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Medios perversos

Hace unos años, cuando aún el pensamiento único no se había impuesto en todo el planeta, se decía que, cuando alguien no tenía de qué escribir en los periódicos se sacaba de la manga un artículo sobre la televisión. Hoy creo que empieza a ser al revés, que escribir sobre la televisión es casi un deber ético. Parece un lugar común echar las culpas de muchas de las cosas que suceden a la televisión, pero es que en estos momentos este medio de comunicación es tal vez el soporte más comprometido en la idiotización colectiva que profetizó Orwell hace más de medio siglo.
Creo que la televisión es un medio extraordinario, con unas posibilidades inmensas, pero resulta que justamente esas posibilidades están siendo utilizadas hasta el máximo para destruir cualquier tipo de sociedad civilizada que se precie. Es un instrumento adormecedor de las conciencias y alentador de cuantas estupideces es capaz de hacer el ser humano. La radio tiene todo tipo de programas, desde los deportes hasta el debate, la filatelia, la música, la literatura y la gastronomía. También las grandes cadenas obedecen los dictados de sus amos, pero hay todavía espacio para buscar horas de entretenimiento, información y cultura.
zzDSCN3605.JPGCon la prensa escrita pasa lo mismo que con la radio. Hay prensa del corazón, hay periódicos que sirven a determinados intereses, pero siempre queda un resquicio para el debate, la controversia y la razón. Lo triste es que Internet, que es otro medio de comunicación de posibilidades increíbles hace tan solo unos años, va camino de convertirse en otro gran instrumento destinado a idiotizar. Y es una lástima que esto suceda, hasta el punto de que cuando nos dicen que estamos todavía lejos del nivel ideal de utilización de Internet casi le entra a uno cierta tranquilidad, porque el 95% es basura.
¿Y qué me dicen de los móviles? Ya es un vicio. ¿Para qué quiere un móvil un niño de 12 años? Y es que el móvil es otra manera de sacar dinero, con mamarrachadas, musiquillas y concursos televisivos que se autosufragan a través de la factura del teléfono. Desde luego que no me niego a los avances tecnológicos, pero me da escalofríos pensar en las horas que se pasa la gente viendo páginas insulsas, hablando en chats estúpidos escribiendo mensajitos totalmente prescindibles.

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Debates estériles

zzFoto0110.JPGCreo que esa casta que suele ser llamada «intelectuales» pierde demasiado tiempo en tonterías y en guerras que solo tienen perdedores. Y es que se repite el mismo debate en las cuatro últimas décadas y todo sigue siendo un proyecto. Cómo será la cosa que, siendo escritor, no tengo la menor idea de si debo decir literatura canaria, en Canarias o de Canarias. Y además, tampoco me preocupa saberlo mientras me queden fuerzas para escribir, que es de lo que se trata. Creo sinceramente que los debates son otros, por ejemplo, cómo dar respuesta al envejecimiento de la población, qué hacer con nuestros jóvenes, cómo acabar con la violencia doméstica, de qué manera vamos a parar el inevitable colapso demográfico… Y en eso poco van importar palabras como colonialismo, esbirro, patria o españolismo. Incluso tiemblo cuando oigo hablar de libertad, en cuyo nombre se han cometido las mayores atrocidades cuando sale de la boca del fanatismo o de la tiranía. Las palabras a veces son una bomba de relojería, cuidado con ellas.

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Nada contra los católicos

zzFoto0093.JPGRespeto muchísimo a los creyentes católicos, no en vano esa ha sido la fe de mis mayores, lo mismo que respeto otras creencias (y no creencias) religiosas. La relación del ser humano con la transcendencia es algo tan íntimo que no puede ser proclamado en un púlpito. Lo que no respeto, porque no es respetable, es el comportamiento de la jerarquía católica, que sigue agazapada detrás de unos privilegios medievales en un estado supuestamente laico. Y si España, en las actuales circunstancias, es un estado laico, que baje Dios y lo vea (y no es un chiste malo). ¿Dios representado en La Tierra por quienes han estado al lado de los tiranos, que han sido cómplice de genocidios históricos, que han callado cuando debieron hablar?
Mucha razón tenía Jesucristo cuando decía que los ricos serían bienaventurados porque heredarán La Tierra. Claro, La Iglesia es rica, y tiene poder, bienaventurada. Y hasta hubo un obispo de Canarias que se permitió llamar la atención en público a los legítimos representantes del pueblo, y los amenazó con no invitarlos al Pino. ¿Es que El Pino es de La Iglesia? Las Fiestas del Pino son, además de un acto religioso, una tradición popular, parte de nuestra cultura y de nuestra historia. El fundamentalismo crece en la misma medida que la hipocresía en la jerarquía eclesiástica, y ya es hora de que se acabe tanto privilegio y tanta chorrada, que estamos en el siglo XXI y ya pasaron los tiempos en que un obispo nos impedía bailar o bañarnos en la playa. Como me parece legítimo que se celebren todas las jornadas que deseen, nadie puede prohibirnos ir de romería a Teror, a comer carajacas y a tomar vino (pero sin ponerse al volante, eh). Bonito fuera…
De todas formas, sea Bienvenido Benedicto XVI.