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Dos presidentes, qué derroche

En tiempos difíciles, cuando los líderes hablan al pueblo suelen poner esperanza en sus palabras, para que haya al menos una pequeña brizna de luz al final del túnel. Y eso está bien, pero una cosa es lo que los líderes digan y otra muy distinta que tengamos la cuota de ingenuidad precisa para que podamos al menos concederles el beneficio de la duda.
cafe3.JPGLa economía es un arcano que se puede estudiar científicamente a toro pasado, como los partidos de fútbol. Mientras se mueve el balón puede pasar de todo y a menudo cosas imprevisibles; es cuando los comentaristas, en ocasión de que Estados Unidos le meta dos goles a Brasil, dicen aquello de «esa es la grandeza del fútbol». Pero es un comentario inútil, porque finalmente siempre, gana Brasil. En economía es igual, no sabemos quién gana (lo suponemos) pero sí que sabemos quién pierde siempre.
A veces nos habla el Presidente de Canarias, a veces el de España, pero ayer nos hablaron los dos, después de la reunión que mantuvieron en Las Palmas. Dos presidentes, casi nada, poniendo esperanza en sus palabras y apuntando a una supuesta luz que tendrá que empezar a verse al fondo de un momento a otro. «Esa es la grandeza de la política», que diría Luis Aragonés metido a primer ministro. Si ya es difícil creer a un presidente, tragarse la esperanza predicada por dos es una exhibición de candor. Pero seamos optimistas, que volviendo la frase al revés viene a ser un realista mal informado.
¿Un cafecito, señores presidentes?

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Insultar a la gente

b88.JPGYa sé que muchos pensarán que tengo una perreta con el fútbol, pero es que lo que sucede me parece impresentable, insolidario y burlesco, una grosería para la gente que lo está pasando mal. Repito que me gusta el fútbol, pero no el mundo que lo rodea, y es terrible ver cómo se aplican decenas de millones, sin el menor rubor, para fichar a Kaká, a Villa o a quien sea, que encima cobran salarios de seis millones de euros libres de impuestos, más publicidad. Un tipo así, no sólo no debe cometer un solo fallo, porque no es humano, sino que cada patada suya debe ser gol. Es que por ese precio no se puede pedir menos.
Y el que se ruboriza soy yo, cada mañana, cuando veo los titulares con esas cantidades ingentes de dinero, mientras la economía continúa estancada porque dicen que no hay liquidez. Tanta hipocresía me cabrea, y no entiendo como el común de los mortales ve normal que se pagues esas cantidades indecentes por jugar al balón o por ser Harrison Ford o Angelina Jolie. Es vergonzoso, como pasearse en Rolls-Royce por un poblado de chabolas. Y lo más triste es que tiene tintes de normalidad. Pues no, no es normal, es una indecencia.
Mejor, me tomo la cerveza tranquilito, no vaya a ser que me suba la tensión.

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Eurocéntricos

Vaya por delante que lamento el accidente o lo que sea ocurrido al avión de Air France, en vuelo desde Río a París. Muchas veces me asombro del atrevimiento de los seres humanos al volar sobre la inmensidad de un océano, la terrible y extensísima calcinación de un desierto o de las extensiones heladas del Polo Norte. Si un avión sufre un percance en esos lugares las posibilidades de rescate son muy escasas, porque algo tan básico como localizar el avión es casi un imposible.
DSCN1985.JPGPero lo que me extraña -no debería, porque es moneda corriente- es el jaleo mediático que se ha organizado, y todo porque es un avión con viajeros del Primer Mundo, de una compañía prestigiosa y con destino París. Los medios para su localización tienen que ser los máximos, pero que se monte un dispositivo parecido al de un terremoto, un huracán o un sunami, con Sarkozy liderando a lo Indiana Jones el asunto, es un detalle de cómo los políticos lo aprovechan todo para crearse imagen.
Cuando es un cayuco el que se pierde, cuando se desborda un río en un país que casi no está en el mapa, hay escasa atención mediática. Pero, claro, un avión francés no es lo mismo que un tren descarrilado en La India, o un terremoto en una perdidas montañas donde sólo viven unos tipos con turbante. Y es que seguimos siendo eurocéntricos. Ojalá encuentren el avión y haya el mayor número de supervivientes, todos si es posible.
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(Por fin ya vuelvo a tener mi ordenador de toda la vida)