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Medir los tiempos

Dice el adagio popular que la gata que pare aprisa pare los gatos ciego; y es verdad que a veces las cosas hechas a la charamanduzca tienen suerte y es posible que queden bien, aunque las decisiones poco meditadas son una lotería, pues lo mismo funcionan perfectamente que estallan como aguavivas.
24.JPGHasta aquí de acuerdo, porque reflexionar y valorar antes de actuar es lo mínimo que se exige sobre todo cuando las decisiones afectan a mucha gente, y es evidente que estoy hablando de las actuaciones políticas. Pero una cosa es no tomar decisiones apresuradas y otra muy distinta dilatarlas en el tiempo, puesto que una medida adecuada puede no serlo si no se miden bien los tiempos. Pero es que yo percibo que se pasan midiendo y siempre llegan tarde, si es que llegan, con lo cual se pierde toda la afectividad.
Aparte de ver cada día cómo los políticos se esmeran en aplicarse en su lucha por el poder, no veo que tengan agilidad para maniobrar en los asuntos de interés general y se toman decisiones y medidas en función de su posible rentabilidad en votos. En la actual crisis miramos hacia nuestros dirigentes y no percibimos esa entrega por encima de los intereses personales y partidarios. Todo se hace en función de la imagen y es como si gobernasen las agencias de encuestas y los gabinetes de prensa en función de las expectativas electorales. Es como cuando, avanzado el segundo tiempo, nuestro equipo va perdiendo y esperamos que el entrenador cambie de estrategia o sustituya a los que tienen una mala tarde, pero pasan los minutos y cuando se hacen las sustituciones esperadas el árbitro se dispone a pitar el final del partido. Y ahora mismo vamos perdiendo, a los entrenadores los veo espesos y tampoco es que haya un banquillo que ilusione.

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Belleza versus estulticia

rubens.jpgSiempre hemos estado en contra de los concursos de misses porque entendemos que son la quintaesencia del machismo, en el que la mujer es tomada explícitamente como un objeto. Sigo pensando igual, pero es que ahora también hay concursos de míster, y la verdad es que me parece una humillación para el género humano que se premie simplemente la carcasa, por mucho que digan que hay otros valores. O tienes buenas tetas, un cuerpazo y una cara bonita o ya puedes olvidarte de presentarte a miss.
Y esto hace mucho daño a las mujeres en general porque crea arquetipos que no son reales, como el de la bella sin cerebro o la rubia tonta, porque en la segunda mitad del siglo XX la modelo Play-boy es generalmente rubia. modelo delgada.jpgPuede suceder que algunas guapas lo fían todo a su belleza y no se cultivan, pero eso no hace que la belleza y la inteligencia sean incompatibles. Se produce entonces la paradoja de que hay mujeres profesionales de muy probada competencia, pero como son bellas nadie cree que puedan ser excelentes cirujanas, juezas o siquiera una mujer inteligente.
Eso crea también complejos en las personas que no tienen esos cánones establecidos. Y así es como se generan enfermedades tremendas como la anorexia, queriendo imitar esos modelos, además de otros complejos porque desde la escuela ser guapa es un valor que sólo por eso convierte en segundonas a quienes lo son menos . Y encima, estamos hablando de conceptos relativos, porque para Rubens una mujer bella tenía que estar entradita en carnes, y para algunos diseñadores actuales las mujeres han de ser esqueléticas sombras fantasmales. Yo no sé para qué una Ley de Igualdad si se siguen haciendo las mismas estupideces y predomina el culto a unos cuerpos discutibles.

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Más sobre los visionarios a toro pasado

El mundo es muy complejo, la vida muy cambiante y la Historia es a veces un baúl que al abrirse puede sorprendernos, porque dentro hay cosas que nunca habríamos imaginado. Es cierto que existe una disciplina que es la Historia Comparada, que determinadas causas suelen tener efectos que podemos suponer y que por ello podría hacerse una visión futurista de lo que ocurrirá. Pero es que en el devenir de los hombres inciden cientos de factores, que pueden ser combinados de muchas maneras con resultados dispares.
Lo que va a ocurrir ya se sabe. Siempre sucede. Todos los imperios han caído más tarde o más temprano, ya lo dijo hace casi 2.500 años Herodoto, el padre de la Historia, y el problema es saber el cómo y el cuándo, sobre todo el cuándo, porque a menudo lo que no ocurre en 50 años pasa en tres días. Lúcidas mentes romanas anunciaron el fin de Roma a causa de la corrupción interna y la lasitud en sus fronteras, y lo hicieron ya en tiempos de Nerón. Claro, el imperio cayó, pero 400 años después. Como castillos de naipes se vinieron abajo estados muy poderosos: Persia, Babilonia, Egipto, Roma, el Imperio Carolingio, España, Portugal, Inglaterra, Suecia, Francia, Austria-Hungría, La Unión Soviética… Todo se predijo pero nadie acertó el cómo ni el cuándo.
a11.JPGPor eso me distancio cuando escucho a personas que dicen haber anunciado que el Muro de Berlín caería, que Estados Unidos sufriría un terrible ataque terrorista o que se produciría la actual crisis. Siguiendo a Herodoto, esas cosas iban a ocurrir tarde o temprano, pero nadie, que yo sepa, dijo que sería en noviembre de 1989, en septiembre de 2001 o en el otoño de 2008. Por eso tampoco me creo a los catastrofistas que anuncian el caos total, ni a los posibilistas que hablan de un remonte inmediato. La verdad es que nadie sabe qué ocurrirá, pero el caos ya lo tenemos, y el remonte sucederá, si no es en un año será en veinte, pero sucederá. Ah, y Estados Unidos dejará de ser la primera potencia mundial, lo anuncio, aunque, siguiendo otra vez al padre de la Historia, lo mismo sucederá dentro de diez años o cuatro siglos. Nada es eterno.