medidas enormemente restrictivas, que la ciudadanía ha aceptado por un miedo irracional que es promocionado y mantenido diariamente por esos mismos gobiernos.

Y mientras queda patente la devaluación de nuestro sistema de gobierno, la eclosión de encubiertas dictaduras y de gobiernos progresivamente ineficaces, aumenta inconteniblemente la ruina económica. Lo ideal es comparar los parámetros macroeconómicos con datos no tan alejados en el tiempo. Por ejemplo, el sideralmente desbocado gasto público. En 1980 el Gasto Público era de casi 30.000 millones de euros, cuando nuestro PIB era de 159.000 millones y nuestra población de 37 millones  y en aquellos momentos nuestro Gasto sobre el PIB era de un escaso 18,9 %. La evolución del Gasto Público en absoluto va relacionada con la población, pues en 1990, es decir una década después nuestra población había crecido sólo un 3,23 % , mientras que nuestro Gasto Público lo había hecho en casi un 350 % y a su vez nuestro PIB lo había hecho en algo más del 150 %, lo que nos llevó a un Gasto sobre PIB del 34 % y en sólo una década a casi doblarlo. En el año 2000 y con respecto a 1990 de nuevo nuestra población crece un 4,6 %, mientras que nuestro Gasto lo hace un 88 % y nuestro PIB lo hace un 61 % lo que ya nos aproxima a la preocupante cifra del 40 % del Gasto sobre el PIB.

Y así llegamos al oscuro 2020, con la pandemia china, en donde la población en 10 años creció un 1,6 %, mientras que nuestro Gasto lo hizo un 20 % y nuestro PIB en 10 años sólo un 4,6 %, encaminándonos a dilapidar el 53 % del total de nuestra producción e iniciando un camino que nos arrastra al 60 %, donde muy posiblemente colapsaremos la economía nacional. Pero examinando el período de los últimos 40 años, nos encontramos que la población española ha crecido un 26 %, es decir hemos incrementado en casi 10 millones la población , nuestro PIB ha crecido un 605 %, o sea hemos multiplicado por algo más de 7 nuestra producción nacional, pero la clase política ha multiplicado 20 veces el gasto público.

Estamos embarcados en una política desaforada de subida de gastos y subida de impuestos, mientras que los países de alrededor y de la zona euro está aplicando justo las medidas contrarias, empezar a frenar el gasto y a bajar los impuesto para reactivar la economía. Vamos justo en dirección contraria, mientras nuestro presidente y sus réplicas comunitarias nos embaucan con que todo va estupendamente.

Sirvan estas líneas para intentar evaluar, de forma muy general, la degradación de nuestras instituciones, tanto en lo relacionado con nuestras libertades y derechos, como en todo lo relacionado con un sistema de garantías sociales y estabilidad económica que se desvanecen aceleradamente.

Luis Nantón Díaz

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Postureo

Me siento apenado porque la reforma laboral no está avanzando. No porque le de valor al documento, ni crédito a sus autores, sino porque esto impide la evangelización de nuestra ministra, quien, con cargo al estipendio público, tenía programada una verdadera campaña de propaganda política, de la opción que está diseñando, con la excusa de explicarnos a todas, todos y todes la multitud de cosas “chulis” que hace el Gobierno de España.

El circo que dirige este gran prestidigitador que es Pedro Sánchez, y su grupo de amiguetes, amenaza seriamente el futuro de España y de nuestros hijos. No nos queremos enterar, miramos para otro lado, y pensamos que alguien va a resolver nuestros problemas, pero vamos proa al marisco y su Sanchidad cada día le mete más vapor a la máquina. El último informe de Cáritas pone de manifiesto que cerca de 11 millones de personas viven en situación precaria en nuestro país. Me quedo y acepto solo la mitad y me tiembla el cuerpo, pero sobre todo de vergüenza por nuestra patética pasividad. Sigamos desayunando tranquilamente mientras pensamos en estas cifras, y no nos extrañe que se estén pautando antidepresivos como si fueran pastillas para la tos.

Pero bueno, gracias a estas líneas, todavía no dependo de los antidepresivos, o de ver la tele compulsivamente para poder respirar. Por eso, en el fondo me cae bien la señora ministra, sobre todo si la comparo con Iglesias, Irene o Garzón. Bueno, con este último, cualquiera podría aparentar ser una cumbre indiscutible del pensamiento occidental. Pero en el fondo se trata de un cliché, de la nueva pose de la nueva izquierda. La izquierda caviar y globalizadora viste a la moda, lleva mechas e incluso visita al santo pontífice. Es como la pinta de niño bueno del Sr. Errejón. Si soy honesto, les estoy agradecido por la transparencia de sus formas. Los verdaderos pijos de hoy son progres, y requieren y exigen candidatos de su nivel estético, dado que ya no les pega un minero, un obrero de la construcción, o un agricultor. Eso queda poco chuli. Gracias a este comunismo de nuevo cuño, la izquierda abandona sus casposas y auténticas consignas, abandona el disfraz de obrera, y se muestra tal y como es. 

Mientras el ejecutivo continúa regalando miles de millones, de los que nos prestan, a las comunidades autónomas amigas, continúan entreteniéndonos con el circo mediático. Un asunto que debería ser estrictamente técnico, con números y datos sobre la mesa, materia de economistas y gestores, se vuelve a gestionar con criterios puramente partidistas. La misma historia desde hace cuarenta años: la puerilidad, la arbitrariedad, la corrupción como manera habitual de estar en la vida pública. Pero ¿con qué nos entretienen…? Pues con la clase política más cochambrosa que podamos imaginarnos. Mientras no cumplimos los calendarios de los fondos Next Generation, todo el mundo riéndose de las últimas chorradas de un cretino que preside una comunidad autónoma como Revilla, y sus vientos pandémicos. Menos mal que este no sabe ni que existen los Alisios.

Mientras anuncian una nueva subida del salario mínimo que desincentivará las contrataciones, bonos de alquiler que no se podrán ejecutar en casi ningún sitio, o bonos de ayuda cultural, que poco tendrán que ver con la desamparada cultura de este país, seguimos destrozando aún más una exhausta y depauperada economía. A su Sanchidad y colaboradores solo les interesan los titulares, las portadas, la publicidad. Otra cosa es cumplir. Los jóvenes lo que necesitan es tener la posibilidad de tener un trabajo estable y adecuadamente retribuido, donde crecer personal y profesionalmente. Pero crear empleo y riqueza no tiene nada que ver con arrojar migajas, para que la gente se acostumbre al pesebre.

Menos ridículas subidas de salarios mínimos, que el trabajador casi ni percibe, y menos se entera, pero que sí suponen enormes barreras para las empresas con márgenes cada día más aquilatados. Si quieres mejorar las cosas, que dejen de esquilmar a los autónomos, el colectivo más atacado por esta gente, en las últimas décadas. Es ahí donde se genera el empleo y la riqueza en este país. Que se dejen de innecesarios pasteleos y asuman el recorte de ministerios y de asesores, que se contenga el desordenado gasto público, que se desarrollen verdaderas estrategias de promoción, adaptadas a este país, y no a esa errática y malsana agenda 2030. Y puestos a pedir, que se pongan salarios más adecuados a estos tiempos, dado que esta clase política disfruta de auténticos regalos, sobre todo teniendo en cuenta su formación y experiencia. Porque si habláramos de resultados, estarían en la calle desde hace mucho tiempo.

Si pudiéramos recuperar algo de la sangre de anteriores generaciones, de nuestros padres y abuelos. Debemos aceptarlo, menuda energía tenían, menuda capacidad de sacrificio y superación. Claro que tenían defectos, no menos que nosotros, pero levantaron todo lo que estamos desmontando. Permítanme ser absolutamente políticamente incorrecto, aburridamente revolucionario e intentemos pensar como europeos de los de antes, de los de verdad, como herederos de la tradición cristiana y clásica, como nietos de Esparta y Atenas, hijos de Roma y amantes de Florencia, como oyentes de Bach y de Mozart, como lectores de Goethe y de Cervantes, como discípulos de Platón y de Baltasar Gracián, como fieles de aquel mundo que se suicidó el pasado siglo y que ha sido suplantado por una triste corporación de usureros, picapleitos y buitres con sede en Bruselas. Nadie nos va a regalar nada, nadie nos va a solucionar nada…solo nosotros.

Mientras, nuestro gran timonel solo piensa en sí mismo, en acaparar todos los espacios, las instituciones, los tribunales, la prensa, las consultoras, los consejos de administración… su Sanchidad, con esa mefistofélica sonrisa que tan bien utiliza, lo quiere todo. Tremendo el video y reportaje fotográfico de nuestro presidente, armado con un viejo teléfono y un lapicero que maneja hábilmente con ambas manos, mientras conversa con un primo del dentista de Biden, para organizar la guerra contra Rusia para liberar Ucrania. Solo falta que el CIS de Tezanos se pronuncie sobre una victoria hispánica tras el envío de la fragata Blas de Lezo. Clama al cielo, que ninguno de los chiringuitos pacifistas, siempre tan activos, se pronuncie por esta escalada belicista de nuestro líder. Tanto espectáculo, tanta mentira, tanta manipulación provoca mucho asco.

 A lo mejor la libertad pasa por hacerse insoportable a la mirada de una ciudadanía asustada, rompiendo las cadenas que nos atan a lo previsible, a lo aceptado, a lo agradable. Seguro que hay que hacerse odioso a los meapilas de la corrección, pagando el diezmo del ostracismo social. Lo que verdaderamente es exigible a un hombre es la honestidad, la verdad y la decencia. Y esto es incompatible con el aplauso general, con la sonrisa falsa y bobalicona, con las promesas siempre incumplidas y con el más burdo postureo electoral.

Luis Nantón Díaz