Bajarse del mundo
El mundo entero está de vacaciones, hasta el punto de que hasta yo me he permitido hacer un simulacro, que consiste en levantarme tarde e imaginarme que soy rico. El problema será cuando despierte, y no porque de pronto deje de ser Rockefeller, sino porque el maldito despertador empezará sacarme de la cama a deshoras, el muy criminal. Y es que para mí ser rico consiste en levantarme tarde y no dar clavo, no me seduce la idea de ser multimillonario levantándome temprano y trabajando hasta la madrugada. Como las vacaciones son para todo el mundo, incluso para los gobiernos, supongo que también estarán de asueto los mendigos, no tendremos noticias sobre mujeres maltratadas y no habrá infartos ya que los médicos también descansan. Como en agosto no trabaja la justicia, descansan hasta los imputados en casos de corrupción. Puesto que el mundo se ha detenido como una foto fija y lo único que se mueve son las olas del mar, pues nos vamos todos a la playa que es baratita y buena falta nos hace. Es agosto, el mundo se ha parado, aproveche ahora si tiene intención de bajarse.