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Famosos a toda costa

Que Julián Muñoz haya sido propuesto como ponente en un curso de verano de la Universidad Rey Juan Carlos es el colmo de la desfachatez, aunque al final la presión les haya obligado a envainársela. Que se vuelvan ahora atrás no borra el disparate.
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Aunque el curso sea sobre corrupción política, porque estamos dando cancha a quienes se han saltado la ley, se han burlado de la democracia y encima van a cobrar un caché como si fueran cantantes. Y no será el mismo precio para todos, porque quien se ha llevado poco cobrará poco y el que haya arrasado pedirá mucho. Al que haya robado una gallina para comer ni siquiera lo llamarán.
Esto parece un chiste, un absurdo como la guerra de Gila. Lo siguiente será que lleven como artista invitado a unas jornadas sobre cualquier aspecto del crimen a un asesino en serie o a un traficante de niños. Es indignante que una institución universitaria, que debe dar ejemplo de cordura, entre en el juego en el que han entrado las televisiones hace tiempo con los realitys. Hace unos días, en un programa de sobremesa de Antena 3 dos invitados se pelearon a puñetazos, y esa secuencia es la estrella de los zappings. Luego dijeron que era un montaje, que se trataba de dos especialistas. Si es así es peor, porque fue premeditado para un programa que, aunque nos pese, ven los niños. Se veía venir, no sé si me da más asco o más tristeza, pero este no es el mundo que queremos legar a nuestros hijos.

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Informados/desinformados

b6.JPGDicen que vivimos en la llamada sociedad de la información, y debe ser un desliz, porque en realidad se trata de la sociedad de la informática. Se supone que, cuando los canales están tan bien nutridos, la ciudadanía recibe información exacta y veraz. Pero resulta que a menudo estos canales se usan para desinformar, que no consiste sólo en decir lo contrario de la realidad, sino también en ocultar o sobreexponer determinadas noticias.
Hace unas semanas saltó el asunto del boro en el agua del abasto de Las Palmas de Gran Canaria. Se montó una carajera como era de esperar, y de repente el tema desapareció del mapa, y ahora mismo no sabemos en qué punto estamos, si ya está resuelto el problema técnico que lo causaba, si está en proceso, o si esto va a seguir así para siempre. No tenemos ni idea, porque pudiera suceder que el agua corriente de Las Palmas de Gran Canaria sea no potable indefinidamente.
Es lo mismo que las acusaciones o falsos testimonios contra alguien, que se dicen, pero cuando se demuestra que lo dicho no es cierto no sale en los medios, o sale en una esquinita y pasa desapercibido. Antes decían que Dios nos libre de vernos en lenguas, y ahora podríamos afirmar que ojalá nunca nos veamos cuestionados en un medio público.

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Los medios fijan la atención

Es curioso cómo los medios de comunicación crean la noticia, en el sentido de que dan importancia a unas cosas y a otras importantes las desplazan a un segundo plano o las ignoran. Es verdad que hay un problema con la peste porcina, y es cabecera de todos los medios, pero no se habla de los muertos de Zaire o de Dafour, de la vida imposible en Sri Lanka o de la miseria de la mayoría d ela población china a pesar de que un porcentaje muy bajo de chinos se está haciendo de oro con esa nueva economía que mezcla el comunismo con el capitalismo.
zzDSCN2077.JPGEn estos días, sin ir más lejos, lo hemos visto con la visita del presidente francés a España, y digo esto por decirlo, porque más bien parecía que era Claudia Bruni la que nos visitaba y todos los demás, incluido Sarkozy, eran su séquito. Ellos dan mucha carnaza a la prensa rosa (que ya es toda), pero lo medios debieran tener un poco más de cuidado, porque el mismo día, Alvaro Uribe, presidente de Colombia, visitó Madrid y casi nadie se enteró. Ya sé que Colombia no es Francia, pero Uribe es tan presidente como Sarkozy, y en el juego diplomático merecería mayor atención. Pero al colombiano no lo acompañaba una estrella de la pasarela. Qué le vamos a hacer.
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(Esta foto será religiosa, ritual, erótica, de moda, artística… según el titular que la acompañe)