Publicado el

Una generación flojita ¿o dos?

La impresión que da la actual generación de políticos locales, nacionales y mundiales es que no dan la talla en un momento complicado, que se trata de una generación de segunda división. Escuchaba hace unos días este comentario en la radio y un oyente, supongo que muy forofo de algún partido político, se preguntaba indignado qué harían los grandes nombres de la política del siglo XX, tipo Adenauer, Churchill, Palme o Miterrand. Es decir, a su parecer la crisis era tan profunda que a cualquiera se le escaparía de las manos.
aapanchovilla.JPGAnte esta pregunta, cabe otra: ¿No será que hemos llegado a esta situación precisamente porque los políticos no tienen nivel? O sea, no es que no puedan sacarnos de la crisis, es que tal vez esta ha sobrevenido por la torpeza de sus acciones en los quince o veinte años anteriores. Cabe también esa posibilidad, porque Clinton nada hizo para controlar la burbuja financiera que finalmente explotó en Estados Unidos, y la UE ha sido el ejército de Pancho Villa, mientras en España González enfiló la recta, Aznar engordó la burbuja y Zapatero tampoco hizo nada para aclarar el barullo financiero e inmobiliario. Es decir, entre todos la mataron y ella sola se murió, con lo que esperemos que funcione la teoría del caos y las cosas se coloquen en su sitio por su propia inercia. Es una esperanza estúpida, pero no hay otra, ya que no se vislumbran en el horizonte dirigentes capaces de enderezar el rumbo, porque esos capitostes de la política, del FMI, del Banco Mundial y del BCE lo único que hacen es forzar medidas que salvaguarden su dinero.
***
(La foto es de la reunión de Pancho Villa y Zapata durante la Revolución mexicana)

Publicado el

Discutiendo inutilidades

En una situación como la actual, los políticos siguen empeñados en mostrar pecho, enrocándose en sus posiciones e ironizando sobre las posiciones de los otros, como si cada uno de ellos hubiese tenido una revelación y tuviese la receta para afrontar la crisis. Las distintas opciones han demostrado que no tienen ni idea de lo que pasa, y que funcionan a remolque, haciendo y diciendo lo contrario de lo que pregona el adversario.
aaido5.JPGYo no sé si Bibiana Aído es buena o mala ministra, y tampoco tengo claro si el ministerio que dirige es tan imprescindible o por el contrario es un adorno. Lo que sí parece cada vez más claro es que, si hay cambios en el Gobierno (si es que los hay, porque ahora dicen que no), casi estoy convencido de que Bibiana Aído va a seguir siendo ministra, simplemente porque es la diana a la que van todos los dardos de la oposición, y Zapatero no va a darles el gusto de cambiarla. Posiblemente me equivoque, pero esa es la actitud que ha imperado en una y otra orilla en los últimos meses. Es como lo de la selección española, que cada cual tiene su alineación y su estrategia, pero lo que hace falta es meter goles, no ganar la discusión, porque finalmente no conduce a nada.
De la crisis hay muchas cosas que me cabrean y muchas mentiras interpuestas, pero de todas la que más me enfurece es cuando un tipo con el riñón bien cubierto (vaya usted a saber si gracias a las martingalas financieras que se hicieron) dice sin sonrojarse que «es que vivíamos por encima de nuestra posibilidades», y abronca la gente que tiene una pensión mísera, al trabajador mileurista y al parado. Hay que joderse. Lo que pasa es que ha habido mucho ladrón de guante blanco y no otra cosa. Hípócritas.

Publicado el

Nadie sabe y todos opinan

Ya es que uno no sabe qué pensar de la crisis, porque acusan a Zapatero de hacer derroche, que consiste en gastar dinero en servicios sociales, cuando España es uno de los países de la UE que invierte en asuntos sociales un porcentaje bajísimo de su PIB, comparado con otros que ahora van de ahorrativos. Otros dicen que es el gran capital el que genera la crisis, y sobre todo los bancos alemanes, que se volvieron locos prestando dinero a los españoles, portugueses y griegos, y ahora esa orden de ahorro no es para salir de la crisis sino para garantizar el cobro de sus créditos.
ahelecho.JPGComo se ve, capitalismo puro y duro. Circula por Internet información que no sale en los medios, pero tampoco hay que creerla al cien por cien. El caso es que, según algunos, bajar los salarios no nos va a sacar de la crisis, porque disminuye el consumo y se paraliza el mercado. Y sin mercado no hay economía dinámica. Hay quien propugna un aumento del gasto público, una subida de salarios y un estímulo del consumo, pero los anticonsumistas ponen el grito en el cielo por lo segundo y el capitalismo por lo primero. El caso es que tenemos gobiernos pero parece que es el mercado quien manda, y ese no tiene cara, aunque hay otros que aseguran que sí que la tiene, es la gran banca centroeuropea que está empeñada en cobrar y presiona a la UE para que haga lo que está haciendo.
Por otra parte, nadie está libre de culpa, porque si bien es cierto que los niveles de pobreza pueden aumentar con las restricciones presupuestarias, también lo es que estos aumentaron durante los ocho años que gobernó el PP en España. Así que a arrimar el hombro y a no mirar hacia atrás porque salen a la luz las propias vergüenzas.