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La Constitución, papel mojado


zIM0049783.JPGSe invoca La Constitución como si fuese un libro sagrado, y debiera serlo porque en él se supone que estás los derechos y deberes de una sociedad democrática. Hay que señalar que esas ambigüedades que contiene sirven para se cuele todo tipo de incumplimientos, pero eso pasa con casi todas las leyes. Sin embargo, hay artículos que son muy claros, pero que igualmente se incumplen y parece que no pasa nada. Lo más triste es que cuando se trata de cubrir las espaldas a los poderosos se improvisa una reforma en pocos días. Hace años que vengo diciendo que en realidad la Constitución si acaso necesita reformas técnicas, pero en su esencia bastaría con aplicarla. Los derechos fundamentales están recogidos claramente, pero resulta que están pasando por encima de la educación, la sanidad, la vivienda, la justicia, los servicios sociales… Es decir, en los últimos años es como si no hubiera Constitución. Pueden hacerle todas las reformas que quieran, pero si no se cumplen es como dar palos de ciego. Ya que se conmemora La Constitución, que se haga simplemente cumpiéndola, caiga quien caiga, porque es que unos se estrellan porque incumplen sus derechos y otros siguen flotando porque se legisla a su favor aprovechando ese lenguaje a veces difuso que tienen las leyes, y un ejemplo claro es sobre quien está recayendo el drama de la crisis, sin que se toque a los más pudientes, cuando eso no es lo que dice esa Constitución que quienes debieran preservarla están convirtiendo en papel mojado.

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Discapacitados

silla-de-ruedas-autopropulsable-plegable[1].jpgHoy es el Día Mundial del Discapacitado, y como comentario general hay que decir que los progresos que se habían hecho en las últimas décadas para aminorar la desventaja que tienen estas personas se están yendo al garete por culpa de los ajustes, la reducción del déficit y la media docena más de maneras que tienen de llamar a lo que es la vuelta a sociedades dickensianas, por no decir medievales. Si hace unos años comentaba en este mismo día que hasta que alguien no tiene una pierna o el brazo derecho escayolado durante una semana no se hace una idea de lo que es no tener plenitud, ahora digo que el tema ya rebasa la sensibilidad social y la anécdota y se ha convertido en un asunto ideológico, porque las discapacidades son de muy variado signo y tamaño y si no se tienden puentes va hacia la exclusión social de los que no tienen medios para afrontarlas. El lenguaje siempre significa lo que quiere la mente, y esto evoluciona, y ya veremos que llamar discapacitado a alguien se convertirá en un insulto, no porque deba serlo, sino porque la sociedad camina así en su crueldad innata. Quienes vivan personalmente o de cerca un caso de discapacidad de cualquier clase me entenderán, pero a los demás les digo que en estos momentos las políticas para sobrellevar las discapacidades están atentando contra la dignidad humana. Pero las mentiras tienen las patas cortas, y el tiempo siempre da la razón, ya ven en qué entuertos anda un hombre que fue Presidente de los empresarios españoles y se permitía darnos lecciones de ética.