Otra polémica de las nuestras
Estuvimos años y años mareando la perdiz sobre la ubicación de Auditorio, dilucidando los pros y los contras de la circunvalación, discutiendo las modificaciones del Teatro Pérez Galdós, planificando las prestaciones de la Gran Marina… Y más cosas, unas salen adelante y otras se pierden en la noche de los tiempos, como el rockódromo o el gran parque de La Isleta.
Ahora tenemos dos grandes temas para después del café: el tranvía al Sur y el teleférico del Roque Nublo. Y así con tantos proyectos que unas veces son lógicos y otras no tienen pies ni cabeza, condiciones que no son directamente proporcionales a que salgan o no adelante. Hay proyectos, como el parque del Guiniguada, que tienen una lógica aplastante, pero no sabemos cuándo será una realidad porque en estos momentos el dinero no sobra y la UE ya no es aquella mina de la que estuvimos sacando oro durante décadas.
La gran sorpresa es el proyecto de acondicionamiento del Estadio Insular, que se anuncia con el arquitecto Calatrava a la cabeza. El Ayuntamiento dice que no puede ser porque hay trámites avanzados sobre un parque en la zona, y el argumento es que a la UD Las Palmas el campo de Siete Palmas no le va. Yo sé poco de casi todo y sólo se me ocurren preguntas: ¿Jugaría mejor la UD en el Estadio Insular? ¿No era ya un desastre hace una docena de años, cuando aún jugaba allí? ¿De verdad tiene tanta incidencia social y económica un equipo de fútbol? ¿Qué vamos a hacer con el Estadio Gran Canaria que costó una pila de millones? ¿Dar vida a Ciudad Jardín no equivale a quitarla a Siete Palmas? ¿Quién va a pagar todo eso (Calatrava no es barato, ni sus proyectos tampoco)? Pero ya digo, yo de esto, como de casi todo, sé muy poco.