Hacia los ángeles
Cuando el filosofo escolástico humanista Pico della Mirandola escribió Oración por la dignidad del hombre, tenido como el manifiesto renacentista, vino a decir que el hombre tenía facultades divinas y que no debía desaprovecharlas. Afirmaba que el ser humano es el único que no es de una forma fija, determinada y permanente, que evoluciona (esto es hoy muy discutible pero entonces Descartes no había nacido). Volviendo al filósofo, insiste en que el hombre procede de la bestia y avanza hacia la divinidad, con lo que en un futuro puede llegar a la altura de los ángeles. Claro que, decía que eso depende del mismo hombre, pues puede avanzar o retroceder porque es dueño de su libre albedrío. Hace unos días, el escritor Luis Racionero afirmó que él confía en que estemos caminando hacia lo angelical, alejándonos de la bestia. Eso propuso Pico della Mirandola y de las dos opciones Racionero eligió la buena porque se confiesa optimista. Yo no digo nada, y dejo en el aire la pregunta de si en verdad el ser humano avanza hacia la sabiduría espiritual o retrocede hacia la bestia de su origen.