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Los más débiles

zz-insectos.JPGDicen que los insectos heredarán La Tierra porque son los que mejor saben adaptarse a los cambios. Si eso es verdad, será el hombre quien primero desaparecerá de la faz del planeta. Los avances tecnológicos, aplicados a la vida humana, tienden a encerrarnos en una burbuja de comodidades, hasta el punto de que cualquier contratiempo nos destroza. En todas partes hay aire acondicionado porque aguantar más de 25 grados es incómodo, te llevan la compra, cambias de canal con solo mover un dedo y ahora mismo estoy enviando esta nota desde mi casa, a través del teléfono. Si un solo día estuviésemos sin electricidad, sería el caos, porque vivimos en función de una serie de artilugios que se enchufan. Caen tres gotas y nos quejamos, hace un poco de brisa en la playa y nos parece una catástrofe. Somos los más inteligentes del planeta, y se da la paradoja de que nuestra inteligencia nos ha convertido en los más débiles.

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Habla multiusos

zz-siglas.JPGLa comunicación verbal es un bebedero de patos. Algo que impresiona es «heavy», no se es elegante sino que se tiene «swing», no se dice equipo de sonido sino MP3, no hay locas sino «Drag-queens», y los discos ya son meros pendrives.. Las deformaciones son todo un sistema lingüístico, a menudo con semántica multiusos: «una pasada» puede ser un cochazo, una borrachera, una ola hawaiana, un reloj con cafetera o un arzobispo haciendo «wind-surfing». Siglas hay para un diccionario: REA, CC.OO, IRPF, CC, ONU, IVA, STEC, OTAN, PROEXCA, TVE, PSOE, LPF, MINURSO, PP, ESO, UGT, UD, IGIC, LOE, PIL, REF, CC.BB, ABS, PH, RH, RAE, P.M., A.M., PERI, ULPGC… Hablar con normalidad está «out», y lo de las siglas es «una pasada» que suena muy «heavy». A veces para decifrarlas hay que acudir a la CIA, al FBI y a la PN. Te lo juro «forever» por Snoopy; «O.K., chaíto mi life». («¡Merde!, Víctor García de la Concha, Director de la RAE).

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Proyectos

zz-proyecto vanaciones.JPGGran parte de los mortales cogen sus vacaciones durante el verano, sobre todo en agosto. Cada uno de nosotros va dejando para este tiempo algunos proyectos que tiene pendientes, con la idea de aprovechar las vacaciones para hacer lo que durante el resto del año no ha sido posible por falta de tiempo. Es muy común la frase «a ver si en vacaciones me meto a hacer esto», y luego nada de nada, porque para eso son las vacaciones, para dedicarse al «dulce no hacer nada». Si pretendiéramos sacar adelante todos los proyectos que ideamos para el verano, los días tendrían que tener cien horas y no habría vacaciones. Sucede lo mismo que cuando uno se levanta por las mañanas con mucho sueño y mientras desayuna y se le cierran los ojos piensa: «esta noche voy a acostarme temprano». Luego resulta que se acuesta más tarde todavía. Unas cuentas echa el borracho y otras el bodeguero, sólo que en este caso todos hacemos los dos papeles a la vez.