Nuevo diccionario temático
Aunque sé que los libros de papel están en la picota por la amenaza de la digitalización de todo lo que se mueve, si yo fuese editor pondría a trabajar a un grupo de expertos para confeccionar un nuevo diccionario, y sería temático porque no solo se limitaría a dar el significado semántico de la nueva palabra o expresión, sino que explicaría aunque fuese brevemente qué hay detrás de ese significado. Si alguien que hubiese permanecido en coma durante los últimos 25 años se despertase hoy (se nota que vi otra vez hace un par de noches la película Despertares),
tendría que aprender de nuevo la mitad de los significados de las nuevas palabras y de muchas de las anteriores que ahora pueden significar otra cosa. Y es que, además de todo el nuevo vocabulario generado por las nuevas tecnologías, nos hemos dado cuenta de que el mundo funcionaba de una manera que desconocíamos, y no sabíamos, por ejemplo, que los estados se sostienen con créditos, ignorábamos que existieran agencias de valoración del riesgo, y así cientos de cosas que salen hoy en los medios y que a duras penas logramos entender. Imagínense cualquier telediario que abra así: «Técnicos de los ministerios de los países de la Eurozona han trabajado toda la noche por videoconferencia, mientras el e-mail, el móvil, el Iphone, la tableta o el Ipad de cada uno de los expertos echaba humo. Se habló del fondo de rescate y de la contención del déficit». Si esta noticia la hubiésemos escuchado hace veinticinco años, habríamos pensado que los de informativos se habían vuelto locos, o que era un palabrerío absurdo. Y es así en casi todo, porque, entre el nuevo campo semántico de la economía y los tecnicismos venidos de otras lenguas en diversas disciplinas, se hace necesario un diccionario muy actualizado y con los temas bien explicaditos, porque así sabríamos con exactitud de qué se nos habla.
El ministro de Economía se ufana en decir la verdad sobre la situación económica de España, lo mismo que ya lo han hecho Montoro, la ministra de Trabajo y hasta el mismísimo Presidente del Gobierno. Frases como «el paro seguirá creciendo», «en 2012 entraremos en recesión», «vienen tiempos muy difíciles» nos inundan cada día. Ahora resulta que anunciar lo terrible que va a ser el futuro inmediato es la quintaesencia de la democracia: «Decimos la verdad, no como otros». O sea, decir lo mal que estamos es la misión fundamental del Gobierno, y con que lo diga ya está cumpliendo. Vale, dicen la verdad, pero, aparte de eso, ¿piensan hacer algo para combatir la crisis o van a limitarse a seguir anunciando desastres? Como la liga de fútbol parece resuelta con antelación (aunque nunca se sabe), el duelo mediático Madrid-Barça ya no sirve como cortina de humo.Todavía falta mucho para prender la fiebre de «La Roja» por la Eurocopa y hace falta entretener a una población que sigue sumando parados (por supuesto, por culpa de Zapatero). Algo habrá que buscar para hacer ruido y llamar la atención de la gente para deje de pensar en qué está pasando realmente; ¿desempolvar el asunto de los trenes del 11-M podría servir?