Maniobras de distracción
Nada se debate, sobre nada se informa con profundidad, todo es un picoteo y en la era de la información inmediata los magníficos canales de que disponemos son utilizados para chorradas. Los teléfonos móviles se han convertido en un juguete que encima engorda a las televisiones y a las operadoras telefónicas, y esa tecnología que tendría aplicaciones racionales extraordinarias se usa para jugar a las comunicaciones y de paso hacer el caldo gordo a las grandes empresas que rigen el negocio. El gran diálogo nacional es ridículo y sonrojante. Aunque uno no quiera, acaba por enterarse de todo (de todo lo que quieren que se entere), como si España fuese un portón de vecindad. Abres los periódicos, miras una revista, oyes la radio o ves la televisión, y tienes que saber casi por decreto qué temperatura hizo ayer en Badajoz porque ahora el tiempo meteorológico es centro de atención y es noticia que en agosto haya calor y que en enero nieve. Sabemos quién es el desgraciado que hace sufrir de amores a una cantante y qué señora es tratada como un putón verbenero porque ha pedido el divorcio. Continuar leyendo «Maniobras de distracción»