Manos a las bridas, manos al sombrero
Esta es una vieja expresión que se usaba seguramente en tiempos en que aún el caballo era un medio de transporte fundamental. Y se decía cuando alguien estaba ocupado con varias cosas y no sabía a cual dar preferencia, pues todas eran importantes.
Me viene a la memoria esta frase porque al ponerme a redactar este post se me han echado encima bastantes asuntos, todos de una envergadura considerable, y con sé si hincar el diente a la reunión inútil del G-8, el disparate de Honduras, los silenciados conflictos africanos que se llevan por delante millones de muertos o las revueltas étnica de China.
Y mientras todo esto sucede, se baten récords de audiencia televisiva con la pantomima de funeral de Michael Jackson, la gente enloquece con la presentación de jugadores de fútbol y se ocupan muchas horas de televisión debatiendo estupideces. De manera que con tantos frentes, al final no me ocupo de ninguno pero sí digo que este planeta anda bastante perjudicado y llamo especialmente la atención sobre el asunto de China, que pueden ser el talón de Aquiles de un régimen con los pies de barro, como todos, y que tendría consecuencias importantes en el equilibrio actual de fuerzas en el planeta. Eso no hay que perderlo de vista.