Dominus Mercatus (Kyrie eleison)
Kyrie, luminis fons rerumque conditor, eleison.
Kyrie, qui nos tuæ imaginis signasti specie, eleison.
(Señor, Rey y Padre no engendrado, Verdadera Esencia de Dios, ten piedad de nosotros.
Señor, fuente de luz y Creador de todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Señor, Tú que nos has marcado con el sello de tu imagen, ten piedad de nosotros).
MERCATUS, tú que decides la prima de riesgo de la deuda, que controlas el Ibex-35, que eres el dueño absoluto del futuro, Kyrie eleison.
Hemos inmolado en el altar del sacrificio la estabilidad laboral, los salarios decentes, la posibilidad de un crecimiento del PIB por causa de los ajustes presupuestarios. Kyrie eleison.
Lo hemos hecho todo, y sigues derramando tu furia. Kyrie eleison.
Nos pides lo que ya no tenemos y nos envías a uno de tus emisarios para amenazarnos con lo terrible que sería que vinieran de fuera a hacernos los presupuestos. Kyrie eleison.
Uno de tus arcángeles, ¡Oh, Señor! que antes llamaban Angel Exterminador y ahora se hace nombrar Fondo Monetario Internacional, pide que acortemos nuestras vidas para que el sistema de pensiones sea sostenible. Kyrie eleison.
Ya nada tenemos, Oh, Señor MERCATUS, dinos de una vez qué demandas de nosotros.
¿Quieres acaso la cabeza de los funcionarios, el fin de la escuela pública, la eliminación de la sanidad universal? ¿Deseas que dejemos de existir?
Señor MERCATUS, Kyrie eleison, ten piedad de nosotros.
Y ahora entonemos con devoción este salmo penitencial e imprecatorio:
tuyos somos, ya sin disimulo,
a cuatro patas y sin pantalones,
entregados a nos des por …
(El salmo te lo cantamos en español porque desconocemos el hebreo antiguo, el latín empieza a quedarnos lejos y a estas alturas no sabemos si debemos hablarte en inglés o en alemán).