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Verano Marca España

Qué pena, este país ya vendió el alma,
y agosto es un derroche de dinero,
en Ibiza, en la bahía de Palma,
en Marbella y en el yate señero
que surca una corrupta mar en calma.
444DSCN4283.JPGEn el couché de la revista ¡Hola!,
el parado, la puta, el pordiosero
y el inmigrante que soñaba una ola
ven con rabia, envidia y desespero,
cómo toman caviar y champán fino,
llevan bolsos de sesenta mil euros
nietas de dictadores y una tropa
de duques pobres y lajas con dinero
con marquesas, busconas y adivinos.
El pobre no se toma ni una copa,
y es un milagro que su boca mande
unas migas de pan a la barriga.
En los campos de golf de Sotogrande,
la jet se exhibe, se luce, se prodiga,
con Rolls-Royces, Cartiéres y diamantes,
mientras ella, sonriente y mimosa,
cobrando una exclusiva apabullante,
se deja retratar, muy generosa.
Él nunca joven fue, rico y astuto,
ella le movió pelvis y dio palmas,
él sexo, ella dinero, no hay más fruto,
silicona en los labios y en el alma:
Con Visa luce igual César que Bruto.

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El gurú y el fontanero

zzzz--cafe.JPGHay demasiados teóricos consagrados en disciplinas varias, como millones de seguidores que son supuestamente cultos y avanzados. Siguen subidos a la teoría, a los juegos de palabras y a los focos mediáticos, sus galardones se les amontonan, sus paredes están llenas de diplomas en varios idiomas y su prepotencia solo es comparable al entusiasmo con que los interesados aplauden y a la altura de la ola que hacen los papanatas para que no les digan antiguos. Estos teóricos de lo divino y lo humano nunca han movido un dedo para hacer algo que sea útil a los demás, pero se les tiene por grandes aportadores a la colectividad, de la que han vivido como marajás porque todos asumen que lo merecen.
Pero, ¡ay! estos grurús están cabreados porque no concitan unanimidad, y no entienden cómo es posible que el universo entero no se rinda ante su deslumbrante sabiduría. La razón es tan obvia que a veces no se percibe entre tanta luminaria: y es que un superteórico que predica sobre los ingenieros de caminos, canales y puertos puede engañar a universidades, institutos y comités especializados, pero nunca podrá engañar a un carretero viajado, a un buen fontanero o a un viejo pescador. Lo siento.

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Junio, Lorca y Machado

imagenlorca1.JPGEstamos en pleno mes de junio, y en este mes de finales de curso de 1916 -hace casi cien años-, un jovencísimo Federico García Lorca visitó con otros estudiantes granadinos la ciudad de Baeza. Allí los recibió Antonio Machado, profesor de francés del instituto de bachillerato y poeta consagrado. Hoy quiero que hablen ambos, en verso y en prosa, un siglo después del día que se conocieron. Sus palabras parecen haber sido dichas o escritas para este momento. Por eso están aquí:

«En la luna negra,
¡un grito! y el cuerno
largo de la hoguera.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?»
(Federico García Lorca. Canción del jinete).
«Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón».
(Antonio Machado. Proverbios y Cantares).

imagenmachado12.JPG«El artista no puede permanecer insensible a la cuestión social. No es en absoluto algo que diga yo ahora porque sí. Observando sólo de la manera más superficial uno llega a comprender el alcance de todo el drama social de hoy, ante el cual nadie que sienta el menor sentimiento de solidaridad humana puede ser insensible. Me parece absurdo que el arte pueda desligarse de la vida social, cuando no es otra cosa que la interpretación de una fase de la vida por parte de un temperamento sensible».

(Palabras de Federico García Lorca en una entrevista de 1936).

«Tengo un gran amor a España y una idea de España completamente negativa. Todo lo español me encanta y me indigna al mismo tiempo. Mi vida está hecha más de resignación que de rebeldía; pero de cuando en cuando siento impulsos batalladores que coinciden con optimismos momentáneos de los cuales me arrepiento y sonrojo a poco indefectiblemente».

(Antonio Machado. Autobiografía).


¿Que esos versos y esas palabras sean tan actuales significa que en el
siglo XXI vamos seguir con el lema «Sostenella, no enmendalla», con el
trabuco cargado y buscando la más mínima oportunidad para gritar
«¡Viva Cartagena!» o ¡Arriba España!»?