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Aviso a la Humanidad

Los que empezamos a tomar conciencia del mundo en la segunda mitad del siglo XX hemos creído de una forma casi inconsciente que Europa era un paraíso y que los desastres de todo tipo eran cosa de otros continentes. La guerra de los Balcanes nos empezó a sacar del sueño de bienestar y comodidad en el que siempre lo resolvíamos todo apretando un botón, y que el horizonte era tener dinero porque así se puede comprar todo. Pero resulta que no. Estamos viendo que Europa es vulnerable, y que el poderío de antaño se ha ido disolviendo. Ni siquiera teniendo dinero puedes hacerlo todo, porqué dependemos de muchos factores externos. Incluso el dinero puede que un día no valga y sólo sea papel inservible.
avolcan1.jpgAhora lo comprobamos con el volcán islandés de nombre impronunciable, que nos aboca a memorias que creíamos periclitadas, como la del año 1815, cuando entró en erupción en indonesia el Tambora y envió a la atmósfera cenizas hasta oscurecer el sol, y hacer que 1816 fuese el año sin verano. En agosto helaba, se perdieron las cosechas y hubo una hambruna terrible. Y no hace tanto de eso. Pero lo olvidamos porque el ideal europeo son los fabulosos años sesenta, cuando todo parecía Jauja.
El volcán islandés nos da una lección de humildad. Ni siquiera Obama ha podido viajar a Varsovia, la naturaleza se impone, como se ha impuesto en tsunamis, terremotos e inundaciones. Las cordilleras del plegamiento alpino ya han dejado su recado en el Himalaya (China) y Los Andes (Chile). Dicen que los Alpes se están deshaciendo a ojos vista, por lo que vivir en Suiza empieza a no ser muy tranquilizador. No quiero ser apocalíptico, al revés, creo que estas cosas deben hacernos tomar conciencia de la fragilidad del ser humano y del inestable equilibrio que mantenemos con la naturaleza. Cosas como el volcán son un aviso de que si seguimos por este camino acabaremos con nuestra forma de vida.

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Muros y volcanes

Los chinos construyeron una muralla para defenderse de los mongoles, y eso hoy nos parece una barbaridad; he oído decir que fue, además, inútil, porque un ejército bien pertrechado la podría derrumbar. Pero resulta que no, que la muralla sirvió, y algo de eficacia deben tener los muros cuando aún siguen levantándolos.
amur.JPGCayó en 1989 el Muro de Berlín, y hemos estado casi un año celebrando los veinte años del episodio. Mientras tanto, se levantan muros en Palestina, en el Sahara Occidental y en la frontera entre Estados Unidos y México. Hay otros muros en el mundo pero a nadie parecen importarle porque todos causan dolor a personas que no pertenecen al llamado Primer Mundo.
Hay que ver la que se ha montado con los problemas aéreos derivado del volcán irlandés, porque atañe a los rubios ricos. Mientras tanto miles de chinos siguen enterrados entre los escombros de un lugar recóndito lindante con el Tibet. La gran montaña se ha vuelto a mover, como se movió hace un mes la otra cima del mundo en Los Andes. Pero, claro, eso importa menos. Nos preocupamos porque un volcán nos afecta y toda Africa, América Latina, Oriente Medio y gran parte de Asia hace décadas que están bajo el volcán de la miseria, la violencia y la injusticia. Y es que somos así.

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El «Y TÚ MAS» y los neumáticos Magnum

aneuma.JPGLa corrupción que se ha enseñoreado de una parte de la política y sus aledaños es un cáncer para la democracia. Los partido políticos deberían ser los primeros guardianes de la limpieza, pero estoy hasta las narices de que cuando se habla de un caso de corrupción siempre sale el adversario echando en cara las corrupciones pasadas de su oponente. El lenguaje es siempre una trampa, porque delata inconscientemente. En este caso no hay que invocar a Freud, es todo muy claro y grosero. Cuando alguien utiliza el «y tú más» está reconociendo implícitamente que es corrupto, porque viene a decir aquello de que los míos son corruptos pero los tuyos también.
Y estos señores, que ocultan corrupciones, que viven una vida de lujo que no se justifica con su sueldo, son los que nos piden el voto en las elecciones. Digo yo que pensarán que somos tontos, como aquel sketch de humor negrísimo que tanta fortuna hizo hace unos años: «Ponga en su vehículo neumáticos Magnun, los de más glamour, que han sido usados por los campeones del Mundo de Fórmula 1 Jim Clark y Ayrton Senna, el actor James Dean, el escritor Albert Camus, el general Gutiérrez Mellado, el coronel Lawrence (Lawrence de Arabia) y los cantantes Nino Bravo y Cecilia. Y, el colmo del glamour, son los que usaban en sus coches la bailarina Isadora Duncan, el diplomático y play-boy Porfirio Rubirosa y la princesa Grace de Mónaco. No lo dude, ponga en su automóvil neumáticos Magnum». (*)
Señoras y señores que se han profesionalizado en la política: muestren un poco de seriedad, y ya que no pueden con un máximo, al menos intenten un mínimo de honradez. Con tales antecedentes, quieren que les sigamos comprando su marca.
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(*) Todas las personalidades citadas en el sketch murieron en accidentes de coche o moto.