Irresponsables
Se habla demasiado de los detalles alrededor del acto del Día de la Hispanidad en el Paseo de la Castellana de Madrid. Para empezar, no entiendo por qué una fecha tan significativa para el mundo hispánico se celebra con un desfile militar. En todo caso, un desfile civil, que ya las Fuerzas Armadas tienen su día a comienzos de verano. Esa manera de identificar Estado con Ejército es una herencia decimonónica.
Tampoco entiendo ese debate sobre si no sé quién iba vestida así o asao, porque parece que estamos ante otro tipo de desfile, el de moda, que no es el caso en una fecha solemne. Y no es muy edificante que los invitados se pongan a discutir en público sobre si aquel presidente autonómico regala anchoas o si la financiación de los ayuntamientos endeudados ha quedado paralizada. Cada cosa en su sitio, pero poco pueden pedir respeto los políticos cuando ellos se pasan el acto entre chismorreos y puestas en escena infantiles. Dicen que cada país tiene los políticos que se merece, pero me niego a creer que España se merezca a estos irresponsables.
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FOTO: Lo que más me interesó del acto fueron las acacias florecidas a destiempo.
Yo no sé qué es y qué no es políticamente correcto para una Comisaria Europea, pero lo que dijo es una verdad como una catedral, y yo, que no tengo por qué ser políticamente correcto, digo que esta persecución -porque es una persecución- rememora otras expulsiones sangrantes, como las que hicieron los Reyes Católicos de los judíos y moriscos, Felipe III de los moriscos que quedaron o Carlos III de los jesuitas. A estas alturas de la historia uno creía que eso eran cosas del pasado, y más en un país como Francia, que se ufana de ser la patria de la libertad en los últimos dos siglos.