¡A ver qué haces, Barry!
Hemos visto el gran espectáculo de la toma de posesión de Obama, tan simbólica como la coronación medieval de un rey (cada acto tiene su significado) y más grandiosa que la entronización de un emperador romano. Somos de flaca memoria y, como en otras ocasiones la televisión prestó menos atención que ahora, parece que esta vez ha sido distinto. Pero no, ha sido igual que siempre.
Recuerdo como si fuese hoy la llegada de Kennedy, y eso que entonces había informativos de radio (el que tenía radio) y no había satélites para imágenes en directo. Pero fue tal como hemos visto ayer con Obama, y de alguna forma, con las escasas fotos que entonces llegaban, las imágenes del NO-DO y las conversaciones que escuchaba construí mi propia imagen virtual del acto, que luego he visto en documentales y curiosamente coinciden.
Algunos recuerdos de la infancia son de una nitidez escalofriante. Tengo grabado en la retina el titular de La hoja del Lunes, un semanario de entonces, con una foto del Presidente Kennedy en las escalinatas del Capitolio y en el pie de la foto se destacaba entre comillas su gran frase: «Que sepan desde aquí y ahora, amigos y enemigos por igual, que la antorcha ha pasado a manos de una nueva generación de norteamericanos».
Obama ha dicho lo mismo al llamar a la responsabilidad, y como antaño Kennedy, Jefferson, Lincoln, Eisenhower, Wilson y todos menos Roosevelt (era poliomielítico), Obama hizo a pie un tramo de la Avenida Pensylvania, en su paseo-desfile desde el Congreso a su nueva vivienda, la Casa Blanca. También recuerdo esa foto de Kennedy llevando de la mano a Jackie, la musa de Valentino.
Es verdad que esta vez ha habido más expectación, y es que hay una novedad: el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, y sobre todo porque se ha generado una gran ilusión en tiempos difíciles, como sucedió cuando llegaron a la Casa Blanca Lincoln, Roosevelt, y Kennedy. Estos respondieron a las expectativas y por eso están con letras grandes en la historia, esperemos que Obama también las cumpla.
¡A ver qué haces, Barry!