Publicado el

Creencias, ritos y fanatismo

Todas los años por estas fechas circulan las imágenes terribles de los nazarenos voluntarios que se flagelan con látigos hasta destrozarse la espalda y son crucificados con clavos de verdad después de haber sido coronados de espinas. Esto suele ocurrir en distintos lugares de Latinoamérica y sobre todo en Filipinas, donde las creencias, las promesas y los ritos alcanzan un realismo que estremece. 100402_filipino_crucifixion[1].jpgLa libertad de creencias es algo que debe estar por encima de cualquier cosa, pero siempre me pregunto cómo es posible que una creencia legítima cruce la línea del fanatismo. Por aquí se hacían promesas de ir caminado a ver a un santo, un Cristo o una Virgen. Es una tradición que se vaya cada año caminando a visitar a las patronas. Hace años llegaban a Teror peregrinos con los pies destrozados porque acudían descalzos desde cualquier punto de la isla, por caminos reales terribles, y luego remachaban haciendo de rodillas el recorrido entre la plaza y el altar. Recuerdo con horror ver el suelo de la basílica de Teror regado de la sangre de los peregrinos, que en su buena fe hacían ese sacrificio. Afortunadamente eso ya no se ve por aquí. Las autoridades eclesiásticas se oponen, el Arzobispo de Manila ya no sabe qué hacer ni decir, pero el fanatismo pasa por encima hasta de las normas de La Iglesia. Entiendo que haya ritos pero no esas acciones terribles que en el siglo XXI tendrían que acabar.

Publicado el

¿Qué pasa con Siria?


En Libia está pasando lo peor que podía ocurrir, que el conflicto se enquistara, con lo que no sirve de referente a los dictadores que siguen aplicando la fuerza en el mundo árabe. Si Gadafi aguanta (no hace falta que gane), zzzzzzz87.JPGlos demás emplearán la misma receta, y de hecho es lo que está sucediendo en Yemen y en Siria, y seguramente es lo que piensan hacer los demás sátrapas de la zona. Europa ha vuelto a fallar, puesto que Estados Unidos no ha querido involucarse decididamente en el asunto de Libia. No me parece que ir por ahí bombardeando países sea la solución de nada, pero ya que se hizo lo de Libia, y que Sarkozy se presuró a liderar el ataque en plan gallito, había que hacerlo bien y rápido. Pero la cosa empezó mal porque empezó tarde, y las disputas internas en la OTAN fortalecen al régimen libio. Y ahora, en Siria se dispara a discreción contra población civil desarmada, y no pasa nada, porque el dictador de Damasco ve que Gadafi aguanta. El asunto amenaza con enquistarse en varios países d ela zona, y me pregunto si no es eso lo que prefieren los fabricantes de armas, para así seguir vendiendo armas a unos y a otro. Ah, sí, que hay bloqueos y embargos. Ya, ya, y yo me lo creo.

Publicado el

Las tradiciones

rrrDSC04828[1].jpgEn este país, en el que buena parte de la población dice que el Estado debe ser laico, la Semana Santa es una de las vacaciones clásicas. No he visto que haya movimientos para suprimir estas fiestas en el calendario laboral, y resulta contradictorio puesto que tanto estas vacaciones como la Navidad y las fiestas de los santos patronos y la mil vírgenes que pueblan España son las que rigen no sólo el calendario laboral, sino la guía de las tradiciones de muchas comunidades. Aparte de la significación religiosa que puedan tener para los creyentes, estas fiestas, como otras muchas, son el referente de asuntos culturales y artísticos (es inmenso el arte que hay en las iglesias) y de tradiciones seculares que han ido conformando unas sociedades europeas en las que sin duda el cristianismo es una de sus columnas culturales. También es cierto, que con motivo de esta o aquella festividad, hay costumbres que podríamos ir desterrando, porque por mucha tradición que haya es una salvajada martirizar un toro en una vega de Valladolid, realizar encierros y espectáculos con toros en los que suele haber accidentes mortales o lanzar cabras desde los campanarios. La religión es una cosa, la tradición otra y la cultura otra, aunque, como ocurre en Semana Santa, se dan la mano.