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¿Elecciones anticipadas?

Hace unas semanas comentaba lo largo que es el proceso electoral en España, antes y después de las urnas. Algo que puede resolverse en la mitad de tiempo se sigue realizando como si hoy no existiesen medios casi instantáneos para corroborar un resultado. Si ya los previos a las elecciones son casi dos meses, lo posterior no se queda atrás, porque hay una serie de trámites que se realizan a paso de tortuga hasta que que constituye el Parlamento, y luego otro tramo hasta la investidura del nuevo Presidente del Gobierno. Si las elecciones son el 20 de noviembre, tendremos nuevo gobierno no antes de Navidad, y eso si no hay que hacer negociaciones complicadas. Por si ya los plazos no fueran exasperantes en una situación como la actual, en la que la sensación de provisionalidad no ayuda, Zapatero anuncia las elecciones dos meses antes de su convocatoria real. Es decir, vamos a estar cinco meses prácticamente en el limbo, y luego a ver cómo se adapta el nuevo gobierno.
zzxxxxDSCN3624.JPGTotal: medio año mirando hacia la luna de Valencia. Digo yo que, ya que Zapatero llevaba tanto tiempo remoloneando, tenía dos opciones: si pensaba en el 20-N, tendría que haberse estado calladito hasta el 26 de septiembre, y así no tendríamos una campaña agria e interminable que no va a beneficiar a nadie; la segunda opción era la de convocar ya y vernos en las urnas a finales de septiembre o primeros de octubre. Pero no, venga precampaña mareante, campaña horrible y postcampaña tremenda hablando de la herencia que deja Zapatero, si, como parece, gobierna el PP. Y mientras, esa abstracción que son los mercados, sacándonos la piel a tiras. Es que que hasta para retirarse hay que tener estilo.

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Miremos al Sol

Foto0109.jpgEn Las Palmas (ya, ya, de Gran Canaria) llovizna en verano, es la panza de burro en toda su plenitud. Cada vez que esto sucede escuchas el mismo comentario, que el clima ha cambiado y que dónde se ha visto que llueva en el estío. En el sur de la isla hay un sol luminoso, se va uno un rato a la playa y solo escucha el rumor del mar y la caricia del calorcito (ni frío ni calor, cero grados, como dice mi amigo el pintor José Antonio García Alvarez). Es que miras un telediario, abres un periódico o escuchas la radio, y no hay una sola noticia que alegre. Tendido al sol, durante ese ratito me meto en una burbuja en la que no fanáticos ultraderechistas portadores de un mesianismo asesino, ni senadores que dimiten por asuntos confusos, ni prima de riesgo para la deuda española, estadísticas de accidentes de tráfico, incendios forestales, ni la maldita violencia de género que no cesa llueva o haga sol. Rajoy, Zapataero y Rubalcaba son una ficción. Incluso Ortega Cano es humo. Y es que, a este paso, la profesión de periodista va a ser como la de mensajero de un juzgado de lo criminal, nunca da buenas noticias. Y como parece que esto no lo arregla ni el médico chino, yo me tiendo y miro al Sol, y ya veré el Fin del Mundo cuando llegue a casa y salga en la televisión Pedro Piqueras («apocalíptico», que diría Buenafuente).

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Noruega: pecado y penitencia

zzznoruega.JPGDesde que en los años veinte, Rudolf Hess ayudó a Hitler en la cárcel a escribir su maléfico libro Mein Kampf, muchos han sido los que han tratado de convertirse en guías visionarios de un nuevo orden. Esto siempre viene de la extrema derecha, y nace de ideas excluyentes, donde siempre la religión, la raza y la cultura de quien predica es lo que debe prevalecer a fuego y sangre. Después de la II Guerra Mundial esta ultraderecha se acobardó al quedar en evidencia con el Holocausto, pero poco a poco se ha ido envalentonando y ya es un verdedero peligro. Lo ocurrido en Noruega ha sido ejecutado por una persona, pero si lo tachamos de «loco» a las primeras de cambio estaremos cometiendo un error. No es un loco enajenado e ignorante como los hermanos de Puerto Hurraco, es algo mucho más serio. Se trata de la punta del iceberg de una ideología que lo justifica todo en aras de una Europa blanca, cristiana y ultraliberal en lo económico. Hay doctrinas que se extienden como la pólvora por Internet, y ya los medios tradicionales no sirven para prevenir esta ola terrible. Noruega era un blanco fácil, como en su día lo fue Suecia cuando asesinaron a Olof Palme. Pero ya nadie está a salvo, y lo más triste es que el poder va a usar a esto fanáticos como coartada para restringir libertades. De hecho, ya está ocurriendo en la UE. Los crímenes de Noruega son condenables, pero a la vez son el pitido del comienzo de otro partido, el que van a jugar con nosotros, ya no sólo son los islamistas, ahora también está el enemigo en casa. Y eso nos afectará a todos. Qué pena de siglo XXI.