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Portugal 40 años después de los claveles


El 25 de abril de 1974 cayó en Portugal la dictadura salazarista, en un escalonamiento de secuencias que ya entonces parecían sacadas de una película de cine fantástico. Un país, harto de una dictadura y de las guerras coloniales que lo desangraban, se revolvió contra la inercia de la historia, con el ejército a la cabeza de esa marcha hacia la democracia. Las fotos de los soldados a los que los manifestantes ponían claveles en los cañones de sus fusiles es icónica y romántica, zzzzportugal.JPGy también hay quien afirma que los soldados que salieron a la calle llevaban sus armas descargadas. Han pasado cuarenta años y, aunque ya pertenece a la nostalgia escuchar la canción Grândola Vila Morena de Zeca Afonso, que sirvió de señal a través de la radio, miramos hacia atrás y vemos que Portugal sigue sumido en un mundo de desigualdades, que la voracidad de los tiburones de siempre es insaciable en cualquier régimen político y que los dirigentes tendrían que reflexionar sobre si vale la pena escenificar una democracia irreal, que solo sirve a los que más tienen, y cada vez peor, como analiza el economista francés Thomas Piketty, que en su último trabajo afirma que estamos volviendo a la aumulación de la riqueza, que va camino de patrimonializarse y regresar a la riqueza heredada. De ahí al feudalismo solo hay un paso. Y a Portugal le ha pasado como a España y Grecia, pero al menos pueden decir que su Parlamento se ha opuesto varias veces a los recortes injustos, cosa que en aquí nunca ha sucedido, ni se espera que ocurra porque en realidad España nunca dejó de ser patrimonio de unos pocos.

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¿De qué república estamos hablando?

zzz78uDSCN4046.JPGHoy es 14 de abril, aniversario de la proclamación de la II República. Yo soy republicano porque no creo en enviados de los dioses, pero me resulta curioso que haya tanto entusiasmo republicano en los sectores más reaccionarios de este país. República sí, por supuesto, pero luego vienen las otras preguntas: ¿Qué república, qué tipo de organización, en manos de quién va a estar un poder que se supone del pueblo? Es inquietante que desde los sectores más ultras se lancen mensajes y se escriban libros que van directamente a la línea de flotación de la monarquía que ellos han sostenido durante siglos. Poco antes de 1931, un monárquico confeso y militante como Ortega y Gasset publicó el famoso artículo Delenda est Monarchía, en el que venía a decir que la monarquía de Alfonso XIII ya no servía a España. La gente pensó que si un monárquico como don José decía eso, es que había llegado la hora del cambio. Ahora, con la atomización mediática no hay una voz que lidere este cambio, pero hay un griterío muy sospechoso. Los republicanos de siempre, desde la izquierda, reivindican la república porque es de una lógica aplastante, por muy lustrosas que sean las monarquías del norte de Europa, y no es novedad porque siempre han estado ahí. Lo sorprendente (e inquietante) es que la derecha más rancia se haya vuelto republicana de repente. ¿Estamos hablando de la misma república?

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¿De qué estamos hablando?

Esta sociedad española y canaria que nos rodea ha llegado a un punto que empieza a resultarme incomprensible. Es como si todos los que tienen la capacidad para hacer algo en beneficio colectivo se hubieran vuelto locos. El sistema venía maleado de origen, diseñado para que los ricos fuesen más ricos y los pobres más pobres, porque esa es la divisa suprema del capitalismo, que si encima lo mezclamos con el neoliberalismo ya es dinamita. Nada han hecho los gobiernos anteriores para frenar la voracidad de unos pocos, más bien al contrario, han ido armando un entramado político y administrativo que la propicia y protege, que en los 90 nos vendieron como la panacea y que llamaban pomposamente globalización. zzzz estrella.JPGLos grandes medios, que también son propiedad de ellos, llenan el tiempo y el espacio con cortinas de humo inútiles, desde el gallinero de la telebasura hasta los supuestos debates serios que hacen un tsunami porque este o el otro dijo no sé qué sandez. Desde que estalló la crisis nada se ha hecho por la gente, aunque sí por los poderosos, la deuda privada se convierte en pública, nada sobre los casi seis millones de parados, se cargan los sistemas públicos de sanidad, educación y servicios sociales y encima sacan pecho porque dicen que estamos saliendo de la crisis. Al decir «estamos» supongo que se referirán a ellos. Por si quedaba algún resquicio por el que escapar, han puesto a Galladón a trabajar para hacer casi imposible la administración justa de justicia (no es una licencia literaria) y cortar cualquier vía de racionalidad en la convivencia; y a los demás ministros otro tanto (seguridad, energía, cultura). A menudo hasta pienso que el asunto catalán forma parte de esa cortina de humo. Cuando hay tanta necesidad social, nada importan la supuesta chulería de Esperanza Aguirre, las curiosas declaraciones de cualquier petrimetre o quién es el portero titular de la selección española. ¿Qué van a hacer para estimular la creación de puestos de trabajo? ¿Cuándo van a acometer la urgente reforma racional del Estado? Estamos en la UE para las verdes pero cuando hay que aplicar normas justas se las saltan. Y nadie escapa a esta desidia, porque los partidos que no están gobernando se pasan los días mirándose el ombligo y agarrando la silla que han pillado. Voy a empezar a creer en los milagros, porque es milagroso que con tantos elementos explosivos nuestro mundo no haya reventado como la Estrella de la Muerte.