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Tres tristes tigres

Ayer se escaparon varios tigres de su jaula en un zoológico de Agüimes y el asunto acabó con la muerte de tres felinos a tiros. No seré yo quien entre a discutir las decisiones de las fuerzas de seguridad, puesto que si el peligro era tan evidente no hubo más remedio que hacerlo. Pero no justifico lo sucedido, porque las autoridades tienen que exigir a los promotores de estos parques unas condiciones de seguridad no mínimas, sino máximas.
atigre.JPGPara empezar, no se entiende que en el propio zoológico no hubiera dardos adormecedores suficientes. Por supuesto, también tiene que haber personal especializado para manejar estos dispositivos. La prioridad de la Guardia Civil es velar por la seguridad de los ciudadanos, y cuando se llega a tales extremos tiene que tomar decisiones, porque si uno de los tigres hubiese herido a alguien ahora se estaría diciendo que por qué no lo mataron.
Por ello, es necesario mayor rigor en el control de estos establecimientos. En algunos hay animales muy peligrosos, sea por su ferocidad, sea por su veneno, y pueden escaparse. Sería una pena. Porque Canarias es uno de los pocos lugares del mundo en los que no hay fieras ni animales venenosos, pero si no se toman medidas esto puede cambiar. La verdad es que lo siento por los tres pobres felinos, cuya única culpa es actuar según su naturaleza.

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Mineral en la montaña Sagrada

atindaya[1].jpgUn amigo me ha enviado este enlace y ahora se lo traslado. Sucede en La India, pero no sé por qué creo que esto me es familiar: una montaña tenida por sagrada porque es la morada de los dioses, un espacio que vale millones por el mineral que contiene, la llegada de las excavadoras, la lucha de unos pocos por conservar lo que siempre fue así, el debate sobre el progreso que choca con la memoria… Finalmente, el mundo es un pañuelo, y en todas partes las montañas sagradas a lo mejor lo son porque desde tiempo inmemorial se sabe que su contenido vale mucho dinero en el mercado.

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Ya es primavera

Unos dicen que este año ha habido más invierno que nunca, otros que ha sido el más cálido de los últimos no sé cuántos años, y lo cierto es que ha sido un invierno muy frío en La Península y muy lluvioso en Canarias, aunque aquí ha habido menos frío que de costumbre, hasta el punto de que la gente comenta que este año no ha tenido que sacar los abrigos, las bufandas y los suéters de lana.
agal3577-35.JPGEl caso es que ya está aquí la primavera, y nos coge con la isla verde, los embalses llenos y un cierto optimismo agrícola, aunque por otra parte está la losa de Bruselas que se las vuelve a tener con el plátano. El caso es que tener las presas llenas no nos sirve de mucho porque las grandes superficies compran en otra parte y venden a precios imposibles para nuestros agricultores. Llega la primavera, sí, ha sido un buen año de agua, también, pero la apisonadora de la burocracia sigue condenando a Canarias al monocultivo del turismo, y encima no lo cuidamos como se debería.
Ojalá el comienzo del ciclo de las estaciones le desembote la cabeza a nuestros dirigentes -que no son sólo los políticos- y de verdad se empiece a diversificar la actividad económica canaria, con mucho peso en el turismo, pero con voz y voto en otras actividades. Y para colmo, en Tazacorte se les escapan 200.000 lubinas que ponen en peligro el ecosistema pesquero y los periódicos ingleses nos ponen en la picota. Pero sigo diciendo los mismo: la primavera es el primer tiempo, el de la floración, y espero que también el de las ideas llevadas a la práctica.