Vaya, por fin me aclaro
Este ha sido un fin de semana esclarecedor, porque he estado tomando café con un lince ibérico que andaba muy cabreado porque en unos carteles que cuelgan por ahí le han suplantado la personalidad, y han puesto una foto de un lince asiático en su lugar.
Por otra parte, las hermandades y cofradías de Semana Santa van a sacar un lince con un lazo blanco en protesta por el modo tan abrupto de anunciar la retirada de las tropas españolas de interposición de Kosovo, y el PP se ha puesto duro y ha enviado a Rajoy al balcón del ayuntamiento de Valencia a presenciar la «mascletá» (no sé si se escribe así, pero con el ruido que hace nadie va a darse cuenta de una letra de más o de menos).
El que sí ha desafiado a las arpías de la prensa rosa ha sido el seleccionador nacional de fútbol Vicente del Bosque, que ha convocado a Dani Güiza para los dos partidos de la Selección. No importa que sea suplente en su equipo, no importa que juegue en un club turco y España se enfrente a Turquía. Eso es tener un par. Ahora bien; otra cosa es que Güiza juegue, pero si lo hace y se le ocurre meter un gol a Turquía, será mejor que no se le ocurra aparecer de nuevo por su equipo de Istanbul.
A lo mejor es que del Bosque lo que quiere es inmolar a Güiza por la causa. Pues que lo mande a Kosovo, o le ponga un lazo blanco. Que este es un país muy profundo, porque me ha emocionado recibir lecciones de moral cristiana de hermanos cofrades de Semana Santa tan espirituales como Paquirrín, Pipi Estrada y Francisco Rivera. ¿Querrá Rivera el lazo blanco para colgarse la Medalla de Oro de las Bellas Artes o lo usará para atarle las gónadas a José Tomás?
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Por cierto, la ropa vieja estaba buenísima.