Publicado el

La culebra californiana

La UE, tan comprensiva siempre, ha dado un millón de euros para un proyecto destinado a acabar con la culebra californiana que está adueñándose de nuestro barrancos. Algún listillo la introdujo y la soltó, y como se reproduce con facilidad hay culebras para dar y tomar. Esto es un peligro tremendo porque, aunque la culebrita no sea venenosa y constrictora como la pitón, se alimenta de animales autóctonos, que son los encargados de mantener a raya a otros bichos. ZZZZGATO.JPGLa tal serpiente ha roto el ecosistema, como un día lo hizo el DDT contra la plaga de langostas, y eliminó aves rapaces propias como el milano y la aguililla y puso en peligro grave a otras como el guirre. Me cuentan que, en tiempos de la conquista, una de las plagas de animales foráneos introducidos fueron los gatos, esos lindos felinos que según parece eliminaron a otros animales autóctonos. Siempre he sido reticente a que a estas islas sean traídos animales exóticos, porque tenemos la fortuna de que en nuestros campos y montes no hay bichos venenosos ni fieras terribles, todo lo más algún alacrán de la madera o cualquier otro insecto cuyas picaduras son molestas y latosas pero no mortales. Cuando sé que tienen en exposición (nunca he ido a ver los) serpientes venenosas, caimanes tremendos o arañas terribles, pienso que no debería permitirse ni eso, porque cualquier accidente puede ocasionar su fuga, y como ha pasado con la culebra califroniana podemos ser invadidos por bichos terribles. Tanto trabajo no cuesta, y si se hace con propósito didáctico me inclino por los medios audiovisuales. Tampoco es cosa de quitarle el trabajo al National Gegraphic.

Publicado el

No nos falta de nada

Eramos pocos y reventó una central nuclear en Francia. No nos falta de nada. Si el mundo está como está por la guerra de la energía, estas noticias son preocupantes. Nadie se cree que tantas invasiones y tantas guerras dirigidas desde el mundo desarrollado sean para predicar la democracia. Qué casualidad que siempre suceden en países que tienen petróleo y gas natural. zzptrooo.JPGEn realidad es una guerra para controlar la energía, que es lo que mueve el hiperdesarrollo de Occidente. Luego está el coltan en el Congo para teléfonos móviles, consolas y demás, y el resto es hidrocarburo, o países que no lo tienen pero que están en esa ruta. No veo yo que la ONU plantee operaciones militares en países sin recursos, si allí hay democracia o un dictador terrible da igual, como no hay petróleo, ni coltán, ni diamantes… Francia y Japón no controlan espacios petrolíferos abundantes, y para ser autónomos se han dado a la energía nuclear. A veces me da risa cuando se oponen en España a las centrales, y el peligro es el mismo porque las hay a mansalva al otro lado de los Pirineos, y ya sabemos que la radiactividad no sabe de fronteras. Es como cuando se oponen a extraer el petróleo que hay cerca de Lanzarote, por miedo a las mareas negras, cuando Marruecos puede hacerlo desde el mar que controla y el peligro es el mismo, aunque no el beneficio. No defiendo ninguna de las dos cosas, pero en este mundo globalizado las decisiones unilaterales no sirven. Esperemos que lo de Nimes no sea tan grave como lo de Chernobil, Harrison o Fukushima.

Publicado el

El día maldito

Hay fechas numéricas que parecen marcadas por el horror, la intolerancia y la violencia. El 11 de septiembre es una de ellos, a pesar de que en La Aldea de San Nicolás la tienen por el gran día del rito festivo, pues los aldeanos consagran su Charco a la tradición y al futuro. Menos mal que hay al menos un lugar en el que el 11 de septiembre es gozoso.
CHARCO_02[1].JPGCataluña también celebra una fiesta, pero es un recordatorio de aquel 11 de septiembre de 1714 en el que miles de catalanes, liderados por Rafael Casanova en una ciudad sitiada durante más de un año, fueron masacrados, llenando de sangre y de mala memoria las calles de Barcelona. No podemos olvidar tampoco el 11 de septiembre chileno, cuando en 1973, en plena Operación Cóndor organizada en el Norte, acabaron con la democracia, lo que llevó a la muerte directa o inducida de dos figuras tan cenitales como Salvador Allende y Pablo Neruda (el poeta, ya enfermo, moriría el 23). Y, aunque hay más, sin duda el 11-S neoyorkino será para el futuro el día del horror, con detalles que seguramente conocerán nuestro nietos -si es que llegan a saberse-, pues ese día se cerró un ciclo abierto en 1945, al final de la II Guerra Mundial, y empezamos a vivir en otro mundo. Hay quien asegura que también se cerró otro período, el que comenzó con la Revolución Francesa, y por lo tanto más de dos siglos de conquistas sociales se irían desvaneciendo. Alguna razón tendrán porque el derribo de la Torres Gemelas es la señal de un cambio que hasta ahora es claramente negativo. Ojalá pronto también empiece a ser historia, porque este episodio, diez años después, sigue siendo presente porque está en el origen de mucho dolor actual.