Una esquela en portada
Recuerdo a un hombre mayor que en los años 70 se acercaba cada día al quiosco Quevedo, que estaba en la Plaza Hurtado de Mendoza (de las Ranas, para entendernos) de Las Palmas de Gran Canaria. Miraba con detenimiento las portadas de los periódicos que estaban expuestos y se iba. Y así durante meses, hasta que el quiosquero, cansado de verlo cada día husmeando su mercancía y sin comprar nada, le preguntó: «¿Qué busca, abuelo?» «Una esquela», contestó el anciano; «pues no va a encontrarla porque las esquelas vienen en el interior de los periódicos». A lo que él sentenció: «la que yo busco vendrá en la portada». Esperaba la noticia de la muerte de Franco.